Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Prohibiendo a Billy Elliot y a Forrest Gump

Probablemente hayáis leído la noticia de que la Ópera de Budapest (todos somos muy “fanes” de las noticias sobre la ópera, y más concretamente de la de Budapest) ha suspendido el musical Billy Elliot por una campaña en la que advertían que los jóvenes corrían el riesgo de convertirse en homosexuales.
Obvio. Tú vas al teatro, ves a gente bailar y te vuelves homosexual al instante. Como cuanto te tomas una pastilla efervescente y se pasa el dolor de cabeza, pero en “homosexualismo”. Isofacto, hisofato, ipso flauto, Inmediatamente. iOjo! Sólo si eres joven. Si eres mayor, ya se te pasa. Eres inmune a estas cosas. Pero es que los jóvenes son muy influenciables. Van por ahí, confusos y cualquier cosa les afecta. Y para que no les pase nada, voy a proponer unas proposiciones que paso a enumerar.
Como os iba diciendo, vamos a seguir prohibiendo cosas para que los chavales no se hagan homosexuales, ni cojan caramelos de extraños, ni les dé por la drogaína, ni les pase nada malo. Pero las prohibimos para todos, no vaya a ser que también nos afecte a los mayores, y eso sí que no.
El cine, enterito, hasta las pelis mudas.
Y es que no sólo te puedes volver homosexual, es que incluso puedes llegar a ser un superhéroe o traficante de drogas. Aquí tienes ejemplos de películas que han arruinado la vida de la gente.
Casablanca
No sólo le tocó sufrir a Humphrey Bogart cuando Ilsa se fue en el avión con Lazslo. (¿Os imagináis al actor de pequeño en el cole con ese nombre? Y es que hay padres muy crueles. ¿Cómo llamas a tu hijo “Janfri”?). Hay personas que nada más terminar la película les dio por cantar la Marsellesa a todas horas. Que un rato está bien, pero a la quinta vez que repites “A los anfan de la patrí”, ya quieres matar a los “anfan”, a la “Patrí” y al que lo canta. A otros les dio por montar un café y un pianista que se llama Sam en medio venga a tocar y tocar. Que le tienes que decir, ¡No la toques más Sam!
Indiana Jones
Se han dado casos de gente que les ha dado por luchar contra los alemanes (que se lo digan a los coreanos en el mundial) e irse a buscar el arca de la alianza (donde se guardan todos los anillos de la gente que se va a casar). Un joven de Wichita (que ahí están todos muy mal de lo suyo) se ha ido a vivir a una pirámide y ahí anda leyendo jeroglíficos (pudiendo leerlos en el periódico) y allí guarda el Santo Grial y pasea desnudo únicamente ataviado (qué me encanta el verbo ataviar) con su sombrero y el látigo. Todo por culpa de las películas de Indiana Jones.
Superman, Wonderwoman, Super Ratón
No han hecho daño los superhéroes ni nada. Todos, pero en particular los que llevan capa y los gayumbos por fuera. Que se puso de moda ir enseñando los calzoncillos con los pantalones a medio cagar. A otros les dio por saltar desde la terraza creyendo que pueden volar. Mira los ingleses en Mallorca, y sin capa, ni nada… Copas, sí, muchas, pero eso es otra historia. También hay gente que se pone a escalar por los edificios emulando a Spiderman… o para intentar robar, que nunca se sabe las intenciones de los superhéroes.

Pretty woman
Hay gente que de pequeño vió Pretty Woman y de mayor tiene canas y va con señoritas de compañía, y les compra cosas muy caras en las tiendas de postín (que son tiendas que venden cosas muy caras y te puedes tomar un café mientras decides en qué te gastas el dinero), se meten en la bañera con ellas y gastan bromas con las joyas.
E.T.
¿Te imaginas que todos los que se encuentren por la calle un marciano se lo llevaran a casa? ¿Qué les dais de comer? No hay bolsitas de pienso para ellos, ni latas de comida para venusianos (¿o es venusinos?). Y pobrecillos esos padres cuando vean la factura del móvil, o del fijo, cuando el señor alienígena se pase el día intentando poner una conferencia con el planeta Raticulín, o Ganímedes, y todo a cobro “revenido”. Niños, si veis un marciano, lo primero que tenéis que hacer es dejar las drogas, y corred, ¡Corred!

Frozen
Esta sí que tiene delito. Es ver la película y te dan ganas de cantar lo de “le ligó, le ligó”. ¿Que por qué hay que prohibirla? ¿Necesitáis más pruebas que la imagen de abajo? ¡¡Que habéis creado un monstruo!! Bueno, lo de Leticia Sabater no es sólo culpa de los señores de “Fronze”.
Titanic
¿Necesitáis razones para prohibirla? ¿Casi 4 horas de una película en la que ya te sabes el final? La verdad es que esto podría servir para todo el cine comercial. La típica historia de amor de chico conoce a chica, y va el barco sin luces ni nada y se choca contra el único iceberg que queda en el mar. ¿No podían haber ido por el Caribe que hay sitios para para y echar gasolina y pegarte un baño? No, por donde más frío hace. Y claro, el chaval, que no lleva ni rebeca ni nada, pues al final… mejor no te cuento el final.
Forrest Gump
¿Cómo vamos a prohibir a Forrest Gump? Un personaje de gran corazón, que tuvo una infancia difícil, pero que al final consiguió estar con el gran amor de su vida, Jennnny (así lo pronunciaba él). Pues sí, hay que prohibirlo. Por que como decía la madre de Forrest, tonto es el que hace tonterías, y hay tanto tonto hay fuera que es necesario hacer algo para acabar con ellos. También prohibiría la de 2 tontos muy tontos, para evitar que haya políticos que hagan tonterías.
Lo mejor es si tenéis niños, no les llevéis al colegio. Del hospital directamente a casa. O mejor que nazca en casa, que hay gente por la calle que puede ser un mal ejemplo. De pequeños, los metéis en una caja, como el gato del señor con nombre raro, y a los 18 les sacáis. Al niño, al gato no, que no creo que sobreviva 18 años…

Ahora, en serio, (prometo ser muy breve, que no entráis aquí para que os de nadie lecciones), no prohibiría nada, ni siquiera las películas malas. ¿Quién soy yo para meterme en la orientación sexual de nadie? ¿Prohibir que dos personas del mismo sexo quieran estar juntos? ¿Que se casen o no se casen, que se divorcien o vivan juntos para siempre felices y que coman perdices, o si quieren cenar tofu… bueno eso no, que lo de los veganos sí que es grave.

Bueno, os dejo que voy a ver una película. Creo que hay una muy buena de un chico inglés que quiere ser bailarín…


Comentarios

  1. Lo de Hungría me hace recordar una viñeta de Mafalda portando un cartel muy grande que dice "¡¡¡El mundo está hecho de protones, neutrones, electrones y tontos de los cojones!!!". Pues eso...
    ibb

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