Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

13 canciones desesperadas sin poemas de amor

Pablo Neruda, aparte de tener una calle en tu pueblo, o dar nombre a una estación de metro, escribió muchos poemas de amor, y alguna canción desesperada. Yo, que no tengo ninguna calle, ni estación de metro, ni siquiera poemas de amor, he escogido 13 canciones. ¿Y por qué 13? ¿Y por qué no?

A todos, en algún momento, nos han preguntado por nuestra canción preferida, o el grupo favorito. Pero se me quedaría muy corto el post si te la dijera nada más empezar, y por eso he escogido 13 de diferentes momentos de mi vida.  Si te quedas hasta el final, te cuento cuál es mi canción preferida, pero antes, voy a desesperarte con estas 13.

Mama

Así, sin acento en la a. Que puede que suene malamente, trá trá, pero es que los extranjeros ponen los acentos donde quieren. Y este chico francés, que ya le podían haber dejado ir al baño antes de salir a cantar en Eurovisión, cantaba a MI MADRE. O eso creía yo. Vamos a ver, tú eres un tierno infante, con un año y pico de edad, y escuchas lo de mama, no puede ser a otra que la tuya. Que hay muchas más, ¿Pero más importante que mi madre? Y no tengo nada en contra de las vuestras… Os dejo con la canción.

Un clavel

Un rojo, rojo clavel, un claveeeeeel…. Corría el año 1974 y Rocío Jurado cantaba al lado de un señor que estaba cambiando los dientes. Yo también los estaba cambiando, pero luego me salieron otros. El caso es que mi hermana cantaba, mucho mejor que Rocío Jurado, esta canción en su tierna infancia. Hemos sido muy folklóricos en casa.

Yesterday

En 1966 no había nacido todavía, pero me quedaba poco. ¿Sabéis que mi padre les vio en Hamburgo? El caso es que en Carabanchel, mi barrio, no sólo se escuchaba a Rocío Jurado o a los Chichos, aunque tenía vecinos bastante chungos, sino también canciones en inglés. No entendía nada de lo que decían estos señores, pero me sonaban bien sus canciones que me grabó un vecino en una cinta de casete.

Buenas noches bienvenidos

Estamos en 1982 y para mí el único Bienvenido, era un señor del pueblo, pero para abreviar le llamábamos Bienve, aunque no cantaba. Miguel Ríos cantaba, y en directo. Tiene un problema con las “ces” y la “eses” pero por lo demás, no se le da mal. Y además en directo. Creo que el disco estará en casa de mis padres. Más rayado que el móvil de Eduardo Manostijeras, pero estará.

Only you

Órgano y tocar, según en qué contexto, es posible que no suene demasiado bien. Pero es lo que había. Yo quería ser Bruno Martelli, el de Fama, tocando el sintetizador. Total, los rizos, los tenía. El sintetizador no, pero me compraron un órgano, de los grandes, primero de un piso y luego ya de dos. Sin ascensor ni nada, pero con pedales, más botones que un avión y algo de ruido hice. Mi sueño era tocar como Vince Clark y tener un grupo como Yahoo, o Maniobras Orquestales, Depeche Mode, Erasure… 

Love to love

De Carabanchel a Tres Cantos. Aquello era como mudarse de Boston a California. Como si yo supiera dónde estaba Boston. Pues Tres Cantos estaba más lejos. Y también había esas plantas rodadoras que salían en las pelis del oeste. Nuevos amigos, nuevos sitios, nuestro pub en el que ponían la misma música y nos sabíamos el orden de las canciones, las fiestas de Nochevieja, en las que siempre, siempre, pinchaba Fernando y ponía a esta señora.

Genesis

Mi primer concierto grande, chispas. Yo había visto música en directo antes. Al señor del pianillo con la cabra, las fiestas de pueblo, incluso a los Rolling desde la terraza de mi casa en Carabanchel tocando en el Calderón. Pero el primer concierto gordo, gordo, fue el de Genesis. La parte seria te la dejo en esta crónica de El País, pero yo me quedo con la parte en la que Phil Collins se puso a tocar la batería… No hay documento gráfico del concierto, pero debió ser algo así.

Lola

Estamos en los 90 y voy en un Renault 19 con mi amigo Santi que escuchaba cosas muy raras. Me refiero a la música, no que se le hubiera ido la pinza o fuera fan de la Nave del Misterio. Para mí el misterio era escuchar a unos señores ingleses cantando a Lola, lo lo, lo lo Lola, y no estar borrachos, ni celebrar un gol en un estadio.

"Gueikup"

El que estoy en Inglaterra soy yo. Ya tenía ganas de entender lo que decían los Kinks, los Beatles y todos esos señores que hablan inglés, y me fui con mi maleta cargada de ilusiones, y de ropa, a Bournemouth a estudiar la lengua de Shakespeare. Podría poner más tópicos y deciros que aquello está lleno de hijos de la Gran Bretaña, pero eso sí, música saben hacer. Paella no, pero no todo va a ser wonderful, como esta canción que es un himno al buen rollo.

Aida

En esta no sale ni Luisma, ni Carmen Machi. No sólo de música yeyé vive el hombre. ¿Os he contado que trabajé en esta ópera? Estamos en 1996 y estoy en el departamento de comunicación de la ópera. Cantar, no “cantuve”.

La mayonesa

Toda pareja tiene una canción. Están tocando nuestra canción y los protagonistas se miran con cara de “tolais” y bailan pegados, que es como hay que bailar, igual que baila el mar, con los del “cine”. Pues bien, Ana y yo tenemos nuestra canción. No me digáis que no es bailable. Y cantable. Lo que no es, es romántica, pero es la que había de moda cuando empezamos a salir.

Molly Malone

Ahora que sé inglés, voy a complicarme un poco la vida con el acento irlandés. Siete años en Irlanda te dan para muchas Guinness, aprender dos o tres palabras en gaélico, hartarte de lluvia y echar de menos a mucha gente. Incluso a Molly Malone.

Abuelito dime tú

De Irlanda a Suiza. Relojes, chocolate, montañas, vacas, queso, Heidi… Cada cosa en su sitio, porque los suizos son muy ordenados. El caso es que en la versión alemana el abuelito no le dice nada a Heidi. Tienen a señores cantando el tiroliro, y hasta el nombre suena distinto. 

De Mama a Heidi, 13 canciones, algunas más que desesperadas, son desesperantes, pero esa es otra historia. Como lo prometido es deuda, te dejo con mi canción preferida, y en versión Karaoke para que cantes y no hagas guachi guachi and foreverandever, que te conozco.



 

Comentarios

  1. Q maravilla d canciones, pero yo no las llamaría desesperadas, son la alegría, d la huerta y d la capital!!

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