Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Estar malito no es estar o cosas que pasan cuando estás enfermito

Dicen que el cuerpo humano es muy sabio. No sé en qué se basan, pero hay gente muy lista que lo dice y tampoco es plan de empezar el año (por cierto ¡Feliz 2016!) llevando la contraria a la gente. Pues debe ser el cuerpo de los demás, porque lo que es el mío no es muy listo que se diga. ¿Pues no va y se pone malo en vacaciones? En plenas Navidades, cuando más rico está todo, y te pones hasta arriba de turrón, mazapán, y bolitas de anís (como el ratón de Susanita).

Y es que estar malito no es estar. Como la canción de Sergio Dalma. Y cuando te encuentras mal se te pone la misma voz que al cantante de canciones musicales. Ronca, muy ronca. Pero no tienes ganas de cantar, ni de bailar pegado, ni despegado, ni ná de ná.


Y es que una navidad sin un constipado, una pequeña gripe, una indigestión, resaca o aunque sea un padrastro, no es Navidad. ¿No os habéis fijado que en le tele sólo había anuncios de colonia o de medicinas? Casi todas para gente con la nariz tapada. La colonia para oler bien, y las medicinas para al menos poder oler.


Vamos con las cosas de estar enfermo

¿Por qué te pones malo con lo bien que estabas?

Cada vez que enfermas siempre hay alguien que te pregunta, como echándote la bronca, por qué te pones malo. Claro si es que no te abrigas, y has cogido frío. Y tú lo que tienes es un esguince de tobillo, pero claro, es por no abrigarte.

Pupa

Ya desde pequeñitos nos encantaba enseñar las pupas que teníamos. “¡Mía, pupa!” Y un pequeño corte en un dedo daba para entablar conversación con cualquier persona. Y con esto seguimos. Sentimos un pequeño placer en estar malito para poder contárselo a alguien.


Tu dolor es el más doloroso

Y aunque te digan que el dolor de una piedra en un riñón (me refiero al dolor que provoca la piedra. Desconozco si las piedras de los riñones sienten algún tipo de emoción), o un dolor de oídos o de muelas, es el más intenso, tú no te lo crees. El mayor dolor es el tuyo, el que sientes cuando estás malito. Aunque sea anginas. Nada que ver con dar a luz, tu garganta está en llamas, como Mordor o la leche de un bar. ¡Qué sabrá una parturienta de dolor! Mi dolor es el más doloroso de los dolores.


Esto ha sido por y tienes que tomarte...

Es muy probable que el mismo que se enfada al preguntarte por qué te pones malo, te dé el diagnóstico en menos de 5 segundos y la solución a tu enfermedad. Da igual que estés resfriado, que tengas una indigestión, piedras en el riñón o la malaria. Ahí les tienes, tan seguro de sí mismos. Como si fueran médicos especializados en lo que quiera que tengas. Te dicen que tú lo que necesitas es reposo, calor y beber mucha agua. Está la variante de reposo, frío y beber mucha agua. Y si no te pones bueno es porque no les has hecho caso. Y tú has bebido más agua que los peces en el río y has reposado y te has puesto frío, calor, y has vuelto a beber, y nada. Y es que seguramente deberías haber ido al médico.


¿Al médico? Pero si no es nada

Llevas quejándote dos días. Qué malito estoy, estoy fatal. Sobre todo los hombres, que nos quejamos mucho más. Hasta que te dicen. “Y por qué no vamos al médico?”. Ahí se te curan muchos de los síntomas. Si no me duele tanto, ya estoy mucho mejor. Tampoco es para tanto, mañana ya estoy perfecto.


Otros remedios

Mi abuela resumía todos los males en: 1- Has cogido frío 2. –Claro, no te lo has comido todo 3.-Una mala postura. Que para ser inmortal sólo necesitas ir abrigado, comer como si no hubiera un mañana y no poner malas posturas. ¿Habéis visto a un oso con anginas? Pues eso. El oso Yogui no se puso malo nunca. Luego los remedios era un caldito. Daba igual que tuvieras paperas, anginas, o te hubiera atropellado un coche. El caldito te curaba. Siempre. La abuela de Tarradellas te da una pizza o un trozo de fuet, y la mía un caldito.


¿No has probado a...?

