Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

La verdad verdadera de los Reyes Magos

¿Sabías que hubo un cuarto Rey Mago? ¿Los pajes son siempre los mismos o los van cambiando? ¿Camellos o dromedarios? ¿Qué hacen el resto del año?

Estas y muchas más preguntas sobre los Reyes Magos por fin tienen respuesta. ¿Qué cómo las he conseguido? He podido hablar con Baltasar. Y sí, ya sé lo que estáis pensando. No, no he cogido al primer concejal que se ha pintado la cara con betún como hacen algunos ayuntamientos. Es el verdadero. El único e inimitable Baltasar. Verdad, verdadera. Y ha accedido a responder mis preguntas. Lo único que me ha pedido es que no le haga fotos, que le he pillado en chándal y tiene una reputación que guardar.

Rechace imitaciones. 

Me hubiera gustado tener tiempo para que me enviarais vuestras preguntas. Seguro que se me ha escapado alguna, pero era una ocasión que no podía rechazar y sólo tuve 15 minutos para hablar con él. Vamos con la entrevista.


Muchas gracias por aceptar la entrevista y recibirme en su casa. Es usted mi Rey favorito 

¿También soy tu favorito? Todos decís lo mismo. No sé si creérmelo. Como soy el más fácil de distinguir… ¿No será que no sabes quién es Melchor o Gaspar?

De verdad lo digo. Melchor es el del oro y Gaspar el del incienso.

Muy bien. ¿Y la barba? ¿Quién tiene la barba blanca?

Yo diría que los dos…

¡Vaya! Un listillo. Pues efectivamente. Los dos, pero Gaspar se la tiñe y se le ha puesto color pollo. No gana para Grecian 2000. El sueldo se le va en tintes y cosas para el pelo. A nuestra edad ya deberíamos olvidarnos de esas chorradas. La magia no entiende de canas.

Si no es indiscreción ¿Qué edad tiene?

Pues sí es una indiscreción, pero vamos; no hace falta ser muy listo para decir que algunos más de 2015.

Claro, Majestad ¿Y de qué parte de Oriente son exactamente?

Esta sí te la voy a contestar. Se han dicho muchas cosas sobre nuestro origen. Que si somos de Tartessos, de Mesopotamia... Cada uno somos de un sitio. Melchor es de Ciudad Real, Gaspar nació en Guadalajara, Julián de Soria  y yo soy de Burgos.

Perdón, ¿Julián?

Bueno, todos le llamábamos el chino porque era así como amarillo y los ojos rasgados, pero conoció una moza, se casó y montó un supermercado de esos que tienen de todo y que no cierra casi nunca. Hemos perdido el contacto con él. Creo que vive en Tarragona.

¿Cómo se conocieron ustedes?

Haciendo la ruta de Santiago. Siempre hemos sido unos adelantados. Nos llamaban hípsters y todo. Antes de que Santiago se pusiera en marcha, nosotros ya estábamos ahí haciendo el camino. En aquella época no había mapas, ni Google ni nada. Nos liamos a andar y aparecimos en Belén. 

¿Y la estrella?

Nosotros vimos la estrella al llegar al portal. Eso que dicen que fue nuestra guía, nada de nada.  Nos lió un chaval que llevaba un tambor. Muy majo, pero un poco pesado. Todo el día con el rom pom pom pom, rom pom pom. Nos dijo que había un camino que llevaba a Belén. Nos liamos el turbante a la cabeza y allí nos fuimos. 

¿Y los camellos?

Eso fue cosa de Melchor. Venía de una familia de posibles y siempre le mandaban cofres con oro. Como es el mayor de los tres y anda un poco tocado de la cadera, pues compró unos camellos. ¿O dromedarios? Chico, no sé, siempre me hago un lío con las jorobas. A mí me gusta más el coche, pero ya sabes cómo son los mayores y las tradiciones. Y como paga él, pues nada.

¿Por qué regalaron oro, incienso y mirra?

Pues ya sabes cómo son estas cosas. Ya te dije que Melchor siempre llevaba oro y además tampoco se quería complicar. A Gaspar y a mí, entre unas cosas y otras, se nos echó el tiempo encima y tuvimos que parar en una estación de servicio y comprar el regalo deprisa y corriendo. La gente dice que no sabe para que sirva la mirra ¿Y el incienso? Al principio te gusta el olor, pero luego ya huele todo a hippy haciendo yoga que tira para atrás.

Pero ¿Mirra?

