Blog de Javier Merchán. Ríete tú de las fake news de Donald Trump. Me invento todos los contenidos, pero no espero que nadie se los crea.
Escribo sobre cosas importantes sin tomármelas en serio.
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
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Yo soy español, español y muy español
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Decía Rajoy que España es una gran nación, y que los españoles muy
españoles, y mucho españoles.
Yo estoy de acuerdo en la primera parte, en lo de la nación. Es grande. Las
hay más grandes, también, pero seguro que si te tocara barrerla, o fregar todo
el suelo te darías cuenta de que es bastante grande. Rusia es más grande, pero no
nos vamos a poner a barrer Rusia. Que lo haga algún hijo de Putin (espero que
no lo lea, y me mande a fregar Siberia).
En la segunda parte, lo de los españoles, ya no estoy tan seguro. Que los
hay que son muy españoles pero hay otros que lo son menos. Algunos vuelta y vuelta,
médium, XL, con doble nacionalidad y algunos hasta con múltiple personalidad. Eso
sí, en España hay muchos españoles. Más que en ningún sitio. Incluso más que en
Londres durante un puente.
Ya os conté hace algún tiempo cómo saber si un
español era muy español. Y hablando de españoles muy españoles… ¿Os podéis
creer que hay gente que no habla español? Que tú te vas, pongamos a Kiev, que
tienen un pollo muy rico, pero no saben español. Los pollos no, y la gente
ucraniana, que vive en Kiev, tampoco. Alguno habrá, pero la mayoría no sabe. Y seguro
que lo hacen aposta, para molestar a los españoles.
Y es que los guiris hacen muchas cosas nada más que por molestar. Vamos allá.
Vienen aquí hablando su idioma
Una cosa que hacen los extranjeros es hablar en extranjero. Eso nos pone de
los nervios. Hay que decir que hay extranjeros que vienen de serie ya hablando
nuestro idioma. Que dicen palabras distintas que nosotros, y con acentos
distintos, como por ejemplo los cubanos, ya tu sabes (que igual no lo sabías, pero
ya estoy yo para decírtelo). Otros extranjeros aprenden español, porque no lo
traían de serie, pero la mayoría tienen la desfachatez de no hablar ni una
palabra en español… aparte de “2 servezas por favor”, “hola señorita”. Y hablan
en su propio idioma, y eso claro, nos cabrea, Y algunos cuando vienen, siguen
hablando en inglés, por ejemplo, o en alemán, o chino (no, no los hablan todos
a la vez, y suele coincidir que el alemán hable en alemán y el chino, muy
deprisa y enfadado). ¿No sería más fácil que hablaran todos en español cuando
están aquí?
¡!Hablan raro en su país!!!
¡No contentos con hablar en extranjero cuando salen fuera, en su propio
país, también hablan en otros idiomas! Ya hemos visto el ejemplo de los ucranianos
nanianos. Pero es que vas a un aeropuerto, digamos en Italia, y te lo ponen
todo en italiano, y hasta en inglés. Y en algunos monumentos, los números también
los han cambiado y los ponen ¡En romano! Esto del libre albedrío se nos ha ido
de las manos.
Meter mano a la comida
No literalmente. Que alguno habrá, pero a lo que me refiero no es que tu
estés comiendo tranquilamente y llegue un extranjero a remover tu plato con las
manos. A lo que voy es que no respetan nuestras recetas. Ellos con poner
chorizo a las cosas ya piensan que es “typical Spanish”. Paella con chorizo, Spanish
gambas son gambas con trozos de chorizo y la pizza española…. ¿A que no te
imaginas lo que le ponen? Queso manchego… y un poco de chorizo.
¿Más
mantequilla?
Con su comida tampoco lo hacen mucho mejor. En muchos países fríen todo con
mantequilla. Todo. Hasta el chorizo frito. Seguro que la mantequilla la cocinan
con mantequilla. Tostadas con mantequilla frita en su propio jugo de
mantequilla. Es como las yogurteras de antes, que utilizabas un yogur para
hacer más yogur. Lo mismo, pero en versión mantequilla. Hasta ellos mismos
dicen que hay demasiada mantequilla.
Persianas ¿Para qué?
¿Para qué persianas? Las ventanas son para que entre la luz. ¿Poner cosas para
que no entre la luz? Ya tenemos visillos. Y muchos. De esos que hacen las
abuelas. Las abuelas de allí son todas millonarias con el contrabando de
visillos. Pero los señores persianistas han tenido que ir a sitios donde se les
valore de verdad. Si no quieres luz, te pones un antifaz. (bonita palabra.
Proviene del latín anti- que significa me
voy a poner esto delante y faz - careto
facial para poder dormir que aquí no hay persianas).
¿Barcelona
o Madrid?
