Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Reinventando las canciones del verano


Igual debería cambiar el título y poner reventando las canciones del verano, pero no me gusta hacer spoilers (lo que antes era joder el final, ahora lo llaman spoiler).

El caso es que estamos a punto de llegar a la época estival (el calorcito, para los que no tienen estudios) y aún no hay canción del verano. ¡Qué tiempos aquellos en los que Georgie Dann o su primo King África nos daban la turra! ¿No lo echáis de menos?

Yo tampoco. Pero como me debo a mi público, vamos a recordar algunas. Imaginaos que suena un arpa (que es el instrumento que sirve para avisar de que hay que recordar algo). 

Prometo que no voy a poner el vídeo de ninguna de las canciones del verano. Podéis seguir leyendo. 
También te aviso, que algunas no son del verano, son de entretiempo, que viene a ser ese tiempo en el que puedes ver a uno en pantalón corto y chanclas cruzarse con una señora con bufanda y abrigo de piel.
El establecimiento playero
También conocido como El Chiringuito. Si hablamos de canciones de verano, no podía faltar (sí podía faltar, de hecho era mejor que no la hubiera escrito nunca este señor que echaron de Francia por pesao y nos lo trajeron aquí). Los franceses siempre nos han tenido mucha manía y empezaron mandándonos al hermano de Napoleón, luego nos tiraron los camiones con las fresas y después, para rematarlo, nos mandaron a Georgia Dann. Y lo peor, es que además vino cantando.

Ya os avisé que no os iba a hacer pasar por el mal trago de poner el vídeo, pero no os dije que podría poner la letra. Sólo con leer esta, te das cuenta de que el señor francés, vino a hacer daño. Más malo que el peluquero de Donald Trump. ¿Qué eso de dar a probar a las chicas tu sardina Georgie? O dar morcilla a la gente que se amontona en tu chiringuito a orilla de la playa? Y no os perdáis el final de este pervertido corriendo detrás de la rubia para ponerle el bronceador. Demanda al canto para el señor y que le cierren el chiringuito ya… Y si se equivocan y cierran el programa de fútbol que se llama igual, pues mala suerte. Hemos venido a jugar J

El artefacto explosivo

Seguimos con gente cansina y sus canciones. Que no tengo nada en contra de los extranjeros, pero… (lo único que voy a decir en serio es que de verdad, no tengo nada en contra de los extranjeros, de hecho yo vivo en el extranjero. Aunque depende de para quién, no es el extranjero… mejor no me explico más que parezco un político dando explicaciones tras su última cagada los recientes acontecimientos.
El caso es que este señor vino de Argentina para CANTARRRRR y BAILARRRRR, y todos los infinitivos que se os ocurran y dar la lata en todas las fiestas de pueblo con la Bomba, el movimiento sexy, suavecito para arriba y para abajo. Espero que el karma actúe y el destino le tenga preparado un DESPERTADORRRRRRR cada dos minutos que no le deje DORMIRRRRRRRR.

Ave María, ¡Qué verano nos diste!
No todos los que dan la lata vienen del extranjero. Nosotros también importamos (poco, importamos muy poco) a gente a otros países. El caso es que ahí estaba David Bisbal vendiendo discos en 2002. 16 años ya y aún no sabemos cuándo serás mía Ave María. Bueno, mía no, de Bisbal, que yo tengo bastante con mis cosas como para cuidar de un ave. ¿Todavía andará el muchacho dándole vueltas al tema? 
Ricky y María

Otro que también nos dio guerra con la María. ¿Y si están hablando de drogaina todo el tiempo? Porque dice cosas muy raras para ser una señora. Que es blanca como el día (ya me dirás de qué día habla) o veneno, y caliente y fría y que es un espejismo sexual.  Yo de momento voy hablando con arroba policía o arroba guardia civil para que vean si esto es delito, aunque como es de 1995 (vosotros aún no habíais nacido) a lo mejor ya ha prescrito.

Eso sí, sirvió para que los guiris aprendieran a decir, un pasito palante y pasito patrás.  Que ya me dirás en qué conversación van a meter aquello.  A no ser que te dediques a ser instructor de yenka, que eso sí que debe ser delito.


Mucho bailaban estas señoras

Dos jóvenas que estaban todo el día, (en realidad, era toda la noche) bailando. Y dale, y baila, baila, bailando ba…. ¿Bailando ba? Es lo que tiene estar todo el día pensando en la danza, que no te da tiempo a ir al colegio y pones va, tercera persona del presente de indicativo, escalera a, piso 3º del verbo ir, con b. ¡Con b! Lo que no entiendo es cómo los chicos se enamoran cuando llega el calor que no se fijan en cómo escriben Sonia y Selena, que así se llamaban las cantantas. O igual es que a los chicos no se fijen tanto en las letras.


¿Qué coño es Sarandonga? ¿Y cuchibiri?
No me he vuelto loco. Es que esto es de una canción que canta Lola Flores, la hija, la que no es Rosario, la otra, la que antes era Lolita. ¿O la canta Rosario? ¡Qué más da! El caso es que esta señora también ha dado la lata con la sarandonga y el arroz con bacalao, que igual debe ser una salsa. Lo del cuchibiri no tengo tan claro que quiera saber lo que es. ¿O es cuchibili? A veces es mejor vivir en la ignorancia.



Mayonesa
Seguimos con la comida. Y os voy a contar un secreto. Todas las parejas tienen una canción. Su canción. Que tampoco es que sea personal e intransferible, puedes compartirla con otras parejas. Pues esta es la nuestra, la de mi pareja y mía. Todo empezó como una broma porque estaba de moda cuando empezamos y quizá por eso nunca nos hemos casado, para no tener que bailar un vals y cantar lo de que ella me bate como haciendo mayonesa. ¿Sabíais que el grupo que lo cantaba se llamaba chocolate? No podían tener un final feliz y eso al final se cortó. Como la mayonesa.

No tan aprisa
Os podéis imaginar de qué canción estamos hablando. Los únicos que no sabemos pronunciar bien la canción somos los españoles. ¿Quién dice despacito? Es despasito, y así la canta todo el mundo. Eso sí, cuando les sacan de ahí, ya no la controlan tanto.

Desalojemos lo que no sea óptimo
Esta es mi favorita. La canción del verano que más me gusta. No sé cómo no aprendéis, al final os voy a poner la canción.

Lo que sí que haría es algunos cambios para adecuarse más a mi edad. Tendríamos que trabajar un poco en las rimas y ver cómo cuadraría con la música.  

Y yo me aproximo, aproximo, aproximo, preparada para la danza
Debido a que recientemente, has provocado mi ira
Y yo me encamino, encamino, encamino, presta para realizar una coreografía
Estoy convencida que no voy a reparar en

En un doncel siniestro negativo, negativo, negativo,

Desalojemos lo que no sea óptimo, negativo, negativo, negativo
No anhelo elementos perversos negativo, negativo, negativo
En mi existencia nocivo, negativo, negativo, negativo.

Mejor lo dejamos aquí, que bastante daño han hecho ya las canciones del verano.




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