Blog de Javier Merchán. Ríete tú de las fake news de Donald Trump. Me invento todos los contenidos, pero no espero que nadie se los crea.
Escribo sobre cosas importantes sin tomármelas en serio.
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
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Cosas que no salen en las películas ¡Jodíos peliculeros!
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A estas alturas ya tenemos claro que no hay que creerse
todo lo que sale en las películas. Otras veces la realidad supera a la ficción
y en muchas ocasiones lo que pasa en la realidad es increíble… pero esa es otra
historia.
Y es que en las películas no todo es lo que parece y hay
cosas que esconden. Los señores peliculeros se ponen de acuerdo para que no nos
enteremos de algunas cosas. Y hay mucha gente involucrada… Actores, directores,
productores, rejoneadores (estos se me han colado, pero como iba la cosa de
palabra que terminaban en ores… Era esto o roedores :-)), guionistas… Todo el
mundo del cine se ha compinchado para hacernos vivir en la ignorancia.
Mejor os pongo algunos ejemplos de cosas que no nos
cuentan en las películas.
Agencia de
viajes
¿Con qué agencia trabajan en las películas que es decir
el actor que tiene que volar a cualquier parte del mundo y en la escena
siguiente ya está en el avión? Porque luego en la vida real hay que mirar en
todas las webs del mundo, mil compañías diferentes, ver que un vuelo
Madrid-Barcelona no tenga escalas, y no salga a las 2 de la madrugada y que el
aeropuerto de llegada al final sea Castellón (a sólo 4 horas en coche de
Barcelona… ). Y que en cualquier mostrador de un aeropuerto tengan billetes
para cualquier lugar del mundo. ¿A Tahití? Sin problemas. ¿A Segovia? Hecho,
aunque no haya aeropuerto. Incluso a países que no existen… ¿o sí?
¿Justificante de
gastos?
No me creo yo que James Bond no tenga que pasar un Excel
con todas las facturas de sus viajes a lo largo y ancho del mundo. Mucho gasto
para un espía, por muy 007 que sea y aunque esté al servicio de Su Majestad.
Que el tío va de hotel con muchas estrellas, jet privado, coche de lujo.. Y no
repara en gastos. ¿Qué sueldo tiene este hombre que puede cargarse un
helicóptero y que nadie le diga nada? Seguro que cuando las cámaras no le sigan
y deje de tomarse Martinis con Vodka no agitados y liándose con señoritas de
buen ver, tiene al de administración detrás de él pidiéndole los tickets de
gastos. “Este mes has destrozado un Aston Martin descapotable, dos edificios en
Roma y un tren de alta velocidad… Lo que hace un total de…”.
Se limpian
trajes de superhéroes
Ahí tienes a Batman, Supermán, Aquamán o cualquier
superhéroe que termine en Man (Germán, no nos sirve), que luchan contra los
malos para salvar al mundo mundial y van siempre impecables. Que da igual que
en la escena anterior les haya destrozado el traje un malvado malhechor, o una
espada le haya rasgado la sisa, o un rayo láser le haya descosido el
dobladillo. Nada, todo arreglado y limpio. Que no estamos hablando de subirle o
bajarle el bajo de los pantalones (o quizá sí en el caso del señor verde que
destroza camisas cada vez que se enfada) o de una manchita de salsa… Que puede
ser sangre o kriptonita o cosas del espacio interestelar. Tiene que haber una
tintorería para estos casos y no nos lo quieren decir.
Academias de “disparación”
Aquí me surge una duda. No estoy seguro si es disparación o disparataje. El caso es
que son academias para disparar. Me da igual flechas, balas, o lo que sea que
lancen en las películas. No puede ser que cualquiera que le den un papel en un
film sepa disparar. Tienen que ir a una academia o algo. Que diréis que el
oeste sí que les enseñan con un revolver colt 45 y botellas de whiskey, pero
con 2 veces que disparen no es suficiente. Lo que no tengo muy claro es que si
los que hacen de malos, como tienen menos presupuesto, no se pueden permitir la
academia y por eso son un poco menos hábiles a la hora de “disparatar”.
