Blog de Javier Merchán. Ríete tú de las fake news de Donald Trump. Me invento todos los contenidos, pero no espero que nadie se los crea.
Escribo sobre cosas importantes sin tomármelas en serio.
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
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Sara Carbonero, se hace de noche y el Vicente Calderón
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Vamos a empezar por el principio y a explicar quién es Sara Carbonero y
Vicente Calderón. Algunos ya sabéis quiénes son, pero es muy probable que no le
veáis la relación. Y aún mucho menos en el título de un post. Si ya le juntamos
lo de la noche, la cosa se pone más complicado que ver a un culturista con
gafas de cerca. (Ver de cerca a un culturista no es muy difícil, me refiero a
un culturista que lleve este tipo de gafas)
Sara Carbonero es una periodista que presentaba las noticias deportivas en
Tele Cinco, conoció a Iker Casillas y se casaron y es muy probable que sean
felices y que alguna vez hayan comido perdices.
Vicente Calderón fue presidente del Atlético de Madrid, y dio nombre y
apellido al estadio en el que, hasta este año, ha jugado el equipo. Así, de
generoso era el señor. Pudiendo haberle dado otro nombre, le prestó el suyo a
un campo de fútbol. Lo de la noche, ya lo explico ahora, y la relación entre
Sara Carbonero y el señor Calderón. Ponte cómodo que allá voy.
Como muchos ya sabréis mi equipo de fútbol es el
Atlético de Madrid y desde que era muy pequeño suelo a ver los partidos de mi
equipo. Hay veces que no he podido ir y de eso os quiero hablar. De las veces
que no he ido al Vicente Calderón. De ahí una parte del título.
No, os voy a hablar de todas las veces que no he
ido, sólo de dos y son probablemente las más divertidas de todas. Una tiene que
ver con mi sobrino Jorge, y otra con mi madre. En las dos, ganó mi equipo, pero
eso es lo de menos y lo único que podría significar es que el gafe soy yo, pero
esa es otra historia.
Se
hace de noche
Es una de las frases más conocidas en la familia.
Mi sobrino Jorge (es muy posible que no esté leyendo, él es más de esperar a la
película) fue por primera vez al estadio con 4 años. Allí iba él con toda la equipación,
su camiseta, pantalón, medias de fútbol y su “fufanda” (así la llamaba él en su
tierna infancia). Aquí tenéis un documento
gráfico de su primera vez, junto a mi hermana.
En mi defensa tengo que decir que yo no tengo
ninguna responsabilidad de que sea del Atleti. Es más, desde muy pequeño le he
intentado convencer de que se haga del Real Madrid para sufrir menos. La vida
es muy dura para complicársela todavía más. E incluso le he comprado la
equipación completa del Real Madrid… Aún no sabemos para donde tirará, o si al
final le da por el pádel, que no se gana tanto dinero, pero no te llevas
disgustos.
El caso es que ahí estaba él, sin poder creer que
había tanta gente del mismo equipo. “¡Cuánta gente! ¡Y todos del Atleti!”. La
cosa no empezó mal, era divertido ver a unos señores jugando, pero él había ido
a otra cosa. Iba pasando el tiempo, cada vez era más tarde. Ahí es cuando
empezó a murmurar, y a ponerse cada vez más triste. Y a seguir murmurando…
Hasta que mi suegro, que también había ido al
fútbol, y que también es su abuelo (un hombre polifacético el señor Antonio
Páez), le preguntó. “¿Qué dices Jorge?”, y mi sobrino entre lágrimas contestó sollozando
“Yo me he vestido así… Se hace de noche… y no juego…”.
Poneos en su lugar. Te dicen que vas a un estadio
de fútbol. Te visten de futbolista, vas con toda tu ilusión, se hace de noche y
¿NO JUEGAS? Y claro, tuvo un momento Matías Prats.
Sara
Carbonero
Ahora es cuando os explico lo de Sara Carbonero.
