Blog de Javier Merchán. Ríete tú de las fake news de Donald Trump. Me invento todos los contenidos, pero no espero que nadie se los crea.
Escribo sobre cosas importantes sin tomármelas en serio.
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
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Razones para no odiar mucho el Mundial
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¿Estás harto del Mundial y querrías que se acabara ya mismo? ¿Tu televisión
se ha llenado de gente en pantalón corto con nombres raros? ¿Tus amigos no
quieren quedar contigo porque prefieren ver el partido entre la selección
nigeriana e Islandia?
Puede que incluso no sepas que hay un Mundial de Fútbol. Conozco gente, y
son personas normales, que no tienen ni idea de que se han juntado varios
países en Rusia para dar patadas a un balón (No al mismo balón, que sería un
lío y no habría campos tan grandes, ni siquiera en Rusia).
Hay otros que sí que saben que hay fútbol, otra vez, pero no disponen de
toda la información. Pero para eso estoy yo aquí. Como ya hemos dicho, el
Mundial es en Rusia, un país tan grande que ni siquiera puede medirse en campos
de fútbol. El Mundial aunque a algunos les pueda parecer eterno, sólo dura hasta
el 15 de julio. Operación Triunfo duró más y estabais todos tan contentos…
hasta que llegó Eurovisión. En el mundial no te dan puntos si cantas. De hecho,
es mejor que no hagas ninguna cantada. (Que se lo pregunten a algunos porteros)
¿Quién juega? Mucha gente, de muchos países, nada menos que 32 (países, no
gente. De esos hay mucha más, como decía la canción, viva la gente, la hay
donde quiera que vas). El resto del mundo mundial también quería jugar, pero no
se han clasificado. Nos solidarzar, solodr, vamos que nos dan mucha pena
y les mandamos mucho ánimo.
Ahora que ya tenéis unas nociones sobre el evento, os voy a dar algunas
razones para no odiar, demasiado, al mundial y la “%?$! que lo parió.
Son cada cuatro años
Sólo cada cuatro años. También es jodido levantarse de la cama y lo haces
todos los días; y a veces varias veces al día, si cuentas las siestas y las
veces que… (lo dejo aquí que es posible que estemos en horario infantil). Las
elecciones generales también son cada 4 años, pero a veces se adelantan y
tienes que votar más veces. El Mundial no se adelanta, ni se repite, ni nada.
Eso sí, tampoco gana el que tú quieres.
Vete al cine, sal a cenar
Todo esto lo puedes hacer aunque no haya mundial, pero prueba a hacerlo un
fin de semana en el que juegue la selección de tu equipo. Podrás aparcar en la
puerta del cine, cenar en ese restaurante que nunca admite reservas, pasear,
incluso rodar una película en medio de la calle y no habrá nadie saludando y
preguntando que esto cuándo sale. Las calles más vacías que la biblioteca de un
futbolista.
Casarte y que no vayan ni los
allegados
Pensándolo bien, no es tan mala idea. Vas al juzgado, que siempre habrá
alguno de guardia, te casas y te vas a cenar tan ricamente con tu esposo o
esposa. Sin allegados y sin nadie que vaya a “allegar”. Ambos dos, vosotros y
el amor que os profesáis. El resto del mundo está preocupado del partido… es
probable que los camareros tampoco te hagan mucho caso, pero como os queréis
mucho no os importará y comeréis perdices… o lo que haya en el menú, que tampoco
vamos a ponernos exquisitos.
¿Y si me pongo a estudiar?
Si no te gusta el fútbol piensa que en la tele dedicarán 25 horas diarias
al Mundial. Piensa en todo el tiempo que podrías dedicar a estudiar. Hay gente
que se ha sacado un master en un fin de semana. O aprender idiomas (uno por
uno, que luego es un lío y no hay quién te entienda), un curso de cocina (por
Internet, que los cocineros también están viendo el mundial), o terminar el
cubo de rubik que dejaste cuando te lo compraron tus padres. No, no vale,
cambiar las pegatinas… (Tengo un amigo que lo hizo… Vale, no era un amigo.
¡Cómo sois! Siempre me sonsacáis y os lo cuento todo).
Seguro que no hay nadie en “Nesflis”
También podéis aprovechar y ver todas las series seguidas, ¡Un mes entero!
Total en la tele no hay más que fútbol. Todo Netflix para vosotros. Yo os
recomendaría la serie “Marcos” (que es de un niño que se va a buscar a su madre
a Colombia y allí se hace traficante de “drogaína” y luego tiene un mono y dice
Plata o Plomo, el mono no, el niño cuando se hace mayor).
Medita
Deja tu mente en blanco. Fluye. Inspira por la nariz, expira (siempre me
gustó esa palabra, aunque la relaciono con los yogures y otras cosas que
caducan… no me hagáis mucho caso). Aprovecha estos días para aprender a
meditar, aléjate del mundanal ruido (¿Se puede utilizar mundanal con otra cosa
que no sea ruido?), Inspira. Escucha a tu cuerpo, siente, deja que la energía
llegue a través de las puntas de los “pieses” y salga por tu cabeza. Vacía tu
mente. Siente. ¡Y sigue respirando, que hay que decirlo todo!
