Blog de Javier Merchán. Ríete tú de las fake news de Donald Trump. Me invento todos los contenidos, pero no espero que nadie se los crea.
Escribo sobre cosas importantes sin tomármelas en serio.
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
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Estar malito no es estar o cosas que pasan cuando estás enfermito
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Dicen que el cuerpo humano es muy sabio. No sé en qué se basan, pero hay
gente muy lista que lo dice y tampoco es plan de empezar el año (por cierto ¡Feliz
2016!) llevando la contraria a la gente. Pues debe ser el cuerpo de los demás,
porque lo que es el mío no es muy listo que se diga. ¿Pues no va y se pone malo
en vacaciones? En plenas Navidades, cuando más rico está todo, y te pones hasta
arriba de turrón, mazapán, y bolitas de anís (como el ratón de Susanita).
Y es que estar malito no es estar. Como la canción de Sergio Dalma. Y
cuando te encuentras mal se te pone la misma voz que al cantante de canciones
musicales. Ronca, muy ronca. Pero no tienes ganas de cantar, ni de bailar
pegado, ni despegado, ni ná de ná.
Y es que una navidad sin un constipado, una pequeña gripe, una indigestión,
resaca o aunque sea un padrastro, no es Navidad. ¿No os habéis fijado que en le
tele sólo había anuncios de colonia o de medicinas? Casi todas para gente con
la nariz tapada. La colonia para oler bien, y las medicinas para al menos poder
oler.
Vamos con las cosas de estar enfermo
¿Por qué te pones malo con lo
bien que estabas?
Cada vez que enfermas siempre hay alguien que te pregunta, como echándote
la bronca, por qué te pones malo. Claro si es que no te abrigas, y has cogido
frío. Y tú lo que tienes es un esguince de tobillo, pero claro, es por no
abrigarte.
Pupa
Ya desde pequeñitos nos encantaba enseñar las pupas que teníamos. “¡Mía,
pupa!” Y un pequeño corte en un dedo daba para entablar conversación con
cualquier persona. Y con esto seguimos. Sentimos un pequeño placer en estar
malito para poder contárselo a alguien.
Tu dolor es el más doloroso
Y aunque te digan que el dolor de una piedra en un riñón (me refiero al
dolor que provoca la piedra. Desconozco si las piedras de los riñones sienten
algún tipo de emoción), o un dolor de oídos o de muelas, es el más intenso, tú
no te lo crees. El mayor dolor es el tuyo, el que sientes cuando estás malito.
Aunque sea anginas. Nada que ver con dar a luz, tu garganta está en llamas,
como Mordor o la leche de un bar. ¡Qué sabrá una parturienta de dolor! Mi dolor
es el más doloroso de los dolores.
Esto ha sido por y tienes que
tomarte...
Es muy probable que el mismo que se enfada al preguntarte por qué te pones
malo, te dé el diagnóstico en menos de 5 segundos y la solución a tu
enfermedad. Da igual que estés resfriado, que tengas una indigestión, piedras
en el riñón o la malaria. Ahí les tienes, tan seguro de sí mismos. Como si
fueran médicos especializados en lo que quiera que tengas. Te dicen que tú lo
que necesitas es reposo, calor y beber mucha agua. Está la variante de reposo,
frío y beber mucha agua. Y si no te pones bueno es porque no les has hecho
caso. Y tú has bebido más agua que los peces en el río y has reposado y te has
puesto frío, calor, y has vuelto a beber, y nada. Y es que seguramente deberías
haber ido al médico.
¿Al médico? Pero si no es
nada
Llevas quejándote dos días. Qué malito estoy, estoy fatal. Sobre todo los hombres,
que nos quejamos mucho más. Hasta que te dicen. “Y por qué no vamos al médico?”.
Ahí se te curan muchos de los síntomas. Si
no me duele tanto, ya estoy mucho mejor. Tampoco es para tanto, mañana ya estoy
perfecto.
