Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Una Navidad “inmóvil”

Nos quieren “inmovilizar” estas Navidades. Y esta vez no es culpa de Carmena… O no sólo culpa de ella. ¿Pues no quieren que dejemos de utilizar el móvil?
No sé si habéis visto alguna de estas campañas en las que te dicen que tenemos que vernos más (hay gente a la que me gustaría ver menos, pero eso es otra historia) o que sabemos muy poco de la familia. Eso pasa porque la gente pone cada vez menos cosas suyas en Facebook o en Twitter. ¿Qué queréis? ¿Que hablemos entre nosotros? Como si estuviéramos en la Edad Media. ¿Qué será lo próximo? ¿Que nos mandemos cartas? ¿O que hablemos por teléfono?
Hablando un poco más en serio. ¿De verdad pensáis que es culpa del teléfono que sepamos muy poco de las cosas importantes de la familia? ¿O que pasamos tanto tiempo conectados a las redes sociales, que hemos desconectado de la gente que tenemos a nuestro alrededor?
Sinceramente, creo que no hay una respuesta única. No todo es blanco o negro, como las cebras o los pingüinos. Hay gente que gracias a las redes y al teléfono las tienes mucho más cerca a pesar de estar a muchos kilómetros de distancia y otros que cada vez están más lejos, aunque estén sentados a tu lado todo el día mirando el puto móvil.
Yo voy a romper una flecha, lanzar una lanza, abanderar una bandera, a intentar defender el uso del móvil en estas fechas tan señaladas (¿El resto de las fechas no se señalan?) Y os voy a dar algunas razones, poco razonadas, eso sí, que se ha acabado el momento intenso de los dos párrafos anteriores. Vamos allá y prometo ser breve.
Convencer al resto del mundo
Si no usamos las redes sociales, ya me diréis cómo voy a convencer al resto del mundo que mis ideas políticas son las que valen y decir a los demás que no tienen ni puta idea de lo que están hablando. El mundo necesita saber lo que yo pienso sobre política.
Penalti y expulsión
¿Qué no ha sido penalti? Y expulsión y además habría que sancionarle por dos años, un día, y un ratito más para que se lo piense de nuevo. ¿Te referías al penalti contra el Villarriba? No, ese no. El de Villabajo. Como se nota que no sabéis de fútbol. La gente también tiene que saber que mi equipo es el mejor, oé, oé, oé patatas con puré. Y además, ha sido penalti. ¡Clarísimo!
Hay que compartir
Es importante que el grupo de WhatsApp de la familia vea ese vídeo del gato cantando un villancico. Ese que te enviaron el año pasado, y el otro, y hace cinco también. No vaya a ser que se pierdan las tradiciones y no lo reciban. Por cierto, no sé si conocéis a un señor que tienen un, cómo explicar… enorme, gigantesco… Es buenísimo. Espera que os lo envío a todos. Y ya de paso al grupo de divorciados de Lugo, y al de madres solteras sin hijos y a…
¡¡¡Es que tengo que contestar!!!
¿Has visto la noticia que han publicado en Facebook? ¡Indignante! ¿Habrá gente que se crea semejante patraña? (¿Os habéis dado cuenta qué bonita y sonora es la palabra patraña?). Esto ya es lo que me faltaba. ¿Y el comentario que ha puesto este señor al que no conozco de nada pero al que tengo que contestar inmediatamente. ¿Qué se habrá creído?  Es necesario que sepa que yo estoy en contra de lo que dice y seguro que le convenzo de que está equivocado. ¿Ves? Ya le he hecho entrar en razón con mis argumentos de mierda.
Esto lo arreglo yo inmediatamente
Esto no puede quedar así. El grupo de música “Los Forever and Chugeder” han publicado en su Instagram un vídeo con su nueva canción. Tengo que poner inmediatamente que no me gustan. No, ¡Espera!  También les insulto, que se lo merecen por ser tan mediocres y hacer este tipo de música que odio… Yo les sigo sólo para que sepan que no me gustan. Y es que van provocando… ¿Cómo se les ocurre sacar una canción?
No todo va a ser quejarse y odiar
Ahora mismo estoy muy ocupado dando likes y diciéndole a la guarra de mi “amiga” lo guapísima que está con toda su familia. Guapa es un decir, porque mira que le queda mal el vestido. Siempre tuvo buen tipo, pero seguro que está enferma porque esa delgadez no es normal. Y anda que su marido, que tendrá mucho dinero, ya podría irse a algún sito a ponerse pelo (preferiblemente en la cabeza).
¿Y nos vamos a quedar sin saberlo?
Otra razón de peso para usar el móvil, siempre, en cualquier situación. No sólo sirve para demostrar que tenemos razón, sino para buscar cosas. Un ejemplo. Toda la familia viendo el programa de Navidad. Ese es en el que sale Raphael, siempre, da igual la cadena que veas, cantando el puto tamborilero, y el ropopompón. Siempre va a haber alguien que se pregunte qué edad tiene Raphael, o como se llama su mujer, en qué lugar se enamoró de él, y a qué dedica el tiempo libre.
¿Quieren que nos perdamos?
Seguro que habéis oído decir a más de uno que sin móvil estaría perdido. Y es literal. ¿Cómo vamos a llegar a los sitios sin "guguelmaps", sin seguir las indicaciones del móvil? Permanezca en el carril derecho para tomar la sexta salida en la rotonda y siga recto un cuarto de milla, dos yardas y una arroba… Fácil, ¿No? No como  antes, que había que hablar con gente que seguro que te indicaba mal para que perdieras.
Espera a que mate a un par de ellos más
No a la violencia. Nunca peleas, siempre smile en la vida real. ¿A quién no le gusta cargarse un par de zombies o unos soldados de la guerra Mundial con el móvil? No literalmente. Con las aplicaciones de dentro del móvil, que hay que explicarlo todo. Y es que hay móviles que tienen mucha memoria… más que nosotros.
Un capítulo más
Te compras una tele de cincuenta pulgadas con alta definición, HD, todos los colores del arco iris, más lista que los que salen en Saber y Ganar, altavoces integrados, más luces que un árbol de navidad y te pones a ver tu serie favorita en el teléfono. Otro capítulo y ya paro. ¿Vale?
“Felisitasiones”
¿Quién me va a avisar de que hoy es el cumpleaños de mi hijo? ¿O de mi primo segundo que tengo de amigo en Facebook pero que no he visto en mi vida? ¿O mi aniversario de boda? Si se te olvida el aniversario de boda, ya te digo yo que te lo van a recordar… y va a ser inolvidable. ¿No sabes qué me pasa? Dímelo tú.
¿Qué vamos a comentar en la cena?
Tenemos que estar informado de lo último. ¿Qué ha pasado en el mundo? Si ya nos han invadido los de Gibraltar, si los franceses están de huelga (seguro que sí, pero para saber por qué esta vez) o si el gordito ha invadido a Corea del Sur, o cuál es la última que ha liado el señor naranja.
¿Tostada o teléfono?
Si dejamos de usar el móvil no podríamos preguntar a esa gente que habla por teléfono o lo que quiera que haga como si estuviera a punto de comerse una tostada.
Quizá no sean razones suficientes para convencerte de que no uses el teléfono estas navidades. En cualquier caso, yo lo tendré encendido o dentro de cobertura por si quieres charlar un rato.


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