Blog de Javier Merchán. Ríete tú de las fake news de Donald Trump. Me invento todos los contenidos, pero no espero que nadie se los crea.
Escribo sobre cosas importantes sin tomármelas en serio.
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
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Cosas que no sabías del café porque puede que no sean ciertas
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El mundo del café es apasionante. Hay gente que hasta le
quita el sueño. A otros les pone de los nervios. Incluso hay personas que
necesitan al menos un café para ser personas. No deja indiferente a nadie.
Alguno hasta lo odia y prefiere tomar té, que ya hay que odiar algo para tomar
eso.
Hay locales, que aunque no sólo expendan (qué me gusta la
palabra expender) café, se llaman cafeterías o cafés a secas. Incluso hay
máquinas expendedoras (veis como hay que utilizar más esta palabra) de algo que
parece café pero no os dejéis engañar. Todo un mundo lo del café. Y por eso me
he animado a contarte la historia del café desde antes incluso de que hubiera
café.
Esperad un momento que me pongo un café y empezamos. Por
cierto, ¿Se dice cafelito o cafetito? Yo por si acaso no lo digo que me suena
un poco gominola la expresión.
AC y DC
No es que os vaya a hablar sobre el grupo de señores que
cantan. Ni de electricidad. Es que la historia se divide en antes y después del
café. Seguro que lo habéis visto muchas veces. 815 d.c. Es el año 815 después
del café. Que mucha gente cree que es antes de Cristo. Siempre metiendo la
religión en todas partes.
Mucho AC.
O también conocido como Mucho antes del café. Pues antes
de que hubiera café la gente no hablaba ni nada. Al principio ni siquiera
sabían hablar. ¿Para qué si tampoco podían juntarse y tomar un café y comentar
los últimos fichajes de la liga, o cosas de política o el último modelo de
coche? Si ni siquiera tenían la rueda. Ni había cuñados porque como no se
casaban ni por lo civil siquiera, pues eso que salían ganando. Lo malo es que
no había café…
Ruedas
primitivas. Ya te dije que a lo mejor no todo es cierto en este blog
A.C.
Una vez que ya se inventó la rueda, que está entre el
señor Michelín y Firestone (ya sabéis siempre lo mal que se llevaban franceses
e ingleses… si es que alguno de los dos es francés o inglés), seguía sin haber
café. Y la gente se juntaba a hablar y como no había café, pues ingerían
bebidas espirituosas, que básicamente se caracterizan por poner a la gente más
pedo que Alfredo. Y por eso estaban todo el día guerreando e invadiéndose unos
a otros. Tampoco había tabaco para sentarse
y charlar o fumar la pipa de la paz, con lo que relaja eso.
MMQYHC
No, no es mujeres y hombres, ni viceversa ni nada por el
estilo. Son las siglas del momento esperado. Menos Mal Que Ya Hay Café. Dicen
que lo inventó un señor llamado Nes y de apellido Café, pero otras fuentes
sitúan su origen en Etiopía, en la provincia Kaffa (palabrita del niño Jesús). Se
dice que un pastor observó cómo unas cabras que habían consumido unos pequeños
frutos rojos (y no eran mandarinas, ni tomates “cherris”), estaban dando brincos
y subiéndose por las paredes. Como si el resto de cabras no hiciera lo mismo.
Liquidando el
café
Como vieron el tema de las cabras, las ordeñaron y de ahí
salió el primer café con leche. No era plan de ir todo el día con la cabra a
cuestas por si te apetecía un café. La opción de torrefactar y moler a la cabra
tampoco era una buena opción. Hu-Anval-Dés de Yemen (hay gente que piensa que
es colombiano, pero ese es un descendiente) inventó un invento (me ha salido
una frase redonda) para triturar las semillas (sin usar los dientes, que eso es
una porquería) y lo mezcló con agua y le salió un café muy rico, algo fuerte
para mi gusto y un poco frío porque se le olvidó calentar el agua.
Café calentito
Ya hemos molido el café, lo mezclamos con agua caliente,
filtramos el agua, lo echamos en la taza y a ponernos como las cabras… Pues no
es tan fácil. Y aquí ya es cosa del consumidor, que si con leche, sólo, con sacarina,
Azúcar Moreno (o con las Grecas), descafeinado, muy “cafeinado”, en vaso largo,
corto, cambio…
El mejor café
Aquí no vamos a llegar nunca a un acuerdo, que si Kenia,
Etiopía, Java, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Puerto Rico, Venezuela… (esto se
va pareciendo a la canción de la “Gosadera”. Pero que no sea americano, de los
de los USA, que se les va la mano con el agua.
Cafés por el
mundo
¿Dónde tomar un café? Pues en una cafetería. Pero no os
dejéis engañar, tienen más cosas. Hay gente que pide menta-poleo… Pudiendo
pedir café, piden eso… El caso es que
son sitios donde la máquina de café suena como si llegara un tren de vapor a una
estación de “Güiscounsin” en los tiempos de Maricastaña (Mary Chesnut la llaman
los “Güiscochos”). Y esos camareros que parece que están tocando la batería y
dando golpes al filtro como si fuera su jefe, y calentando la leche que parece
salida del microondas del Infierno.