Otros remedios
Mi abuela resumía todos los males en: 1- Has cogido frío 2. –Claro, no te
lo has comido todo 3.-Una mala postura. Que para ser inmortal sólo necesitas ir
abrigado, comer como si no hubiera un mañana y no poner malas posturas. ¿Habéis
visto a un oso con anginas? Pues eso. El oso Yogui no se puso malo nunca. Luego
los remedios era un caldito. Daba igual que tuvieras paperas, anginas, o te
hubiera atropellado un coche. El caldito te curaba. Siempre. La abuela de
Tarradellas te da una pizza o un trozo de fuet, y la mía un caldito.
¿No has probado a...?
Lo del caldito, el frío, el calor, un ibuprofeno y beber mucha agua sirve
para casi todo, pero luego hay ya remedios plus 5 estrellas que sólo sirve para
lo que te pasa a tí. Just for you que dicen los que hablan inglés y los que se
ponen cosas en el pelo para tapar las canas (¿o eso era Just for men?) Y no
tendríamos espacio suficiente para poner todos los remedios. Sólo os voy a dar
un ejemplo que cosas que te pueden recomendar. (Amiguitos, no lo hagáis en casa,
que me lo acabo de inventar, a ver si luego alguno me denuncia por dar remedios
en Internet).
Para una torcedura de tobillo mete el pie y el tobillo
afectado (no confundir de pie o no surtirá efecto) en zumo de ajonjolí caliente
(fundamental lo de la temperatura. Y fundamental que esté caliente el zumo. No
calentar el pie, ya se calentará con el zumo). Mano de santo.
Y de ahí surgen varias preguntas. ¿Qué cojones es el ajonjolí? ¿Cómo hago
zumo de eso? ¿Cuántos “ajonjolises” necesito para hacer un zumo en el que me
quepa un pie? Mejor voy al médico.
Grandes preguntas de la
humanidad… enferma (I)
No te das cuenta de que tienes nariz (estamos hablando de personas
normales, Rossy de Palma es consciente de que tiene nariz en todo momento)
hasta que no estás constipado. Y es ahí cuando te preguntas ¿dónde estaban los
mocos cuando estabas sano? Estaban ahí esperando a salir, trescientos kilos de
mocos, o para que lo entienda todo el mundo, 2 campos de fúbol llenos de kleenex.
¿Cuándo se acabarán? ¿Dónde están los vendedores de pañuelos de los semáforos
cuando los necesitas?
Grandes preguntas de la
humanidad… enferma (II)
¿Por qué las madres detectan mejor la fiebre que un termómetro? Que el
termómetro dice que sólo tienes décimas, pero tu madre con sólo tocarte la
frente con los labios ya sabes que estás muy malito. ¿Por qué no utilizan la
tecnología de los labios de madre para medir temperaturas y seguimos con este
aparato que no te conoce, ni sabe cómo te sientes, ni nada, ni te da mimitos,
ni te trae agua, ni te arropa con tu mantita preferida, ni nada.
La fiebre o por qué los
dragones rosas no vuelan los días impares
No, no se me ha ido la olla. Hoy no, que podría ser, hace unos días con la
fiebre sí. No sabía si estaba lloviendo dentro de casa, o tenía que coger un
tren que salía de la nevera… Y es que es como si te echaran droja en el colacao.
Te sientes muy fatalmente.
¿Cuándo ponernos malos?
¿Por qué sólo te pones enfermito los fines de semana y en vacaciones?
Algunos diréis lo de que el cuerpo es muy sabio. No tengo yo muy claro este
criterio. Si fuera sabio se pondría malo los lunes cuando tienes que ir al cole
o a trabajar.
Me he curado. ¡Milagro!
Y llega el lunes, o el día que acaban las vacaciones, y estás como una
rosa. Y has recuperado la voz, ya cantas igual de mal que siempre, y no te
duele nada, ni tienes ni siquiera unas décimas de fiebre, ni un moco, ni un
poquito de tos, nada. Y no le puedes enseñar a tus compis una mala tirita, o algo
para demostrarles lo malito que estabas… Y es cuando te vuelven a dar ganas de
llorar.
Igual hemos exagerado un poquito, pero era por una buena causa. ¡A
cuidarse, chavales y chavalas!
Literal. De Reyes casi hasta hoy que empezaba a trabajar. En Madrid a 12 grados gripazo. En Alemania bajo cero y como si llevase Abanderado. Schicken Eier.
