Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Nivea

Así fue o podría haber sido

Imagen
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Es que yo… no había nacido

Imagen
Vamos a empezar por el principio. Como se deberían comenzar las cosas. En el principio era el verbo. Luego venía el sujeto, los complementos (cinturones, bufandas y otros artículos determinados e indeterminados que están en la planta baja del cortinglés ), y los objetos directos, indirectos y esas cosas que nos enseñaron a los señores mayores en el cole. Pero no os voy a hablar de verbos. En mi cole me enseñaron que primero iba el sujeto. Y os voy a contar una cosa que me ha pasado con un par de sujetos y luego ya viene la parte del predicado y el resto de los complementos. Como son sujetos suizos, les llamaremos “sujeten” (Realmente son Subjekte pero por los “loles” seguiremos suponiendo que se dice así).   ¿Vale? Comenzamos por el primer sujeto. Aquí en Suiza hay que cambiar las ruedas del coche un par de veces al año. Las cuatro. Ruedas de verano y de invierno. En primavera se ponen las de verano y en otoño las de invierno. Todo muy lógico, hasta ahora. Pues en el taller estuve

Callejeros futboleros

Imagen
Hace unos meses me preguntaba en un post si me gustaba el fútbol , y definitivamente, me gusta. ¡Ojo! sólo el fútbol, el resto de cosas que le rodean me toca bastante las narices (me parecía demasiado duro poner cojones en el primer párrafo… igual ya es demasiado tarde). Procuro no leer demasiado sobre los pre-partidos, las predicciones de los periodistas, entrevistas a los entrenadores, al que le depila las cejas a la estrella del partido, el tatuador del portero suplente, el típico reportaje del tío “grillao” que predice que el resultado va ser 3-0, o 4-0 (esto no va con segundas) y casi nunca aciertan. Odio a esos aficionados a la puerta del estadio berreando y animando a su equipo, insultando al contrario y diciendo que el Sporting Real o el F.C. Racing es el mejor del mundo y los otros son lo peor (¿Todo lo tienen que decir a gritos?). Busca a esos mismos al terminar el partido si su equipo ha perdido. Habría que echar al máximo goleador, al masajista y a la taquillera del fo