Blog de Javier Merchán. Ríete tú de las fake news de Donald Trump. Me invento todos los contenidos, pero no espero que nadie se los crea.
Escribo sobre cosas importantes sin tomármelas en serio.
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
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El sueño de un futbolero
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Seguro que me perdonáis que haya
estado un tiempo sin publicar y estoy convencido que no os importará que hoy os
cuente una historia personal. Ya veréis como entendéis que estuviera unas
semanas calladito.
Los que me conocéis, y los que
no, también, porque soy un poco pesado, sabéis que me encanta el fútbol. Tengo
la mala suerte de habiendo nacido en Madrid, una ciudad en la que hay 11 copas
de Europa (actualización, 12 ya), mi equipo no tenga ninguna. ¡Qué mal repartido está el mundo! Y eso
que hemos estado cerquita… 3 veces.
Esto de ser de un equipo o de
otro es una decisión personal. No quiero, ni puedo, echarle la culpa a nadie de
ser del Atleti. No es como ser alto o bajo, o haber nacido en una ciudad u
otra. Esto se puede cambiar. Conozco a
muchos que nacieron atléticos y se han pasado al lado claro (como Darth Vader,
pero al revés) y a otros que nacieron de otro equipo, y se han hecho del
Atlético de Madrid. Yo he decidido que no me cambio, que me quedo con lo que
tengo. Y no es ni mejor ni peor, es lo
que hay. Incluso hay gente a la que no le gusta el fútbol. Hay gente “pa tó”.
Mi padre, otro futbolero, me llevaba
siempre a ver partidos de fútbol cuando era pequeño. Cuando era pequeño yo. Que cuando él era
pequeño, yo no le conocía, pero sí me han contado que le gustaba jugar y ver
partidos. Con mi hermana, íbamos los tres a ver fútbol a los campos de tierra
del barrio, partidos de juveniles y también al Vicente Calderón y alguna que
otra vez al Santiago Bernabeu. Como dice
el himno del Centenario del Atleti de Sabina, “con mi papá de la mano”. La
canción habla del Metropolitano, pero tan mayor no soy, aunque todo se andará.
Mi primer recuerdo en el Vicente
Calderón fue una final de una copa que ya ni siquiera existe. La Intercontinental
en 1975 (así soy de mayor, y algo más, porque me acuerdo del partido). En una
época en la que todo era en blanco y negro, allí todo era rojo y blanco. Banderas,
bufandas y yo flipando viendo a señores con melena jugando, bastante mal,
comparado con los futbolistas de ahora. Por allí andaban Gárate, Ayala,
Adelardo, Irureta... Luego llegaron nuevos jugadores, los que salen en la
canción del himno y otros mejores, alguno que otro peor, pero no vamos a poner
a señalar a nadie, que señalar está muy feo.
Pasaron los años y allí seguíamos
yendo al fútbol. Siempre con la sensación de la primera vez, con la ilusión del
niño que vio el primer partido hace tanto tiempo y soñando con que alguna vez
ganaríamos algún título importante. Y
alguno ganamos, aunque nos quedaba pendiente uno.
Estos últimos años, no he podido
ir tanto, pero mi hermana sí que ha ido al fútbol con mi padre del brazo. Hasta
mi madre, que nunca le gustó y sus conocimientos futbolísticos se pueden
resumir en: “pues a mí Casillas me parece un chico muy majo”, ha ido al Estadio
con él. En los últimos meses cada vez se
le hacía más cuesta arriba. El último partido se lo pasó regañando a Torres
porque mientras calentaba no le dejaba
ver las jugadas. Habíamos conseguido que le cambiaran la localidad y le pusieron
a ras de césped. Y además, perdimos contra el Barça.
