Ya, ya sé que se escribe estereotipos, pero suena (perdón
por la chorrada) mucho mejor y más divertido escribirlo mal. Ahora toca
explicar el título.
“Pues resulta de que”, así empiezan casi siempre las
peores historias, pero no os vayáis todavía…. El caso es que el otro día uno de
estos amigos que tienes en Facebook y no sabes exactamente por qué sigue siendo
tu amigo, hacía un resumen en cómo somos los europeos.
El chaval, americano, había estado 3 días en Barcelona,
una parada técnica en Italia y 3 días más en Santorini durante su luna de miel.
Y aunque os parezca mentira, hay cuñados
de todas las nacionalidades, y este es uno de ellos. Cuñados sin fronteras, se
llaman… o con muros.
Como iba diciendo en una semana en Europa ya puede hacer
un informe sobre cómo son los turistas en Europa… Como si los únicos turistas
que hay en Europa fueran europeos. Nadie respeta una fila, los camareros
españoles no saben hacer su trabajo, los italianos son muy mal educados, se
descojonan de los americanos y en Grecia, sin embargo, el trato es excelente…
Todo ello en un post larguísimo en el que explica al resto de población facebookil
o facebookera como somos los europeos. ¡Con dos cojones! En una semana nos ha
calado a todos. Y nosotros, sin podernos entendernos todavía ya no entre
europeos, sino del mismo país.
Teniendo en cuenta que en Grecia había estado en un hotel
de 5 estrellas sin moverse de allí, el trato es excelente claro. En Italia
puede ser que intentaras hacerte entender nada más que en inglés sin respetar a
nadie y los camareros españoles, gracias a Dios, no son como los americanos que
te preguntan 50 veces si la carne está buena. Has ido a comer, no a dar
charleta a Peggy Sue para que se gane la propina.
Y como la cosa va de sacar conclusiones, os voy a contar
algunas conclusiones que se suelen sacar en los viajes.
Conocer una
ciudad en dos días
¿Berlín? Como la palma de la mano. Subimos en el autobús
ese que da vueltas y ya conocemos todo. ¿No ves que estuvimos un fin de semana?
Incluso darían consejos a los propios berlineses sobre lo que hay que ver en su
ciudad. Las Murallas de Berlín, preciosas… ¿o era Ávila? Y no te pierdas sus
museos, y las iglesias, y los parques… En cualquier caso, Berlín es encantador
¿verdad? O eso era Merlín…
Comimos en el
mejor restaurante del país
¿Los has probado todos para comparar? Pues eso. Y seguro
que les ha llevado el guía porque es amigo del dueño y les han metido la
clavada del siglo. Eso sí, un restaurante de los de verdad, típico. Lo más
típico de estos sitios es engañar al turista. Ya me imagino visitas guiadas al
Museo del Jamón y darles cerveza Cruzcampo…. Como si fuera cerveza de verdad.
¿Qué tal tiempo
hará?
Ahora puedes ver el tiempo que hace en Internet. Voy a
empezar la frase de nuevo porque dicho así, parece que lo que puedes comprobar
es la temperatura que hace dentro de Internet, como si fuera un sitio. Lo que
quiero decir es que ahora puedes saber la temperatura, si lloverá o no, si
habrá chubascos en el Atlántico y marejada o fuerte “mejorada” en el mar de
Alborán (acaba de empezar a cantar y le ponen un mar) y todo lo que se te
ocurra con sólo buscar a través de Internet. Pues bien. Siempre habrá alguien
que, como un día llovió en Almería, te diga que allí diluvia. O que en Moscú
hace mucho calor, porque fue dos días en agosto y se tuvo que quitar la rebeca.
La gente es
encantadora, pero…
Hace un par de años estuve en Bérgamo, cerca de Milán, un
fin de semana y dio la casualidad de que debía haber una convención de personas
sordomudas o una excursión o algo… El caso es que por la ciudad no había más
que italianos sordomudos… ¿Que cómo sabíamos que eran italianos? Porque movían
mucho las manos… Fuera de coña, entre ellos había gente que sí hablaba. ¿Os
imagináis que hubiera vuelto de la ciudad diciendo que la mayoría de la gente
de Italia no habla? Ni italiano, ni ningún idioma. Pues eso hace mucha gente.
Sacando más conclusiones
Como experto en Bérgamo, puedo decir que conozco la
ciudad como la palma de la mano, y comimos en el mejor restaurante…. Japonés.
