Memorias de la Radio
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Ya voy tarde con el día Mundial de la Radio. En mi defensa debo decir que lo de los días mundiales se nos ha ido un poco de las manos. El Día del Medio Ambiente, del ambiente entero, de los enamorados, del jubilado con pareja, de la pareja de la Guardia Civil, del libro, de la radio, del audio libro… No me da la vida con tanto día.
Como decían los señores de Radio Futura, yo caí enamorado la moda juvenil. Por cierto, lo de la moda juvenil suena a señor muy mayor. A señor escuchando el transistor con el Carrusel Deportivo intentando enterarse si ese gol que llevan gritando 10 minutos es a favor, en contra, lo ha anulado el VAR o se le están acabando las pilas. Al transistor, no al señor.
El caso es que yo os quería contar algunas cosas sobre la radio. Y es que mi infancia son recuerdos de una abuela pegada a su pequeño transistor, a mi madre escuchando y cantando a la Piquer, a la Jurado y a veces a Sabina. Por cierto, canta mejor que Joaquín y casi, casi, como la Piquer.
Mi padre cantar no, pero escuchaba a José María García y a los señores del Carrusel Deportivo con sus movidas. No hemos pasado fines de semana de atasco de vuelta a casa escuchando lo del gol en la Condomina, el empate del Hércules y una palomita de Iríbar.
Antes de que me vayan olvidando cosas os voy a contar algunas memorias de la radio.
La primera radio, chispas
Además de aquel transistor rojo que tenía mi abuela y que daba la hora cada
5 minutos, en casa había un mueble, muy parecido al de la foto de arriba que
tenía la tele, en blanco y negro (más negro que blanco), un tocadiscos y una
radio con un montón de nombres en alemán. Allí estaban todas las ciudades de Alemania.
De las dos, porque en aquella época estaba la Federal y la Democrática (que
tenía poca democracia). Pero yo movía el dial y ponían por ejemplo Hamburg y
allí salía hablando Luis del Olmo, en perfecto castellano. O München, y cantaba
Raphael.
Mi abuela y el transistor SIRI
Pero no todo han sido decepciones. El transistor de mi abuela no se equivocaba
nunca. Te daba la hora cada poco. Ocho y cuarenta y siete, hora exacta. Siete y cuarenta
y siete en Canarias. También te daban la temperatura y ponían música (casi, casi
como Siri o el Ok Google). Y que te cuides el Cristalino en Ópticas San Gabino.
Del resto del ojo ya tenías que ocuparte tú solo.
Música maestro
La música era española y muy española. No debían dejar entrar a los
extranjeros en las radios de la época. Manolo Escobar, Rocío Dúrcal, Camilo
Sesto, Mocedades, que no sé cómo cabían todos en el transistor de mi abuela, Juan
Pardo, Patxi Andión (que fue profesor mío en la Universidad, pero ahí no le dejábamos
cantar)….
Consultorio de Elena Francis
La verdad es que yo no le prestaba demasiada atención a la radio. Aparte de
saber qué hora era y estar pendiente de cuidar mi cristalino, a mí me gustaba
más la tele. Pero es que había muy poca tele. Sólo un ratito por la tarde,
justo cuando yo estaba en la calle. Pero la radio siempre estaba puesta y ahí
andaban los Porretas (que ni fumaban droga, ni iban desnudos) y la señora Francis
dando consejos.
¿Puedo saludar?
A la gente que hablaba en la radio le gustaba saludar. Pero no se quedaban
en decir hola, buenos días o buenas tardes dependiendo de la hora. La gente
saludaba a su novio, a su mujer, al novio de su mujer, a sus vecinos que le estarán escuchando, a la clase de Cuarto B del Colegio Nuestra
Señora del Señor. Y además les dedicaban canciones. Esta, por ejemplo, no se la
dedicaría a nadie. O sí, pero no lo digo.
Guachi, guachi
La radio tenía AM y FM, que creo que significaba AMediodía y Frecuentemente
Moderada, pero no me hagáis mucho caso. En FM empezaron a poner canciones
de los extranjeros. Muchos de ellos cantando en inglés para que no les entendamos.
Y las ponían en los 40 Siempre Iguales. Hay que ver la de veces que repetían
las canciones. Tú y yo sabíamos que iban a triunfar, que sería 3, 2 o 1. Virgen
Santa qué turra te daban con el “Aigachú en on di player”
¿Cómo eran los radiólogos?
Antes no sabías cómo era la gente que hablaba por la radio. Ni si eran
jóvenes, mayores, altos, bajos, de Cuenca o calvos. No quiero decir que los de
Cuenca no puedan ser calvos. Pueden. O a lo mejor no. Tampoco conozco a mucha
gente de Cuenca. El caso es que sólo conocías su voz y que hablaban muy bien… Y
se llevaban fenomenalmente entre ellos… Casi siempre.
Hablando de deportes
Qué tiempos aquellos en los que te daban los resultados del Ciempozuelos
contra el Argamasilla de Alba. Tercera División Grupo VII, Prefijo 91 si llamas
desde fuera de Madrid y el complementario el 8. Y hablaban de balonmano,
baloncesto, balonvolea, balón prisionero, balón Dandy.
Los pitos
Otra vez la hora. Qué les gusta dar la hora en la radio. Pí, pí, pí, pí,
pí, piiiiii. Ahora seguro que habéis contado el número de pis (o pises ¿O píes?)
El caso es que ya va siendo hora de acabar el post y os pongáis a hacer algo de
provecho.
Por cierto, que este post quiero dedicárselo a mi familia que me estará leyendo, a Concha Piquer, a San Gabino, por cuidar de nuestro cristalino y a Radio Futura.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario
¡Gracias por leer el blog y dejarme un comentario!