Pero Mirra cómo beben… Perdón por la broma, pero me la dejabas a huevo. ¡Chico, yo que sé! Las prisas. Luego me enteré que servía para elaborar perfumes y medicinas. Y la verdad, que en el portal un ambientador o algo no hubiera estado mal. Que la mula y el buey daban calorcito, pero ahí parados durante días, ya tú sabes.

Tiene usted cierto acento cubano

¿De dónde te crees que me viene el color? En Burgos no hay mucha tradición de gente de color. Soy negro por parte de padre. Raúl Labarca se llamaba. El apellido no lo uso mucho por los problemas que tuve en el colegio.

No entiendo

Te puedes imaginar. Llamándote Baltasar Labarca todos los niños me cantaban la cancioncita de me dijo el barquero, las niñas bonitas…Y así año tras año. Al final lo cambié por González que es el apellido de mi madre. 


¿Cómo era Belén?

Pues como lo pintan. En esa época, todo era campo. El castillo de Herodes en una montaña con su soldado romano más grande que la puerta. Un río que parecía hecho de papel de plata, hilanderas, señores haciendo de vientre que luego llamaron caganer, pastorcillos con requesón, manteca y vino… El vino se lo pimpló todo San José… Hay que entender que al final se diera a la bebida. ¡Pobre hombre!

Cuénteme algo de él. Es de los personajes que menos sabemos.

Pues un hombre muy cabal. De la carpintería a su casa y de casa a la carpintería. Luego ya con todo el lío del espíritu santo y todo, se le vino el mundo encima. Pero muy buena persona y amigo de sus amigos.

¿Y María?

Guapísima. Y un poco coqueta. Siempre peinándose entre cortina y cortina. 

¿Conoció a Herodes?

¡Claro! Muy mal carácter. Pero también hay que entenderle. Si a ti te dijeran te jodes como Herodes, todo el tiempo, seguro que no te gustaba.  No le hacían gracia los niños.

¿Cómo es un día normal en la vida de un Rey Mago?

Pues como cualquier persona jubilada. Los pajes hacen casi todo el trabajo. Con la pensión que me ha quedado no les puedo pagar mucho pero trabajan sólo un par de meses al año. Diciembre y enero son una locura, pero el resto del tiempo estamos en Benidorm. Hace muy buen tiempo y tenemos bastante éxito entre la población femenina.

¿Qué le parece que haya gente que se haga pasar por ustedes?

Pues hombre. A veces lo agradecemos. No podemos estar en todas partes y nos quitan bastante trabajo, pero podrían currarse un poco lo del maquillaje. Pero bueno, al gordo le pasa lo mismo. 


¿Es cierta esa rivalidad con Papá Noel?

Yo personalmente no tengo nada contra el imperialista yanqui. ¿Pero eso que dicen que trabajamos menos desde que está él? Antes traías una bici, una muñeca o un balón y ya está. Ahora que si la PlayXbox, el móvil, la camiseta de CR7, la Nancy con todos los complementos, una mascota… Hay que turnarse.

Sé que está feo hablar de temas monetarios, pero ¿De dónde sacan el dinero para comprar los regalos?


Merchandising. Nuestros derechos de autor… ya sabes que si las figuritas de chocolate, el dinero de los roscones. Eso lo lleva nuestro representante. 

¿No se han planteado un cambio de vestuario?

Pues sí. Yo personalmente estoy un poquito harto de ir disfrazado como la baraja de Heraclio Fournier. Ya me gustaría ir en chándal. Con el trajín que llevamos la noche del día 6 sería mucho mejor ir con algo más cómodo.

Algún mensaje para los niños

Te podría dar el típico discurso de que hay que portarse bien para que no tengamos que traer carbón, pero es que ya no hay carbón ni para los peores niños. Se ha perdido la tradición. No sabríamos dónde comprarlo. Sin embargo aprovecho para dar un mensaje a todos aquellos que nos dejen la copita de coñac. Yo soy más de ron y Melchor es de gin-tonic, pero de los tradicionales, sin mariconadas. Ni verdura, ni nada.

¿Y Gaspar?

El abuelo se bebe hasta el fairy. Es ver una copa y tirarse en plancha. Luego nos toca a Melchor y mí llevarle en brazos hasta su casa todos los días 6. Su mujer le tiene muy controlado el resto del año y ya se sabe.


No quiero robarle más tiempo Majestad. Muchas gracias por su tiempo. 

De nada majo. Pásate cualquier día. Hasta diciembre tengo la agenda libre.

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Pues ya sabéis, Si tenéis alguna pregunta para Baltasar, me la dejáis en los comentarios para la próxima vez que pase por su casa. 


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