Suecia pilla un poco retirado de casi todas
partes. Menos a los suecos que lo tienen
cerca, al resto de gente no le viene bien pasarse por allí. Aunque sea para
recoger un Nobel. Hace frío, cómprate un traje para la ocasión, mira vuelos
para Copenhague, darte cuenta de que eso es Dinamarca, escribir correctamente
Estocolmo en inglés, que es casi igual, pero que siempre te sobran o faltan
letras, buscar Estocolmo en Google y comprobar que allí hay gente que tiene un
síndrome….
Total que es un jaleo y el señor Dylan ha dicho
que lo agradece, que se siente muy honrado, pero que ir para allí que no, que
si eso le manden el Nobel a cobro “revenido”, que ese día precisamente va el
del gas a mirarle la caldera y luego tiene dentista, que anda muy liado.
Y es que todos ponemos excusas. A veces para no
hacer cosas y otras para justificar que no las hemos hecho… hay todo un mundo
de fantasía con las excusas. Vamos a contar mentiras tralará.
Es
que tengo cita con el ginecólogo, esto… con el dentista… o con el dentista del
ginecólogo
Toda frase que comience con un “es que”, tiene
muchas posibilidades de no ser cierta. Pero estamos hablando de excusas y los
médicos son perfectos para estas cosas. Ese día y a esa hora siempre hay un
médico de guardia para hacerte un empaste, ponerte una inyección, escayolarte,
prescribirte (que es lo que se hace antes de escribir) una receta para tu
enfermedad imaginaria. Un esguince de cejas, un dolor de caninos (no siempre
van a ser los molares los que te duelan… ya que te lo inventas, es mucho mejor ser
original). Y dará igual que sea un sábado por la tarde, o un jueves a las once
de la noche. Tu médico estará de guardia para ser tu excusa.
Mi
prima, la del pueblo
No haces caso a tu familia hasta que puede
convertirse en excusa y entonces eres como un capo de la Mafia. La familia es
lo primero. Eres como Belén Esteban, pero en versión prima… Esa prima que no
existe, que llega de un pueblo que no tienes, un día cualquiera… precisamente
ese día.
Matando
familiares
La familia tan pronto como viene, se va. Y hay
gente que ha matado a su madre dos veces, tiene 14 abuelas y más tíos que los
hijos de los de siete novias para siete hermanos. Y se mueren. Porque es lo que
tiene la gente que está viva, que al final se mueren…. Y esto te vale para faltar al trabajo, o no
hacer un examen, o lo que se te ocurra… Es que hay gente muy viva.
Échale
la culpa a la tecnología
La tecnología nos ha hecho la vida más fácil y
las excusas también. Que si no pude terminar el trabajo porque se me actualizó
el ordenador al “güindous” 9, que si el “aifon” no me despertó, que la señora
del “Guguel” me confundió de carretera, que se me borró el disco duro y el de
Jijona… Todo vale, hasta decir que las cosas se caen de las nubes.
Me
pilló un tsunami y otras inclemencias meteorológicas
Hablando de nubes, el tiempo es también un
clásico. Que si no sabes la nevada que me cayó, imposible salir de casa...
(abstenerse los que vivan en zonas tropicales), que si me pilló un tsunami (mucho
más creíble si vives en la costa que si te pilla en Madrid, por poner un
ejemplo, no veo yo posible un desbordamiento del Manzanares). Por cierto, si
cuando hace mal tiempo es una inclemencia, cuando hace sol, ¿es clemencia?...
Clemencia senil probablemente.
Llevar
al dentista a tu canario y mascotas que se comen tus deberes.
Llevar a tu perro dálmata al dermatólogo porque
le han salido unas manchitas puede que no sirva como excusa, pero también
tienen su utilidad las mascotas. Los perros
tienen cierta tendencia a comerse los deberes, sobre todo una vez que los has
terminado, no les gusta las hojas en blanco. No puedes quedar por no dejar a tu
gato solo (tu gato es el único que hace caso a los humanos)…. También pueden
morirse como una de tus 20 abuelas. Que ya es mala suerte que tu mascota, una
tortuga de las islas Galápagos se muera precisamente ese día, cuando suelen
durar 150 años (le llegó su hora a la pobre, el estrés se la llevó. O que tu
hámster tiene paperas…
El
fontanero, el del gas y otros señores que arreglan cosas….
¡No me digas que habéis quedado el sábado a las
3! ¡Cuánto lo siento! Me va a ser imposible ir. A esa hora viene el del gas…
Bueno, realmente me ha dicho que puede llegar el sábado desde las 5 de la
mañana hasta las 4 de la madrugada. Cosas de los Gaseosos (o como se llamen los
señores que trabajan con gases). O el fontanero, o cualquier persona que tenga
que arreglar cosas y ayudarte con tu excusa. Ya si eso, ya eso.
Ya
si eso, ya eso
Es lo que se suele decir cuando estás hablando
de quedar con alguien que no te apetece ver. “Bueno, pues me ha encantado verte. Nos tenemos que ver más despacio”
(que siempre me imagino a la gente mirándote a cámara lenta). “A ver si es verdad, y nos ponemos al día….”
Pero es que no te viene bien, ningún día, ni noche, quizá ya si eso…
¿Has visto cuántas excusas? Cualquier cosa antes de hacer cosas que no
te apetecen demasiado. Prefieres cambiar la ropa en el armario (esas cosas que
hacen las mujeres de verano e invierno), o cambiar el armario completo, o salir
del armario, antes de hacer algo… Bueno, que va siendo hora de ir acabando… que
tengo cita con el médico, luego viene el del gas, tengo que dar de comer a mi
cocodrilo, y comprar algo que viene la familia, y abrigarme bien que está a
punto de nevar. Y a ver si quedamos uno
de estos días…
Ya nos vemos… ya si eso, ya eso.
Pues dependerá del día, porque yo también ando muy muy ocupada...
ResponderEliminarBesotes,
ibb
Pues aunque fuera un día ocupadísimo, es una cosa estupenda que te den el premio Nobel.Sería el colmo en Estocolmo.
ResponderEliminarEs verdad que te han dado el Nobel?. Sería muy bonito que hubiera uno para el humor y ese te lo llevarías de calle.
ResponderEliminarUna vez me dieron un Nobel, pero prefería el Marlboro, ahora ya ni eso ;)
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