Cursos de
equitación para indios, vaqueros y señores y señoras de películas en las que
salen caballos
Si habéis montado alguna vez a caballo os habréis dado
cuenta que no es cosa de subirse y ya. Requiere un aprendizaje y pasar horas
antes de que tus partes blandas se acostumbren al galope y no tengas los huevos
a la flamenca durante varios días. Pues bien, en las pelis, te dan un gorro de
cowboy, unos pantalones vaqueros, unas botas camperas como si fueras Bertín
Osborne y ya saben montar a caballo y van al trote y saltan vallas, y galopan y
cortan el viento caminito de Jerez. Ni curso ni nada.
Los
lados del Mississippi
¿A qué lado se refieren cuando hablan de que no hay
nadie más rápido con el revólver a este lado del Mississippi? ¡La virgen! ¡Qué
cosa más difícil de escribir con tanta eses y pes e íes! (¿o se dice “ises”? Porque nunca está claro a qué
lado se refieren. Y es que el río es muy grande, y por qué no decirlo, yo me
hago un lío con la izquierda y la derecha (los que me conocen lo saben).
Cantando bajo la
lluvia o bajo lo que caiga
Otra cosa igual. Que cualquiera en las películas le ponen
música y se arrancan a cantar y lo hacen de maravilla. Que hasta los del jurado
de la Voz se darían la vuelta en esos asientos “revolvibles” que les ponen. Y
da igual que sean bailarines, colegiales, oficiales del Ejército, marineros, 7
novias, o 7 hermanos, lo que se te ocurra. Todos cantan estupendamente… Y no
sólo eso, sin ensayar ni nada, todos se saben el baile y las canciones… ¡Eso no
puede ser! Esos señores y señoras se conocían de antes y se sabían la canción y
la coreografía. ¡A mí no me la dan!
Aparcar
en cualquier sitio… ¿Sin multas?
Me puedo creer que en las películas la gente
encuentre aparcamiento a la primera. Es complicado, pero para eso es una
película. ¿Pero que no les pongan nunca una multa? Y eso que siempre salen
policías para avisarte de que has sobrepasado el límite de velocidad fijado en
65 millas por julio al cuadrado en una carretera de Arkansas u Oklahoma y sale
el sheriff del condado a multarte, pero en la ciudad nada de nada. Y no ponen
el ticket, ni tienen la tarjeta de residente, “ni ná de ná”. Aunque pensándolo
bien, a lo mejor por eso tienen que pedir permiso a los ayuntamientos para
poder rodar la película… Y puede que en el permiso vayan incluidas las posibles
multas a los personajes… Ahora todo cobra sentido…
¿En
qué gasolinera llenan los tanques sus tanques?
Que mira que hay películas de guerra en las que
salen tanques, pero en ninguna vemos como “repuestan” gasolina. ¿O son
eléctricos? Nadie nos lo explica y ahí veo yo un vacío legal. Y es que no creo
yo que en la Segunda Guerra Mundial hubiera Repsoles y Cepsas cada pocos
kilómetros con sus tiendas para comprar refrescos, donuts, aceite, donuts con
aceite, chuches, el Marca y una barra de pan para el descanso del guerrero.
¿Los
actores de pelis de miedo son sordos?
Me explico. ¿Es que no oyen la música? Si ya sólo
con prestar atención a la banda sonora sabes si el malo malísimo está acechando
en la oscuridad. Que me dijeras en una peli de guerra con el ruido de los
tanques (si son eléctricos ya es otra cosa) y aviones y metralletas y cañones,
pues no hay quien se entere, pero en las de miedo están en sitios sin mucho
ruido como cementerios, sótanos, casas abandonadas y demás. Yo creo que no
están a lo que están porque si no, no me lo explico. Que la música ya te avisa
de lo que va a pasar, ¡Jodé! Que a mí me da igual, que es su vida la que está
en juego… ¡Allá ellos!
