Hace unos días vi a las Spice Girls, a todas, y me acordé de uno de los motes más divertidos, e hijoputas, que he oído nunca. Tengo que aclarar que no me une ningún vínculo con ninguna de las cantantas. Las vi en la tele, que aquí hay que aclararlo todo.
Hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana había dos personas en la empresa en la que trabajaba. Había más gente, pero estos tenían una particularidad. Los dos eran cojos. Uno de la pierna derecha y otro de la izquierda. Palabrita del niño Jesús.
A lo que vamos. Estos dos compañeros que iban juntos a todas partes eran conocidos como las Spice Girls por su cadencia armoniosa al caminar. Eso sí, cada uno por su lado para evitar accidentes. El cojo zurdo a la izquierda, y el diestro, a la derecha para no chocarse constantemente en su bamboleo, bambolea, porque mi vida yo la he aprendido a vivir así. También había muchas risas cuando iban juntos por un pasillo. Más de una vez se ha oído: “¡Cuidado con los extintores!”.
Como sabéis, en nuestro país, dinero no hay, pero si se midiera la riqueza en mala hostia, estaríamos forrados. Qué nos gusta descojonarnos del otro… De nosotros mismos, no tanto.
A lo que vamos. Que las Spice Girls, tanto las de verdad, como aquellos compañeros, me han dado una idea para escribir un post sobre los andares. Hoy vamos a ver algunas de las formas de caminar de las personas humanas.
El crusaíto
Ni el brikindans, ni el maykelyason, ni el robocop. Que también hay gente que anda un poco así. El primero de la lista va a ser el crusaíto. Es ese que está todo el día en medio. Parece que camina normal, pero se te va cruzando constantemente. También conocido como el alfil por su tendencia a ir en diagonal. La pena es que no te lo puedas comer como en el ajedrez.
Pecho fuera
O pechopalomo. Dícese de aquel que va más estirao que los gayumbos de Falete. ¡Firmes! ¡Ar! También hay mujeres que entran dentro de la categoría de pecho fuera. Y no estoy hablando de las piscinas privadas en las que las chicas desnudan sus cuerpos al sol. Más tieso que el codo de un click de Famobil, o Playmobil, o como se llaman esos muñecos. Los llamaremos Rosalía, porque están en todas partes.
El marchoso
Hace años, cuando se decía lo de mola cantidubi, y la gente movía el esqueleto (ahora también se mueven esqueletos, pero esa es otra historia), se llamaba marchoso al que era alegre, pizpireto y jacarandoso, pero yo me refiero a los que andan como si estuvieran participando en las olimpiadas de marcha… de Moscú 80, para seguir con el tema viejuno. Ahí les tienes, moviendo la pierna, moviendo el pie, la tibia y el peroné… Y sobre todo las caderas… Aquí tenéis al campeón de marcha, modelo crusaíto.
¡Boooomba!
Van caminando con un movimiento sensual (sensual), un movimiento muy sexy (sexy), pero sin mano en la cabeza, ni en la cintura. Menudo estilazo. Que tú les ves andar y te da envidia. Que parece que llevan puesta una banda sonora de película porno. Como la chica de Ipanema. No es que la chica de Ipanema se metiera en la industria pornográfica, que igual sí, o no… ¡Yo qué se! El caso es que hay gente que lo lleva en la sangre.
El dibujo animado
Van caminando con pasitos rápidos y muy cortos. Sólo les falta dejar una polvareda como al correcaminos… y no despeñarse como el pobre coyote… Habrase visto personaje con más mala suerte. Esa gente que si fuera una bici llevaría el plato pequeño y estaría siempre en el mismo sitio. Algo así…
El streaming
O la streaming, que tampoco vamos a discriminar por razón de sexo. Siempre a favor del sexo. El señor o señora streaming es el que parece que se ha quedado sin conexión, y acelera, y se vuelve a quedar parado, y vuelve a arrancar con más fuerza. Parece que llevan un espía detrás y están intentando despistarle. Es muy agradable ir detrás de ellos por la calle. ¿No?
John Wayne
Andar como John Wayne no es sencillo. Este señor iba a caballo, con una mano se liaba un cigarro, con la otra disparaba y seguro que con uno de los pies encendía una cerilla. Pero al bajarse del caballo las piernas habían cogido la forma. Como los colchones inteligentes que se adaptan a tu cuerpo serrano. Pues las piernas de estos señores igual, pero sin caballo. Ni colchón, ni pistola. Eso sí, son muy útiles a la hora de jugar al fútbol contra ellos.
Saltimbanquis
Podrías pensar que se trata de gente que trabaja en el Circo del Sol, o en cualquier otro circo. Podría ser que tuvieran habilidad para hacer malabares, o ser unos genios equilibristas. Pero no. Son personas que andan como los gorriones. No, tampoco me refiero que vayan cogiendo migas del suelo. Que también podrían. ¿Habéis visto que los gorriones no van andando? Van dando saltitos. Pues estos señores, también. Son como los canguros, pero sin bolsa. Aunque cuando van a comprar la lleven, porque ahora te cobran la bolsa en todas partes… Me estoy liando… Habéis pillado la idea ¿no?
Arrastrator
Se dejan el sueldo en suelas. Como los Walking Dead. Que también arrastran los pies. Porque los zombies no tienen trabajo. Ni hipoteca, ni nada…. Jodé, ¡Son todo ventajas! Y abrazar zapatos, también.
El cruasán
Que alguno dirá que se dice croissant, pero yo me fío de la señora RAE y también se puede decir cruasán. Pues también anda. El cruasán, y los señores de la RAE, seguro que también, aunque alguno tenga más años que un almacén de calendarios. Son esos señores, los cruasanes, que no pueden juntar los brazos al cuerpo porque los bíceps, se chocan con los trapecios y los “estrenocleidomastoideos” (que son unos músculos muy nuevos). El caso es que estos señores tienen problemas para andar y para comprarse trajes.
Yo controlo
Cuando dices que controlas es que ya no controlas. Y andas dando pespuntes a la acera. Ahora a un lado, ahora al otro. Como si la estuvieras midiendo. Para caminar 100 metros, hacen una media de 400 metros obstáculos con doble tirabuzón. Es posible que hinques el pico y todo.
¡Ahora sin mirar!
“Hay que mirar por dónde vas” Stevie Wonder. Y este consejo junto al de si bebes, no conduzcas, cada vez le hacemos menos caso. Vamos todo el día mirando al móvil no vaya a ser que nos perdamos el último mensaje de “guasap”, o ver si Donald Trump la vuelve a liar en “tuiter”. Es el sin manos de cuando ibas en bici. Ahora sin mirar. Y es que no estamos a lo que estamos.
¿Dónde iba yo?
Vas a la cocina y no sabes a qué has ido. Y te das la vuelta, Y entonces recuerdas que ibas a por agua. Pero te has dejado el vaso en la habitación, y te acuerdas que tienes que ir al baño…
¿Y yo?
¿Os habéis visto alguna vez andar? Es como cuando os escucháis la voz. Es extraño, pero no parece tu voz. Es como si hablara otra persona. Pues cuando te ves andar es igual. Y si ya te ves de espaldas es aún peor. Te das cuenta de que se te ve el cartón, que tienes el culo más abajo de lo que pensabas, que se te ha olvidado planchar la camisa por detrás… Haced la prueba. Ya veréis como no eres tan ancho de espaldas como creías, y sobre todo, que andas raro. Que eres un poco crusaíto, y si te fijas bien, un poco Spice Girl. Ahora, a hacer ejercicio, que caminar es muy bueno.
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