Pero primero os dejo la versión de mi madre de su primera vez en el Vicente
Calderón.
Ayer hice algo que creía que
no haría nunca, sé que va a sorprender a mis amigos, y sobre todo a mis hijos,
no sé cómo ocurrió, pero lo cierto es que lo hice...IR AL VICENTE CALDERÓN. Lo
hice por acompañar a mi marido, que es el verdadero aficionado, no es que
quiera disculparme. El campo impresionante, actividades variadas, se canta, se
comentan cosas de la familia (del rival).
Por lo que oí los debían
conocer a todos, eso sí, yo misma grité un !!GOL!! y dos o tres!! UUYYY!! Pero
el Atletico de Madrid se alzó con el triunfo, lo de alzarse es literal, porque
hay que ver las veces que se caen con lo jóvenes que son. Mi experiencia en fin
ha sido positiva, después de negarme a ver el espectáculo, durante tantos años.
ENHORABUENA A TODOS LOS
COLCHONEROS. Ellos se llevaron una bonita copa, y yo un " SEMBRAO" de
cáscaras de pipas en mi cabeza. Besos a todos.
Este texto es lo que puso mi madre en su Facebook. Así nos enteramos mi
hermana y yo que, por fin, después de años y años intentando convencerla, que
se animó a ver un partido. Ya no en directo, sino en la tele, ella que el único
partido que había visto fue un rato el 12-1 de España a Malta, y que se sentó a
verlo cuando marcó Señor.
No ha sido el único partido al que ha ido mi madre. No es que se haya
convertido en una forofa, pero al menos ya sabe a qué equipo tiene que animar
(siempre que jueguen con la primera equipación) y en qué dirección tienen que
atacar los nuestros (como dice ella). En la segunda parte, la pregunta se
repite. Los nombres de los jugadores es algo que va más despacio, y es que hay
muchos, y se cambian de equipo constantemente. Messi le tenemos controlado, es
el pequeñito del Barcelona. Cristiano Ronaldo es el de la nuez para fuera. Y
Casillas, es muy majo. Hasta ahí… Y el de Sara Carbonero.
Durante el partido, además de llevarse un “sembrao” de pipas en la cabeza, escuchar
las canciones y los recordatorios a la familia del rival, uno le llamó la
atención por encima de todos. Y tenía que ver con la periodista. Repetían su
nombre y en una rima consonante le hacían saber a su esposo, que jugaba en
aquella época en el equipo rival, que su mujer era ligera de cascos durante la
época estival. “Sara Carbonero, putón verbenero”.
Eso está muy feo. No está bien meterse con nadie, pero claro, no te vas a
poner a convencer a todos los que gritan, uno por uno, de que eso no se hace,
caca, pero al menos, intentó conseguir una respuesta. Ni corta ni perezosa, se dio
la vuelta esperando una explicación por parte de uno de los “gritaores”. No
obtuvo más respuesta que: “Esto es así, señora”.
Así quedó la cosa, Jorge sin saber por qué se había vestido así si luego no
iba a jugar, y mi madre sin entender muy bien qué tenía que ver la mujer de un
futbolista con el partido… Y es que el mundo del fútbol no hay quién lo
entienda.
Ahora habrá historias diferentes en un estadio nuevo. Habrá muchas primeras
veces por que el equipo cambia de casa. Ahora están poniendo los enchufes, y
las cortinas y todas esas cosas que se ponen en las casas que se estrenan y es
muy probable que no se vuelva a cantar nada en contra de Sara Carbonero (lo
ideal sería que no se insultara a nadie). Seguiremos acordándonos de Vicente
Calderón, pero ya no tendrá estadio, y Jorge puede que no se ponga la camiseta
del Atleti, o al menos no se pondrá triste si el Cholo o cualquier entrenador,
no le saca a jugar.... o sí :-)
Gracias Javi por las menciones de Jorge y mía, pues fué un momento que me llegó al corazón pues la inocencia de un niño es la que más nos retrata a los mayores. Besos.