Literal. De Reyes casi hasta hoy que empezaba a trabajar. En Madrid a 12 grados gripazo. En Alemania bajo cero y como si llevase Abanderado. Schicken Eier.
Gracias a la vacuna (población de riesgo, obligatoria...) sin gripazo pero... ¿y los huesos? ¿Qué me dices de los huesos que, además, no tienen un "dolorímetro" que llevarse a la boca? ¡¡Porque tú con los moquitos, las tiritas y el fiebrón puedes demostrar estar malito y de ahí a mimitos, cariñitos y regalitos, hay un paso. Pero ¿cómo lo demuestro yo? ¡Eh, listo! ¡A ver qué me invento yo para que me quieran y me regalen un collar de cristalitos de esos que son los mejores amigos de las mujeres! Bueno... ¡¡Feliz año Nuevo a ti también!! Besotes, Isabel
A veces, cuando me pongo a pensar sobre qué escribir en el blog, se me ocurren muchas cosas. Luego me doy cuenta de que alguien ya ha escrito sobre ello, y el cabrón o cabrona lo ha hecho mejor. Otras veces tengo una idea y cuando llevo un buen rato escribiendo, me digo “pero si de esto ya he hecho un post”. Y otras veces, directamente no pienso. Esta vez voy a escribir sobre cosas que ya se han escrito. Pero vamos a hacerlo de otra manera. Y os explico por qué. Pues “resultadeque” estaba leyendo una crítica de una película y no terminé de entender si me estaban recomendando verla, si era muy mala, o me comprara un Opel Corsa. No comprendí nada. Yo creo que los críticos de cine, como escriben a oscuras en la sala de cine, pues luego no entienden lo que han puesto y tienen que inventar, y de ahí lo de “la levedad inescrutable del personaje tiene connotaciones que nos recuerdan el sufrimiento crónico de la sociedad en un ambiente que recela de todo…” Y ahí estás tú l
Esta semana no me voy a meter con las cosas religiosas, a pesar del título (y de que a veces te ponen las cosas a huevo). Aunque los que pintan algo en la iglesia (no me refiero a la señora que hizo el garabato en Borja), se metan en las cosas de los demás, no lo voy a hacer yo. No hagas a los demás que te hagan como yo quiero al prójimo… (Creo que es algo parecido, pero es que ese día me cambié a Ética y me perdí la clase de “Reli”). Esta semana os quería hablar sobre los nombres. Pero no el nombre del padre o del hijo (de verdad que hay nombres de hijos que son para matar al padre y para que le dé un ataque al Espíritu Santo. No tenéis más que pensar en algún Kevin Costner de Jesús, “Yosuas” y Samantas). Hablaremos de los nombres comunes. Hay padres hijos de… Porque vamos a ver ¿Quién pone el nombre de las cosas? A los animales, a las flores, a las ciudades… ¿Dónde está el responsable? ¿Con quién hay que hablar para que se ponga orden? ¿Y qué es este sindiós de
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
Literal. De Reyes casi hasta hoy que empezaba a trabajar. En Madrid a 12 grados gripazo. En Alemania bajo cero y como si llevase Abanderado. Schicken Eier.
ResponderEliminarLiteral. De Reyes casi hasta hoy que empezaba a trabajar. En Madrid a 12 grados gripazo. En Alemania bajo cero y como si llevase Abanderado. Schicken Eier.
ResponderEliminarGracias a la vacuna (población de riesgo, obligatoria...) sin gripazo pero... ¿y los huesos? ¿Qué me dices de los huesos que, además, no tienen un "dolorímetro" que llevarse a la boca? ¡¡Porque tú con los moquitos, las tiritas y el fiebrón puedes demostrar estar malito y de ahí a mimitos, cariñitos y regalitos, hay un paso. Pero ¿cómo lo demuestro yo? ¡Eh, listo! ¡A ver qué me invento yo para que me quieran y me regalen un collar de cristalitos de esos que son los mejores amigos de las mujeres!
ResponderEliminarBueno... ¡¡Feliz año Nuevo a ti también!!
Besotes,
Isabel
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