Lo del caldito, el frío, el calor, un ibuprofeno y beber mucha agua sirve para casi todo, pero luego hay ya remedios plus 5 estrellas que sólo sirve para lo que te pasa a tí. Just for you que dicen los que hablan inglés y los que se ponen cosas en el pelo para tapar las canas (¿o eso era Just for men?) Y no tendríamos espacio suficiente para poner todos los remedios. Sólo os voy a dar un ejemplo que cosas que te pueden recomendar. (Amiguitos, no lo hagáis en casa, que me lo acabo de inventar, a ver si luego alguno me denuncia por dar remedios en Internet).

Para una torcedura de tobillo mete el pie y el tobillo afectado (no confundir de pie o no surtirá efecto) en zumo de ajonjolí caliente (fundamental lo de la temperatura. Y fundamental que esté caliente el zumo. No calentar el pie, ya se calentará con el zumo). Mano de santo.

Y de ahí surgen varias preguntas. ¿Qué cojones es el ajonjolí? ¿Cómo hago zumo de eso? ¿Cuántos “ajonjolises” necesito para hacer un zumo en el que me quepa un pie? Mejor voy al médico.



Grandes preguntas de la humanidad… enferma (I)

No te das cuenta de que tienes nariz (estamos hablando de personas normales, Rossy de Palma es consciente de que tiene nariz en todo momento) hasta que no estás constipado. Y es ahí cuando te preguntas ¿dónde estaban los mocos cuando estabas sano? Estaban ahí esperando a salir, trescientos kilos de mocos, o para que lo entienda todo el mundo, 2 campos de fúbol llenos de kleenex. ¿Cuándo se acabarán? ¿Dónde están los vendedores de pañuelos de los semáforos cuando los necesitas?



Grandes preguntas de la humanidad… enferma (II)

¿Por qué las madres detectan mejor la fiebre que un termómetro? Que el termómetro dice que sólo tienes décimas, pero tu madre con sólo tocarte la frente con los labios ya sabes que estás muy malito. ¿Por qué no utilizan la tecnología de los labios de madre para medir temperaturas y seguimos con este aparato que no te conoce, ni sabe cómo te sientes, ni nada, ni te da mimitos, ni te trae agua, ni te arropa con tu mantita preferida, ni nada.


La fiebre o por qué los dragones rosas no vuelan los días impares

No, no se me ha ido la olla. Hoy no, que podría ser, hace unos días con la fiebre sí. No sabía si estaba lloviendo dentro de casa, o tenía que coger un tren que salía de la nevera… Y es que es como si te echaran droja en el colacao. Te sientes muy fatalmente.


¿Cuándo ponernos malos?

¿Por qué sólo te pones enfermito los fines de semana y en vacaciones? Algunos diréis lo de que el cuerpo es muy sabio. No tengo yo muy claro este criterio. Si fuera sabio se pondría malo los lunes cuando tienes que ir al cole o a trabajar.

Me he curado. ¡Milagro!

Y llega el lunes, o el día que acaban las vacaciones, y estás como una rosa. Y has recuperado la voz, ya cantas igual de mal que siempre, y no te duele nada, ni tienes ni siquiera unas décimas de fiebre, ni un moco, ni un poquito de tos, nada. Y no le puedes enseñar a tus compis una mala tirita, o algo para demostrarles lo malito que estabas… Y es cuando te vuelven a dar ganas de llorar.



Igual hemos exagerado un poquito, pero era por una buena causa. ¡A cuidarse, chavales y chavalas! 

Comentarios

  1. Literal. De Reyes casi hasta hoy que empezaba a trabajar. En Madrid a 12 grados gripazo. En Alemania bajo cero y como si llevase Abanderado. Schicken Eier.

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  2. Literal. De Reyes casi hasta hoy que empezaba a trabajar. En Madrid a 12 grados gripazo. En Alemania bajo cero y como si llevase Abanderado. Schicken Eier.

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  3. Gracias a la vacuna (población de riesgo, obligatoria...) sin gripazo pero... ¿y los huesos? ¿Qué me dices de los huesos que, además, no tienen un "dolorímetro" que llevarse a la boca? ¡¡Porque tú con los moquitos, las tiritas y el fiebrón puedes demostrar estar malito y de ahí a mimitos, cariñitos y regalitos, hay un paso. Pero ¿cómo lo demuestro yo? ¡Eh, listo! ¡A ver qué me invento yo para que me quieran y me regalen un collar de cristalitos de esos que son los mejores amigos de las mujeres!
    Bueno... ¡¡Feliz año Nuevo a ti también!!
    Besotes,
    Isabel

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