Pues bien, en el restaurante japonés, los camareros eran chinos y no sabían hablar
ni italiano, ni inglés, ni español. Y os volveréis a preguntar como logramos
hacernos entender. Probamos por señas, pero nada, hasta que vino una camarera
italiana y ya entonces…. Seguimos sin entendernos… Es broma, o no. El caso es
que podríamos decir que los camareros de los restaurantes japoneses son todos
chinos... ¿Y cómo distinguir a un chino
de un japonés sin hablar ninguno de los dos idiomas? Pues ni idea, pero sé de
muy buena tinta que eran chinos. Se me está pegando el cuñadismo.
Les encanta la
fiesta
Esto es algo que se suele decir de los españoles. Vienen
en verano, hay fiestas y ven a la gente bailar y beber. Pues claro, que nos
gusta la fiesta. Si fuéramos a una fiesta en Copenhague diríamos lo mismo. Y en
Londres, y en Tokio, y hasta en Corea del Norte. Menudas fiestas montan allí. Y
lo que se ríen… No hace falta más que ordenar que se rían, y todos se
descojonan.
¡¡Sueltan toros
por la calle!!
En España, cuando menos te lo esperas, vas por la calle y
sueltan un toro, o más. Es lo que tenemos, o nos da por tirarnos tomates, o
vino, o lo que tengamos a mano. Y vamos todos vestidos con un pañuelo rojo y
llevamos un periódico… Y los toros sacan dinero en los cajeros. ¡Pobres! No
saben que el banco les va a engañar.
Casablanca. Ahí
es donde “janfribogar” ¿no?
Sí, en el mismo Casablanca. Y todavía andará por allí, ¿No
ves que no cogió el avión? Pues seguro que está. Esto también lo hacen mucho.
Tú vas por Barcelona y te vas a encontrar con Messi, seguro. En Londres, te
cruzarás con la Reina Isabel, en Moscú sale a recibirte Putin. Y en India,
Pocahontas… ¿O no es la misma India? Ya se ha enfadado :-)
Trajes
regionales para los guiris
Esas cosas que hacen para que los extranjeros crean que
vamos vestidos de toreros y sevillanas, también se hace en otros países. Sin ir
más lejos en un bar de Casablanca, los camareros de un bar iban todos vestidos
con gabardinas. No, no se la abrían y te mostraban sus vergüenzas… se supone
que iban disfrazados de Humprey Bogart… A 40 grados a a la sombra y los señores
tapados hasta el cuello.
Los sitios no
cambian de lugar ni de dueños
No me refiero que cambien de sitio el Acueducto de
Segovia… Aunque todo se andará, ahí en medio de la ciudad, que no pueden pasar
los coches ni nada, pero hay veces que sí. Por ejemplo en Dublín, está la estatua
de Molly Malone, que vendía almejas (la gente se hace famosa por cada cosa…) y
hace poco la cambiaron de sitio. Y lo mismo pasa con algunos restaurantes, y
tiendas... Que un tío que fue hace 40 años a Berlín te diga “Sí hombre, un
restaurante buenísimo. El Kartoffen Giganten. Pregunta por Heinrich que era
amigo mío. En la parte oriental. Cruza el muro y en el segundo semáforo, ahí está”. Y ni
estará Heinrich, ni oriental (un chino o dos, y algún que otro japonés), ni
muro, ni semáforo.
Seguro que se os ocurren muchas más cosas como estas, y
que cada uno habréis sacado vuestras propias conclusiones. Ya si eso me las
contáis en los comentarios del blog ¿vale?
Yo una vez iba en avión y pasé por encima de Nueva York y, oye, ni ni es tan grande, ni los edificios tan altos. Créeme, está sobrevalorada, ¿o será "sobrevolada"? (¡Has visto como imito tu estilo!, creas secuelas).
ResponderEliminarSi. Cada sitio tiene su encanto, pero normalmente, cuando viajo al extranjero d fuera, m dan ataques de risa... debe ser el clima.
ResponderEliminarFenomenal, lo has calcado. Yo que, como el Capitán Tan, he viajado a lo largo y ancho de este mundo, puedo asegurar que la gente generalmente suele referirse de esa forma que comentas. Gracias.
ResponderEliminarFenomenal, lo has calcado. Yo que, como el Capitán Tan, he viajado a lo largo y ancho de este mundo, puedo asegurar que la gente generalmente suele referirse de esa forma que comentas. Gracias.
ResponderEliminar¿Y qué me dices del Manquenpis o como se llame el muñequito ese que está meando en una esquina sin que ningún policía le ponga una multa por cochino?
ResponderEliminarBesotes,
ibb