Si tenéis algún amigo informático (sí, los informáticos también tienen
amigos) alguna vez habrás oído historias sobre las cosas que le piden. Que si
me mires el ordenador, que me cambies la hora del vídeo, echa un ojo a mi
teléfono móvil que quiero salir de un grupo de “guasap”, prueba tú en el cajero
automático que me dice que no hay dinero… Y muchas cosas más. Es que los
informáticos te lo arreglan todo, todo y todo. A veces…
¿Pero os imagináis que estas cosas pasaran en otras profesiones? No hace
falta que te lo imagines, que ya te lo cuento. Pero estate atento, que no lo
repito.
Políticos
¿Os imagináis que haya gente que hable con los políticos, alcaldes (el que
elige el vecino… ¿o era el alcalde el que elige al vecino? ) para recalificar
un terreno, o cambiar leyes, o recibir regalos para favorecer a otras personas?¡No
lo quiero ni pensar!
Banqueros sin fronteras
¿Para qué
queremos un amigo que trabaje en un banco si no es para darnos el juego de
cacerolas, el robot cocinero, el “duvidé” y una Tablet? El boli no te lo
regalan ni de coña, pero ¿No podían poner un cero a la derecha en el saldo de
tu cuenta? ¿Qué les cuesta a ellos? Si un cero no va a ningún sitio.
Para qué voy a ir al médico si yo tengo un conocido…
Igual que el informático te instala el “guindous”, pues tu amigo el médico
te puede recetar algo para cuando te duele aquí (siendo aquí, cualquier parte
del cuerpo). Lo malo es que cuando te duele allí, tu amigo médico no es
especialista en eso, sino en lo otro, y al final tienes que ir a un doctor de
verdad. No como tu amigo, que no sabe de nada y al final te van a dar por ahí…
literal J
Cambiar la trócola
Siempre es muy útil tener a un mecánico a mano. Lo mismo te cambia las
ruedas del coche, que te carga la batería con el aparato “desfibrilador de
coches”, o te pone la trócola nueva, un freno de mano y otro de pie. Y todo
gratis porque para eso es tu amigo y no tiene nada que hacer y te lo hace a
cualquier hora del día o de la noche porque para eso son los amigos.
Arquitecto (arqui, casa, tecto, planos)
Estás buscando casa y nada, que no te gusta ninguna… En realidad lo que no
te gusta es lo que cuestan. Entonces es cuando te acuerdas que el amigo de tu
cuñado es arquitecto, o ingeniero, o algo que tiene que ver con las casas. El
caso es que lo mejor es hablar con él para que te haga los planos... Si total los
hace el ordenador, a él seguro que no le cuesta nada y además tiene una
impresora de esas de papeles grandes. O mejor una maqueta que son más chulas…
Ya si eso que la construya un amigo de confianza que me lo hace más barato.
Mi “Dientista”
No me fío yo de cualquier “dientista”. Tengo un amigo que me hace la
limpieza gratis y no me cobra los empastes, ni los puentes, ni los festivos, ni
nada. Total, él ya tiene muchos clientes y de paso que me ponga unos alambres
de esos para arreglarme la piñata, o mejor una dentadura nueva.
Traductor
Tener un amigo traductor te soluciona todos los viajes. Da igual que tu
amigo sea traductor de ruso, tú le preguntarás cómo se dice arroz con leche en
francés. ¿Cómo? ¿Que sólo traduces en un idioma? ¡Pues vaya traductor que no
sabe traducir! O si da la casualidad que le preguntas por el idioma que
controla, le utilizaras para la frase que menos sentido tenga… Que para eso es
tu amigo.
Búscame algo, que para eso
trabajas en Google
¿Conocéis a alguien que trabaje en Google? Sí hombre, uno de esos que están
todo el día jugando en la oficina al futbolín, con comida gratis y con un robot
que hace las búsquedas por ellos (lo sé de buena tinta, conozco a muchos…). Que
tú les pides que te encuentren algo y te dicen que lo busques tú. ¡Así
cualquiera! Lo que hace falta no es un buscador, ¡Es un encontrador!
Mi amigo Poncio, el piloto
Todos tenemos un amigo piloto, pero de los de verdad, no como Fernando
Alonso, que ese no tiene amigos, que no lleva a nadie en su coche ni nada. De
los que llevan aviones. Pues a ellos les da igual llevarte en su avión a
Albacete que a Baden Baden, Bora Bora o New York New York. Que se lo pides con
educación y seguro que te hacen caso. Si una vez que están volando, ya lo ponen
el piloto automático y te llevan en un periquete (unidad de medida de tiempo
que supone el doble de un “pispás” y la mitad de un cojón, que es la unidad más
grande en la que se dividen los viajes en avión).
Tengo yo un amigo que es bombero
Igual te apaga un fuego, que salva un gatito o te abre una puerta, que te
hace un calendario con sus colegas… Esos que tienen una enfermedad en la tripa,
que les salen bultos. Y además, que siempre están para ayudar. Da igual que el
fuego les pille lejos, que van con la manguera donde haga falta. Eso sí, no
pidas que te den ideas, que ya sabemos cómo son las ideas de bombero.
Locutor de bingo
¿Conocéis a alguno? Eso sí que tiene que ser un chollo. Que sólo diga los
números que tienes en tu cartón. Y tu todo el día cantando como los de
Operación Triunfo, pero sin cruzar la pasarela ni nada. Eso sí, la conversación
iba a ser un poco aburrida, nada más que números y seguimos para bingo.
Habéis pillado la idea ¿No? Lo bueno es tener amigos en todas partes. Un sacerdote
porque siempre te puede dar un traguito de vino (siempre con moderación y ya si
quieres te lo acompañan con una buena… bueno, ya sabes), o un óptico para ver
lo que es bueno, y desde muchos puntos de vista, o floristero (parece un insulto antiguo, pero no, es el que te
regala flores como si fuera un novio al principio de la relación), o un amigo
escritor para que te regale su libro, si total, hay muchos en las bibliotecas…
Os tengo que dejar que he quedado con un amigo italiano y me ha dicho que
me iba a regalar uno de sus coches.
Ay amigo cómo te entiendo. Yo sólo he "sufrido" el 'tú que has estudiado publicidad, hazme un cartel (o un banners, que "semos" modernos) para la feria de coches de mi pueblo'. Pero en más de una ocasión he defendido a otros de ataques tipo 'pues pa qué tanto informático, si llevo meses esperando a que me libres el móvil'.
ResponderEliminarUn abrazo Starshine 😉
Que suerte!!!!!. Esos coches son los que me gustan. Presentame a tu amigo para que me regale uno. ¡¡¡¡¡Uno nada mas!!!!!.
ResponderEliminarMi abuela decía que era bueno tener amigos hasta en el infierno. No sé si se refería a que ellos le bajarían la temperatura de las calderas de Pedro Botero hasta convertirlas en spa.
ResponderEliminaribb