Tu dices que eres español y hay tres opciones A) ¡Ah! Yo
he estado en Barcelona. Y B) ¿De Barcelona o de Madrid? O C)¿Del Barça o del
Madrid? De España algunos conocen más cosas, pero en general, es Messi y
Cristiano Ronaldo. Ahora que ya no está en el Real Madrid piensan que Juventus
es una ciudad entre Barcelona y el Aeropuerto de Barajas Adolfo Suárez Ramón Cajal
Sansón Dalila, Andy y Lucas (ni ellos mismos se distinguen).
¿Comer
a las 12?
A esa hora estoy desayunando o tomando un pincho de tortilla.
¿Y cenar a las 7? ¿Qué somos la Familia Telerín? Quiero ir a un restaurante a
la hora de las personas normales. A las 9 o las 10. ¿Pues no van y me dicen que
a las 10 ya está todo cerrado? Y luego los vagos somos los españoles. Seguro
que están tirados viendo la tele. Si total, la tele del extranjero no la ve nadie,
no hay nada en español, ni Sálvame ni Gran Hermano…
¿Me
das la mano, un beso, un abrazo de lao?
Organización a la hora de presentarse. ¿Qué es eso de que
tengas que saber de dónde es la personal para saludarle de una manera. Dos
besos a todo el mundo, da igual que sea indio, americano, francés o una señora
de Arabia Saudí. Igual con la señora de Arabia Saudí tampoco hay que forzar mucho
lo del saludo. Si no te quieren decir nada, déjalo. ¿Pero el resto? Nada de
hacerte un lío que no sabes si dar la mano, abrazar, bailar una muñeira…
¡Vas
a ver el sol!
Cuando dices que vas a España, no sé si creerán que está
más cerca del sol que, digamos Dublín. Y da igual si vas en diciembre a Burgos,
o en junio a Pontevedra. Siempre habrá sol en España. Y estamos durmiendo la siesta
todo el tiempo y toreando o bailando flamenco. Desde pequeñitos en las escuelas
de Bilbao les enseñan a bailar sevillanas, y a torear en Canarias. ¿Conocéis
algún torero canario? No hace falta que sea personalmente, con que sea de
oídas, me valdría. Tipo, el Niño del Hierro… Molaría la traducción Iron Kid,
como el hijo de Ironman, pero en versión torero.
Como veis, nos molestan muchas cosas, pero los
extranjeros son peores. Mucho peores, que para eso no son españoles. Y menos
guapos que nosotros. Eso sí, algunos tienen más luces que nosotros.
PD: Resulta que hay toreros canarios. Que lo dice Google.
Hay más toreros de otros sitios y algunos menos en Canarias (como las horas,
que siempre hay una menos).
A veces, cuando me pongo a pensar sobre qué escribir en el blog, se me ocurren muchas cosas. Luego me doy cuenta de que alguien ya ha escrito sobre ello, y el cabrón o cabrona lo ha hecho mejor. Otras veces tengo una idea y cuando llevo un buen rato escribiendo, me digo “pero si de esto ya he hecho un post”. Y otras veces, directamente no pienso. Esta vez voy a escribir sobre cosas que ya se han escrito. Pero vamos a hacerlo de otra manera. Y os explico por qué. Pues “resultadeque” estaba leyendo una crítica de una película y no terminé de entender si me estaban recomendando verla, si era muy mala, o me comprara un Opel Corsa. No comprendí nada. Yo creo que los críticos de cine, como escriben a oscuras en la sala de cine, pues luego no entienden lo que han puesto y tienen que inventar, y de ahí lo de “la levedad inescrutable del personaje tiene connotaciones que nos recuerdan el sufrimiento crónico de la sociedad en un ambiente que recela de todo…” Y ahí estás tú l
Esta semana no me voy a meter con las cosas religiosas, a pesar del título (y de que a veces te ponen las cosas a huevo). Aunque los que pintan algo en la iglesia (no me refiero a la señora que hizo el garabato en Borja), se metan en las cosas de los demás, no lo voy a hacer yo. No hagas a los demás que te hagan como yo quiero al prójimo… (Creo que es algo parecido, pero es que ese día me cambié a Ética y me perdí la clase de “Reli”). Esta semana os quería hablar sobre los nombres. Pero no el nombre del padre o del hijo (de verdad que hay nombres de hijos que son para matar al padre y para que le dé un ataque al Espíritu Santo. No tenéis más que pensar en algún Kevin Costner de Jesús, “Yosuas” y Samantas). Hablaremos de los nombres comunes. Hay padres hijos de… Porque vamos a ver ¿Quién pone el nombre de las cosas? A los animales, a las flores, a las ciudades… ¿Dónde está el responsable? ¿Con quién hay que hablar para que se ponga orden? ¿Y qué es este sindiós de
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
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