Ya tenemos sitio para ir al Wanda
Metropolitano. Hemos elegido unos asientos, mi hermana, mi padre y yo, en un
lugar en el que no hay que subir casi escaleras. Una de sus últimas sonrisas, y
mi padre siempre ha sonreído y reído mucho, fue viendo el partido con el
Leicester y escuchar que los del Atleti animaban más que los ingleses. Pasamos
a semifinales y ahora otra vez a intentar ganar esa copa que se nos resiste. Lo
digo como si yo pudiera marcar algún gol…
Cuando empezó la enfermedad de mi
padre le dije que había que luchar y ponerse fuerte para ver ganar al Atleti la
Champions. Y ha luchado mucho, junto a mi madre, para seguir sonriendo y
disfrutando de lo que más le gustaba, estar con su familia y ver al Atleti… a
veces no por el mismo orden.
Estas semanas hemos pasado mucho
tiempo en el hospital. Mi padre ya estaba muy débil. Llegó el momento del sorteo y mi padre no
hacía más que mirar el reloj. A la 1 menos cuarto, me preguntó con un hilo de
voz. “¿El sorteo?” Miré mi móvil para ver cuáles eran los emparejamimentos de la Champions League. “Papá,
nos ha tocado el Madrid”, le dije. Nos miró a mi madre, mi hermana y a mí, se
acurrucó y se quedó dormido.
No vas a saber si esta vez sí que
es la buena. Tampoco vas a poder sentarte en el nuevo Metropolitano. Pero estoy
seguro de que te quedan muchas sonrisas y que nosotros, te seguiremos llevando
de la mano para ver los partidos de tu equipo.
¡Gracias papá! Yo sí que sé por
qué soy del Atleti.
Una gran despedida y la suerte de tener la referencia exacta para recordar siempre, cada vez. Hoy la sonrisa que me provocan siempre tus textos es agridulce, pero yo también he descubierto porqué me gusta el Atleti...seguro que tiene a montones de tipos como tú.
Javi cuánto lo siento no sabía nada. No tengo ninguna duda de que estará junto a ti siempre viendo vuestros partidos. Deseo de corazón que pronto tengáis esa copa de Europa que tanto os mereceis. Un abrazo enorme!
Cómo estamos en shock sólo me queda decir que espero que desde ese sitio en el que está, interceda para que nos concedan esa copa de Europa (no Europa league) que nos merecemos y nos lo deben por todo el trabajo que hemos hecho y que tu padre lo tenía muy claro. Besos y que tu padre nos ayude.
Que grande Javi!!!! Siempre con tus publicaciones nos hace reflexionar, admirar, sonreir, divertir,... Hoy gracias a esta publicación me has emocionado...
qué manera de soñar, qué manera de aprender, qué manera de sufrir...
Yo estoy segura de que, en algún lugar de alguna lejana galaxia, se habrá juntado con mi padre --merengue-- y se habrán tomado unos vinitos por los tiempos pasados y por los futuros. Ya sabes, Javier, una que tiene el "corazón partío" entre blancos y rojiblancos pero admira a los padres que consiguen estar en el corazón de sus hijos. Mi cariño de nuevo. ibb
Hay un refrán muy español que dice "de tal palo, tal astilla", y es muy cierto, conociendoos a los dos salta a la vista. Solo te queda ser un gran pastelero como Lorenzo para hacer esos riquisimos mazapanes que le llevaban todo ese tiempo en casa. Un gran hombre, un gran padre y un gran atlético.