Lo llaman café y
no lo es
No os dejéis engañar. Hay sitios que dicen que tienen
café, pero no. Les ponen otros nombres para que no les pongan demandas, pero a
mí no me engañan. Ya os conté en un post antiguo el
tema de los Starbucks. Esos señores que por 5 dólares te ponen una bebida
Machiatto Grande, La donna e Mobile y además se equivocan al poner tu nombre en
el vaso.
Te invito a casa
a tomar un café
En casa también se puede tomar un café. Pero por si
acaso, tengo que ponerte sobre aviso. Si eres chica y un chico te invita a su
casa a tomar café, probablemente no tenga azúcar, ni sacarina, ni máquina de
café… y es muy posible que ni siquiera tenga café. Cuidado, que puede ser que
quiera otra cosa. A lo mejor te ofrece menta-poleo. Advertidas quedáis.
Cafeteras
moledoras torrefactantes y estupefactas
Las cafeteras para las casas ya hacen de todo. Muelen el
grano, calientan el agua, tienen programas para poner la cantidad exacta de
agua, café, oro, incienso, mirra… Y van a la compra a por el café y te lo
llevan a la cama. Y hasta puedes llamarlas por teléfono y te dan conversación.
What else?
Eso es lo que dice “yorscluni”. Ese actor que cada vez
que sale en la tele, está rodeado de churris que le roban su café. Muy guapo sí
que será, pero le falta un hervor. A lo que voy, que me lío. Este señor vende
café en capsulas, como los astronautas. Y como hay que pagarle, te sale la taza
como si bebieras sangre de “unicornia” virgen. Algo más barato que en Starbucks,
eso sí, y además en casa no se confunden con tu nombre.
Bueno, pues ya sabéis un poco más sobre el café. Si
comparáis la información con la de la Wikipedia puede que notéis algunas
diferencias. Es lo que tiene Internet que como todo el mundo mete mano y está
ahí tocando pues hay errores. Vosotros fiaros de mí que aquí está la verdadera
historia del café… algo descafeinada, pero es lo que hay. Y os lo dejo a buen
precio :-).
Mitos y realidades respecto al café, lo cierto es lo rico que es y saber tomarlo con mesura entra a https://www.caffeineaddicts.com y envíanos un email al correo: alex@caffeineaddicts.com
A veces, cuando me pongo a pensar sobre qué escribir en el blog, se me ocurren muchas cosas. Luego me doy cuenta de que alguien ya ha escrito sobre ello, y el cabrón o cabrona lo ha hecho mejor. Otras veces tengo una idea y cuando llevo un buen rato escribiendo, me digo “pero si de esto ya he hecho un post”. Y otras veces, directamente no pienso. Esta vez voy a escribir sobre cosas que ya se han escrito. Pero vamos a hacerlo de otra manera. Y os explico por qué. Pues “resultadeque” estaba leyendo una crítica de una película y no terminé de entender si me estaban recomendando verla, si era muy mala, o me comprara un Opel Corsa. No comprendí nada. Yo creo que los críticos de cine, como escriben a oscuras en la sala de cine, pues luego no entienden lo que han puesto y tienen que inventar, y de ahí lo de “la levedad inescrutable del personaje tiene connotaciones que nos recuerdan el sufrimiento crónico de la sociedad en un ambiente que recela de todo…” Y ahí estás tú l
Esta semana no me voy a meter con las cosas religiosas, a pesar del título (y de que a veces te ponen las cosas a huevo). Aunque los que pintan algo en la iglesia (no me refiero a la señora que hizo el garabato en Borja), se metan en las cosas de los demás, no lo voy a hacer yo. No hagas a los demás que te hagan como yo quiero al prójimo… (Creo que es algo parecido, pero es que ese día me cambié a Ética y me perdí la clase de “Reli”). Esta semana os quería hablar sobre los nombres. Pero no el nombre del padre o del hijo (de verdad que hay nombres de hijos que son para matar al padre y para que le dé un ataque al Espíritu Santo. No tenéis más que pensar en algún Kevin Costner de Jesús, “Yosuas” y Samantas). Hablaremos de los nombres comunes. Hay padres hijos de… Porque vamos a ver ¿Quién pone el nombre de las cosas? A los animales, a las flores, a las ciudades… ¿Dónde está el responsable? ¿Con quién hay que hablar para que se ponga orden? ¿Y qué es este sindiós de
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
"Déjale que llueva café en el campo...." y verás a todos/as haciéndose "camposinos" o "campestres".
ResponderEliminar"Déjale que llueva café en el campo...." y verás a todos/as haciéndose "camposinos" o "campestres".
ResponderEliminarBuena información sobre el café, teniendo en cuenta que algunas opiniones son mentiras... y otras también. Yo me voy a tomar uno a tu salud.
ResponderEliminarLa historia de AC y DC preciosa pero lo de que "al Clooney" le falta un hervor suena a envidia cochina... ¡¡Ja, ja!!
ResponderEliminarBesotes,
Isabel
Mitos y realidades respecto al café, lo cierto es lo rico que es y saber tomarlo con mesura
ResponderEliminarentra a https://www.caffeineaddicts.com y envíanos un email al correo: alex@caffeineaddicts.com