Error 404
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- Correo electrónico
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Cuatrocientos cuatro errores parecen muchos. Piensa, por ejemplo, que todos los días cometes un error. Ya no son tantos ¿no? Sólo uno al día. Un supositorio (dícese de algo que supones). Cuando tienes un año y dos meses, ya has cubierto tu cuota. Ya tienes más de 404 errores. A partir de ahí, ya todo va cuesta abajo.
Tan pequeño, y tantas cagadas (de mayores es posible que
haya más de una al día). En números romanos 404 no parece tan escandaloso, CDIV.
Parecen las siglas de un partido político. (que también son expertos en el tema
de las deposiciones). A lo que voy, que siempre me lío.
El error 404 es uno de los más comunes al navegar por el “internez”.
Aparece cuando hay un enlace roto, defectuoso o que ya no existe. He aquí un ejemplo. Como verás te lleva
a una página de error, a la del blog, pero las hay más mejores y más
divertidas. Hasta Google tiene errores. No siempre encuentras lo que buscas.
¿Y por qué os hablo del 404 y de los errores? Pues porque este post que estás leyendo tan atentamente (por que lo lees atentamente, ¿verdad?), es el número 404. Y vamos a hablar de errores.
¿Cómo se dice error en
otros idiomas?
En inglés error se escribe error también. Pero ellos no
saben pronunciarlo bien. Tienen un idioma muy completo, con muchas palabras, con
sus sujetos y predicados, pero la r, les cuesta. Esta señora te muestra lo malamente
que pronuncian.
¿Y en otros idiomas?
Los franceses lo escriben erreur, pero lo pronuncian fatal.
Como si se estuvieran atragantando. Francia siempre ha estado peleada con las erres.
Dile a un francés que pronuncie Carolina Herrera (¿Cagolina? ¿Heguega?) ¿Y qué me dices de los portugueses? Erro, lo
pronuncian Eggo. Si ni siquiera saben decir bien el nombre de Cristiano Ronaldo.
Ni él mismo lo pronuncia bien… y su hijo
ni siquiera lo sabe decir… Los “egoges” típicos.
Error humano
Los humanos sois los que más errores cometéis. No dais ni
una. Desde por la mañana bien temprano (primer error, levantarte temprano),
hasta la hora de acostarse. También es cierto que es la excusa perfecta. ¿Qué
ha pasado? Un error humano. Errare humanum est. Que si lo dices en alto
parece un truco de magia, pero básicamente significa que estamos condenados a
cagarla. Somos como las lavadoras que se estropean cuando más falta te hacen,
pero nosotros lo hacemos a diario.
Error animal
Que no es lo mismo que “error, animal”. A ver si os creéis que los bichos no cometen
errores. Y algunos lo hacen todos los años. No aprenden. Si no cómo os explicáis
lo de los “ñuses” cruzando el río y los cocodrilos poniéndose las botas (de cocodrilo).
Coño, vete por otro río que no haya cocodrilos. O busca un camino alternativo.
O esos perros yendo a coger el palo. A la segunda vez, que vaya el señor que lo
ha tirado. Pero tampoco espabilan…. O sí.
Error común
No confundir con mínimo común múltiplo, ni máximo común
divisor. Este es un error muy común, como pensar que tus hijos son los más
listos del mundo mundial o que la tortilla de patata no lleva cebolla… Hay
algunos que dicen que todos somos iguales ante la ley… ¡Me parto!
Error de cálculo
La pasta es el mejor ejemplo. La de comer… bueno y la
otra también. Un ejemplo ejemplificador. Tú crees que estás haciendo macarrones
o espaguetis para dos personas y resulta que podrían comer todos los
espectadores del Santiago Bernabéu. Los 100 mil y todavía sobraría para que les
pusieras unos “tapergüeres”
“Herrores” u Horrores gramaticales
¿Quién no ha cometido alguna vez una falta de ortografía?
Y eso que ahora tienes un corrector, puedes consultar el diccionario, hay
aplicaciones que te avisan si hay alguna palabra mal escrita y aún así, a veces
hay “pequeños” errores. ¿No te has despedido alguna vez en un correo electrónico
con el famoso, “Un salido”? En lugar de “Estimado cliente”, alguna empresa ha
sido demasiado honrada y te escribe “Es timado cliente”. También hay gente que
escribe correctamente.
Error garrafal
Es el peor de todos. Probablemente cometa un error, pero
yo creo que viene de garrafón. El alcohol de garrafón está malísimo. Sobre todo,
el octavo gin tonic. Ese siempre es de garrafón y te sienta como un tiro. Otros
dirán que garrafal es sinónimo de gigantesco, tremendo, morrocotudo (no me
digáis que no es una palabra preciosa). Morrocotudo te sirve tanto para definir
un error como para inventarte una nueva especie animal. El lirón morrocotudo, un
alimoche morrocotudo… O siguiendo con el símil de errores y garrafas, una
borrachera morrocotuda.
Error informático
La excusa perfecta para cagarla. ¿No puedes echar la
culpa a otra persona? Pues se lo cargas a los ordenadores, que tampoco son tan
listos y no se pueden defender. ¿Has levantado millones de la cuenta de un
banco? Error informático. ¿Ahora no me viene bien hacer algo? Se ha caído el sistema. Tenía terminado el
trabajo, pero no se ha guardado el documento… Creo que se lo ha comido mi perro
(el documento y un trozo de ordenador). El caso es echar la culpa a otro.
Vamos a dejarlo por hoy, que parece que el ordenador me está dando problemas… No cuela como excusa ¿no? Bueno, pues habrá que echarle la culpa a alguien entonces. Yo propongo que le echemos la culpa al boogie (que debe ser un señor extranjero).
Échale la culpa a la noche, o a la playa… o a la lluvia. O que no me amas. El caso es que no es error mío. Aquí va el vídeo bueno.
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