Vaya!! Q crueles son los hijos!!Es que el mundo del fútbol es cosa aparte,allí se mezclan los familiares con los balones y los goles y emociones con las pipas de girasol.. y ahora se publica mi ignorancia...No salgo de mi apoteosiss...
Oye, Javier, quizá tu sobrino podría terminar llevando la camiseta del Real Madrid y el pantalón del Atlético... ¡Quién sabe! ¡Con el mejunje psicológico-futbolero que le estáis formando al muchachito!...
Oye, Javier, a lo mejor tu sobrino puede terminar llevando la camiseta del Real Madrid y el pantalón del Atlético. ¡No sería de extrañar con el mejunje psicológico-futbolero que le estais armando al muchachito!...
A veces, cuando me pongo a pensar sobre qué escribir en el blog, se me ocurren muchas cosas. Luego me doy cuenta de que alguien ya ha escrito sobre ello, y el cabrón o cabrona lo ha hecho mejor. Otras veces tengo una idea y cuando llevo un buen rato escribiendo, me digo “pero si de esto ya he hecho un post”. Y otras veces, directamente no pienso. Esta vez voy a escribir sobre cosas que ya se han escrito. Pero vamos a hacerlo de otra manera. Y os explico por qué. Pues “resultadeque” estaba leyendo una crítica de una película y no terminé de entender si me estaban recomendando verla, si era muy mala, o me comprara un Opel Corsa. No comprendí nada. Yo creo que los críticos de cine, como escriben a oscuras en la sala de cine, pues luego no entienden lo que han puesto y tienen que inventar, y de ahí lo de “la levedad inescrutable del personaje tiene connotaciones que nos recuerdan el sufrimiento crónico de la sociedad en un ambiente que recela de todo…” Y ahí estás tú l
Esta semana no me voy a meter con las cosas religiosas, a pesar del título (y de que a veces te ponen las cosas a huevo). Aunque los que pintan algo en la iglesia (no me refiero a la señora que hizo el garabato en Borja), se metan en las cosas de los demás, no lo voy a hacer yo. No hagas a los demás que te hagan como yo quiero al prójimo… (Creo que es algo parecido, pero es que ese día me cambié a Ética y me perdí la clase de “Reli”). Esta semana os quería hablar sobre los nombres. Pero no el nombre del padre o del hijo (de verdad que hay nombres de hijos que son para matar al padre y para que le dé un ataque al Espíritu Santo. No tenéis más que pensar en algún Kevin Costner de Jesús, “Yosuas” y Samantas). Hablaremos de los nombres comunes. Hay padres hijos de… Porque vamos a ver ¿Quién pone el nombre de las cosas? A los animales, a las flores, a las ciudades… ¿Dónde está el responsable? ¿Con quién hay que hablar para que se ponga orden? ¿Y qué es este sindiós de
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
Gracias Javi por las menciones de Jorge y mía, pues fué un momento que me llegó al corazón pues la inocencia de un niño es la que más nos retrata a los mayores. Besos.
ResponderEliminarVaya!! Q crueles son los hijos!!Es que el mundo del fútbol es cosa aparte,allí se mezclan los familiares con los balones y los goles y emociones con las pipas de girasol.. y ahora se publica mi ignorancia...No salgo de mi apoteosiss...
ResponderEliminarJajajaja ;)
EliminarPor tu blog de hoy me queda de lo más claro que todos, en esa familia, sois de lo más tierno. El primero tú sobrino, claro.
ResponderEliminarBesotes,
ibb
Oye, Javier, quizá tu sobrino podría terminar llevando la camiseta del Real Madrid y el pantalón del Atlético... ¡Quién sabe! ¡Con el mejunje psicológico-futbolero que le estáis formando al muchachito!...
ResponderEliminarOye, Javier, a lo mejor tu sobrino puede terminar llevando la camiseta del Real Madrid y el pantalón del Atlético. ¡No sería de extrañar con el mejunje psicológico-futbolero que le estais armando al muchachito!...
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