La ducha de
Chewbacca
¿Que un bicho con más pelo que la espalda de un calvo (de
los calvos que tienen pelo en la espalda) salga durante tantas películas y no
se haya acercado a un baño? Aunque pensándolo bien… Han Solo, Luke Skywalker y
la Princesa Leia tampoco salen duchándose… No quiero ni pensar cómo tenía que
oler el Halcón Milenario.
¿Veis como tenía razón? Y eso que no contamos que
los personajes no van nunca a Ikea a comprar muebles ni las tazas del desayuno,
o nunca miran el extracto del banco, o van a pedir una hipoteca, o una farmacia
a compra analgésicos, ni llaman al fontanero (en las pelis porno sí, pero esa
es otra historia). ¡Malditos peliculeros!
A menos que se trate de alguna dirigida por Terrence Malick, por ejemplo, "El Arbol de la Vida", que todos los intelectuales entendimos muy bien , incluso al dedillo, de como se refiere a la VIDA, sin florituras ni divagaciones, ni chorradas.Un paseo intrascendentalmente trascendental por todo eso que no cuentan y nos cuentan,y tal. Espero que os haya llegado.
A veces, cuando me pongo a pensar sobre qué escribir en el blog, se me ocurren muchas cosas. Luego me doy cuenta de que alguien ya ha escrito sobre ello, y el cabrón o cabrona lo ha hecho mejor. Otras veces tengo una idea y cuando llevo un buen rato escribiendo, me digo “pero si de esto ya he hecho un post”. Y otras veces, directamente no pienso. Esta vez voy a escribir sobre cosas que ya se han escrito. Pero vamos a hacerlo de otra manera. Y os explico por qué. Pues “resultadeque” estaba leyendo una crítica de una película y no terminé de entender si me estaban recomendando verla, si era muy mala, o me comprara un Opel Corsa. No comprendí nada. Yo creo que los críticos de cine, como escriben a oscuras en la sala de cine, pues luego no entienden lo que han puesto y tienen que inventar, y de ahí lo de “la levedad inescrutable del personaje tiene connotaciones que nos recuerdan el sufrimiento crónico de la sociedad en un ambiente que recela de todo…” Y ahí estás tú l
Esta semana no me voy a meter con las cosas religiosas, a pesar del título (y de que a veces te ponen las cosas a huevo). Aunque los que pintan algo en la iglesia (no me refiero a la señora que hizo el garabato en Borja), se metan en las cosas de los demás, no lo voy a hacer yo. No hagas a los demás que te hagan como yo quiero al prójimo… (Creo que es algo parecido, pero es que ese día me cambié a Ética y me perdí la clase de “Reli”). Esta semana os quería hablar sobre los nombres. Pero no el nombre del padre o del hijo (de verdad que hay nombres de hijos que son para matar al padre y para que le dé un ataque al Espíritu Santo. No tenéis más que pensar en algún Kevin Costner de Jesús, “Yosuas” y Samantas). Hablaremos de los nombres comunes. Hay padres hijos de… Porque vamos a ver ¿Quién pone el nombre de las cosas? A los animales, a las flores, a las ciudades… ¿Dónde está el responsable? ¿Con quién hay que hablar para que se ponga orden? ¿Y qué es este sindiós de
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
Naturalmente. como bien dices la verdad que nos cuentan los peliculeros no es la verdadera.
ResponderEliminarA menos que se trate de alguna dirigida por Terrence Malick, por ejemplo, "El Arbol de la Vida", que todos los intelectuales entendimos muy bien , incluso al dedillo, de como se refiere a la VIDA, sin florituras ni divagaciones, ni chorradas.Un paseo intrascendentalmente trascendental por todo eso que no cuentan y nos cuentan,y tal. Espero que os haya llegado.
ResponderEliminarTienes razón, Javier, mienten más que ruedan (películas).
ResponderEliminarBesotes,
Isabel