A veces, cuando me pongo a pensar sobre qué escribir en el blog, se me ocurren muchas cosas. Luego me doy cuenta de que alguien ya ha escrito sobre ello, y el cabrón o cabrona lo ha hecho mejor. Otras veces tengo una idea y cuando llevo un buen rato escribiendo, me digo “pero si de esto ya he hecho un post”. Y otras veces, directamente no pienso. Esta vez voy a escribir sobre cosas que ya se han escrito. Pero vamos a hacerlo de otra manera. Y os explico por qué. Pues “resultadeque” estaba leyendo una crítica de una película y no terminé de entender si me estaban recomendando verla, si era muy mala, o me comprara un Opel Corsa. No comprendí nada. Yo creo que los críticos de cine, como escriben a oscuras en la sala de cine, pues luego no entienden lo que han puesto y tienen que inventar, y de ahí lo de “la levedad inescrutable del personaje tiene connotaciones que nos recuerdan el sufrimiento crónico de la sociedad en un ambiente que recela de todo…” Y ahí estás tú l
Esta semana no me voy a meter con las cosas religiosas, a pesar del título (y de que a veces te ponen las cosas a huevo). Aunque los que pintan algo en la iglesia (no me refiero a la señora que hizo el garabato en Borja), se metan en las cosas de los demás, no lo voy a hacer yo. No hagas a los demás que te hagan como yo quiero al prójimo… (Creo que es algo parecido, pero es que ese día me cambié a Ética y me perdí la clase de “Reli”). Esta semana os quería hablar sobre los nombres. Pero no el nombre del padre o del hijo (de verdad que hay nombres de hijos que son para matar al padre y para que le dé un ataque al Espíritu Santo. No tenéis más que pensar en algún Kevin Costner de Jesús, “Yosuas” y Samantas). Hablaremos de los nombres comunes. Hay padres hijos de… Porque vamos a ver ¿Quién pone el nombre de las cosas? A los animales, a las flores, a las ciudades… ¿Dónde está el responsable? ¿Con quién hay que hablar para que se ponga orden? ¿Y qué es este sindiós de
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
Una gran despedida y la suerte de tener la referencia exacta para recordar siempre, cada vez. Hoy la sonrisa que me provocan siempre tus textos es agridulce, pero yo también he descubierto porqué me gusta el Atleti...seguro que tiene a montones de tipos como tú.
ResponderEliminarGracias Kenia!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTú sabes por qué eres como eres y nosotros por qué te queremos tanto.
ResponderEliminarY yo a vosotros
EliminarJavi cuánto lo siento no sabía nada. No tengo ninguna duda de que estará junto a ti siempre viendo vuestros partidos. Deseo de corazón que pronto tengáis esa copa de Europa que tanto os mereceis. Un abrazo enorme!
ResponderEliminarGracias Silvia!! Un beso
EliminarCómo estamos en shock sólo me queda decir que espero que desde ese sitio en el que está, interceda para que nos concedan esa copa de Europa (no Europa league) que nos merecemos y nos lo deben por todo el trabajo que hemos hecho y que tu padre lo tenía muy claro. Besos y que tu padre nos ayude.
ResponderEliminarPuedes estar seguro de que en el Tercer Anfiteatro está acompañado de grandes Atléticos: mi padre le habrá recibido al llegar.
ResponderEliminarAbrazo rojiblanco.
¡¡Un abrazo!!
EliminarPuedes estar seguro de que en el Tercer Anfiteatro está acompañado de grandes Atléticos: mi padre le habrá recibido al llegar.
ResponderEliminarAbrazo rojiblanco.
Papá de Javi! Papá de Javi! Gracias por todo.
ResponderEliminarGracias por estar siempre!
EliminarQue grande Javi!!!! Siempre con tus publicaciones nos hace reflexionar, admirar, sonreir, divertir,... Hoy gracias a esta publicación me has emocionado...
ResponderEliminarqué manera de soñar,
qué manera de aprender,
qué manera de sufrir...
¡Gracias!!
ResponderEliminarNo sabía nada compi, lo siento mucho. Ya sabes que cuando veo al Atleti siempre me acuerdo de ti. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar¡¡Gracias!!! ¡Un abrazo!
EliminarYo estoy segura de que, en algún lugar de alguna lejana galaxia, se habrá juntado con mi padre --merengue-- y se habrán tomado unos vinitos por los tiempos pasados y por los futuros.
ResponderEliminarYa sabes, Javier, una que tiene el "corazón partío" entre blancos y rojiblancos pero admira a los padres que consiguen estar en el corazón de sus hijos.
Mi cariño de nuevo.
ibb
Hay un refrán muy español que dice "de tal palo, tal astilla", y es muy cierto, conociendoos a los dos salta a la vista. Solo te queda ser un gran pastelero como Lorenzo para hacer esos riquisimos mazapanes que le llevaban todo ese tiempo en casa. Un gran hombre, un gran padre y un gran atlético.
ResponderEliminarUn abrazo Javi!
ResponderEliminarGracias Asier!!
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