Italianas e italianos
Quizá no sabéis que la selección italiana no se ha clasificado para el
Mundial. ¿Qué significa eso? Pues que no tienen plan para este verano y ya
sabéis cómo son estos “ragazzi e ragazze” (lo que vienen siendo chicos y chicas
pero en su idioma). Con salir a cualquier playa del mundo mundial os daréis
cuenta. Allí están ellos (mayormente ellos) y oye, que hay gente para todo (¿no
hay personas que disfrutan con la tuna?), pues a lo mejor tienes ahí una
solución para pasar un verano. Otra opción es ir a Italia, que es por donde
suelen estar los italianos. En el Vaticano, ya es algo más complicado la opción
de pillar cacho, pero nunca hay perder la fe.
Organízate
Si tu pareja es aficionada al fútbol, piensa que tampoco es tanto tiempo.
Son 90 minutos, 15 más si tienes en cuenta el descanso, que es lo que tardas en
coger algo de comer, ir al baño y mira el teléfono. Dos horas, como mucho… a
tres partidos diarios… El resto del tiempo es para vosotros. Todo es cuestión
de organización.
Si no puedes con tu enemigo…
Siempre queda la opción de unirte a la gran fiesta del fútbol (así lo
llaman para que pienses que te lo vas a pasar bien). Eso sí, asegúrate que
animas al equipo correcto y ten en cuenta que los forofos escucharán menos de
lo normal durante un partido de fútbol. Se vuelven como Shakira. No, no se
enamoran de Piqué, ni les da por mover las caderas. Se vuelven ciegos y sordomudos
para todo lo no que sea el fútbol). Dentro vídeo.
Aprende geografía e historia
Siempre hay reportajes sobre los diferentes países que participan en el
mundial. Que España juega contra Portugal, ahí tienes en el telediario a un
señor con un micrófono en mitad de Lisboa hablando con los portugueses gritando
que nos van a ganar “Dois a Seru, de Cristiano Gonaldo”. Porque ellos no saben
pronunciar bien Ronaldo. Aprenderás cosas como que Egipto tiene selección de
fútbol y serán tan originales que los llamarán faraones, (si son muy malos, les
llamarán momias), o teutones a los de Alemania (no voy a decir cómo llaman a
las alemanas), y que la camiseta de Croacia es la más “cuqui” de todas, como el
mantel de una pizzería.
Conocer a los jugadores
Aunque os parezca mentira hay personas que leen CR7 y piensan que es una
carretera de circuncisión (de las que evitan atascos), o que “Grisman” es el
nombre de un superhéroe de la última película de Marvel, o que Neymar es el
nombre de la urbanización a la que van a ir de vacaciones en agosto en
Torreviejalicante (sí, va todo junto). Es una oportunidad para ser uno más de
los que discutirán si Messi es mejor que Cristiano o qué poco pelo le queda a
Iniesta, o por qué tienen todos los jugadores esos bultos en la tripa ¿estarán
malitos?
¿Veis? Hay miles de cosas positivas sobre el Mundial de fútbol. Y muchas
más que no te he contado, como que habrá árbitros viendo la tele (y encima les
pagan, y lo llaman VAR, con V), y las bonitas melodías que cantan los
aficionados, las cosas tan bonitas que les dicen a los jugadores…
Todo un mundo de fantasía e ilusión ¿verdad? El caso es que te gusten o no,
los veas o decidas hacer otra cosa, lo importante es que inspires y expires,
vacía tu mente y si es posible, que gane tu equipo.
A veces, cuando me pongo a pensar sobre qué escribir en el blog, se me ocurren muchas cosas. Luego me doy cuenta de que alguien ya ha escrito sobre ello, y el cabrón o cabrona lo ha hecho mejor. Otras veces tengo una idea y cuando llevo un buen rato escribiendo, me digo “pero si de esto ya he hecho un post”. Y otras veces, directamente no pienso. Esta vez voy a escribir sobre cosas que ya se han escrito. Pero vamos a hacerlo de otra manera. Y os explico por qué. Pues “resultadeque” estaba leyendo una crítica de una película y no terminé de entender si me estaban recomendando verla, si era muy mala, o me comprara un Opel Corsa. No comprendí nada. Yo creo que los críticos de cine, como escriben a oscuras en la sala de cine, pues luego no entienden lo que han puesto y tienen que inventar, y de ahí lo de “la levedad inescrutable del personaje tiene connotaciones que nos recuerdan el sufrimiento crónico de la sociedad en un ambiente que recela de todo…” Y ahí estás tú l
Esta semana no me voy a meter con las cosas religiosas, a pesar del título (y de que a veces te ponen las cosas a huevo). Aunque los que pintan algo en la iglesia (no me refiero a la señora que hizo el garabato en Borja), se metan en las cosas de los demás, no lo voy a hacer yo. No hagas a los demás que te hagan como yo quiero al prójimo… (Creo que es algo parecido, pero es que ese día me cambié a Ética y me perdí la clase de “Reli”). Esta semana os quería hablar sobre los nombres. Pero no el nombre del padre o del hijo (de verdad que hay nombres de hijos que son para matar al padre y para que le dé un ataque al Espíritu Santo. No tenéis más que pensar en algún Kevin Costner de Jesús, “Yosuas” y Samantas). Hablaremos de los nombres comunes. Hay padres hijos de… Porque vamos a ver ¿Quién pone el nombre de las cosas? A los animales, a las flores, a las ciudades… ¿Dónde está el responsable? ¿Con quién hay que hablar para que se ponga orden? ¿Y qué es este sindiós de
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
Tienes razón, Javier, aguantaremos que es lo que hay... ¡Y que gane la Roja!
ResponderEliminarBesotes,
ibb