Blog de Javier Merchán. Ríete tú de las fake news de Donald Trump. Me invento todos los contenidos, pero no espero que nadie se los crea.
Escribo sobre cosas importantes sin tomármelas en serio.
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
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Restaurantes y Navidad (II)
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Me llena de orgullo y
satisfacción poder decir de nuevo lo de “priviusly
on” Un Cigarrito. Pues eso, que en el capítulo anterior os hablaba de los
diferentes lugares para celebrar los eventos propios de estas fechas señaladas.
¿Por cierto, conocéis alguna fecha que no lo sea? Un suponer. Digamos que una
señora marca en el calendario el día que tiene cita en el médico. Por ejemplo,
el 4 de mayo. ¿Eso lo convierte en una fecha señalada?
A lo que vamos. En la
primera parte señalábamos (soy el cubo de la risa J ) tres tipos de restaurantes. A saber:
chino, los baretos baratos de toda la vida y los caros que se dividían en
marisquerías, asadores y mesones.
Después llegaron los
restaurantes temáticos y la cocina de autor. Y aquí va la explicación de cada
uno. Los temáticos son los que además de comida, y muy parecida que en el resto
de sitios, ponen “tontás” alrededor. Que si suben la música para que parezca
que estás en un garito, o disfrazan a los camareros, decoran la sala con
telarañas (quiero creer que falsas). Si fueran de verdad, entran en la
categoría de asquerosos y dejan de ser temáticos. O comer a oscuras... ¿En qué momento hemos pensado
que comer sin luz es divertido?
La cocina de autor
tiene su origen en Francia (empezamos mal, amigos) y el cocinero es más o menos
famoso en el mundo de la restauración. Vamos que la cocina de mi suegra y su
comida, que mola mucho más que los de la mayoría de estos señores (palabrita
del niño Jesús), no se considera de autor. ¡Tócate los huevos! Mejor para ella
que no tiene que cocinar para tanta gente y tocamos a más.
Nota del autor. Mamá,
tu comida está también muy buena… pero ya no lo arreglo ni con esta nota ¿no?
Y
un señor que se pone esta ropa, dicen que tiene criterio.
Temáticos
Para que lo entendáis
con ejemplos. Disfrazar a los camareros de personajes de La Guerra de las
Galaxias, contratar a señores bajitos y decir que es un bar de Hobbits,
convencer a Jordi Hurtado para que sirva las mesas y decir que estamos en Parque Jurásico, llamar a la Duquesa de Alba… (no, mejor no,
que se te quitan las ganas de comer). Eso sería un bar temático.
Pones tortillas de
patata con kétchup estratégicamente colocado, zumo de tomate para beber, unos
camareros disfrazados de vampiros, jodes dos o tres bombillas para que parezca
que hay menos luz, despides a la señora de la limpieza del local de toda la
vida y marchando. ¿Ves que fácil? Ni los de Bricomanía lo hacen tan sencillo.
Pues, aunque no lo
creáis, hay gente que va a estos sitios. ¡Cómo mola! Un restaurante en el que
ponen la misma comida yanqui de siempre, pero tienen guitarras de algún grupo
de ye-yés o el vestido de alguna famosa que se disfraza de mamarracha (me
encanta esta palabra y quería meterla como fuera). Y le llamaremos Hard Rock. Y
si en tu ciudad no hay uno, es que no es guay (¡Qué antiguo me ha quedado esto
¿no? ).
También puedes poner
a los camareros a cantar ópera y le llamas La Traviata. O Zarzuela y le llamas
La Verbena de la Paloma. O mejor, reúnes a un grupo de la Tuna y llamas… a la
policía para que los detenga por alterar el orden público y por sinvergüenzas (creíais
que me iba a inventar un nombre ¿verdad? Me sorprendo a mí mismo J…. PD: No).
Camarera
principal. Tenía un mal día la pobre. El peor para grabar un disco.
Uno de los temáticos preferidos
(NO), y por eso no he ido nunca a ninguno (lo prometo) son los restaurantes
eróticos. Si tienes entre 4 y 10 años y oyes pene, te ríes. Si ya tienes 20, y
te sigues riendo, tienes un problema. Pero no queda ahí la cosa. Hay gente que
le divierte ir a un sitio en el que la comida simula ser una teta, o tiene
forma fálica (para que no lo tengáis que buscar, es lo que viene siendo una
polla)… Siempre es mejor comer lo
natural (cada uno lo que quiera). There are people for everything! No pongo
fotos de estos platos, por si acaso Obama
me cierra el blog.
La
cocina de autor o ¿pero qué cojones es esto?
Ya os dije que
empezábamos mal. Algo que tiene su origen en Francia no puede ser bueno. Eso de
que sea más famoso el que cocina que lo que te comes, no es buen comienzo. Yo
quiero comer, no saber cómo se llama el señor que lo ha hecho… Mira que me
gusta un buen chuletón ¿He preguntado cómo se llamaba el buey del que ha salido
la carne? Pues entonces.
Y no hay ni uno ni
dos. Hay miles de autores. Ya no son cocineros, son chefs. Y las cocinas deben
estar vacías, porque todos están en la tele. O tienen un programa, o colaboran
en un concurso, o ayudan a montar un negocio… Pero esta gente, ¿Cuándo trabaja?
Es como el director de La Razón. Le tienen en la tele para no aguantarle en la
redacción y que esté entretenido.
Os voy a dar 10
claves para saber que estáis en este tipo de restaurantes.
¿Conoces
este edificio chulo que no parece un restaurante? Pues entra. Estás en el sitio
correcto.
Te
tratan como si fueras a un banco a ingresar dinero… De hecho a veces te gastas
algo más.
Lees
la carta 20 veces y aun así necesitas el comodín del público, el del 50% y la
ayuda del maître. (¡Qué gracioso!
“Metre” se escribe con un tejadillo encima de la i. ¿Petimetre querrá decir camarero
chiquitín en francés?
El
menú degustación tiene entre 20 y 30 platos… y te quedarás con hambre al
terminarlos todos
El
plato más corto tiene dos líneas de texto. Un ejemplo: Aroma de tomillo con
jarabe de puerros al extracto de hongo holandés recién cortado con tiras que
¡Toma, arsa! ¡Arriquitaún majabi an de bugui an de buididipi!
Antes
de comer cualquier cosa, te la presentan, como si fueras a hablar con ella o
hacer negocios.
No
hay un puto plato redondo y parecerá que están vacíos
Una
vez termines el plato, no sabrás si era carne, pescado o insecto
¿Creías
que habías acabado con el postre? Todavía quedan dos o tres platos más.
Tienes
que hacer el boca a boca a la tarjeta al pagar
Sólo por estar
seguro. Te dejo otras 10 claves para saber que no estás en un restaurante de
cocina de autor
Tiene
un cartel de Mirinda en la puerta.
Si
tiene una pizarra en la puerta con el menú del día tampoco es de autor.
Se
llama Bar Juanín, o Restaurante El Rubio
Las
mesas están patrocinadas por Cervezas El Águila. Esto además significa que es
viejuno y nadie les ha querido cambiar el mobiliario.
Tienen
carteles del próximo partido del At. Tetuán contra el Vaguada F.C.
Las
Tortillas de patata no están “reconstruidas”. Son redondas como las de toda la
vida.
Pides
un gin tonic con Pepino y te ponen… mirando pa Cuenca
Ponen
tapas de torreznos (y se llaman torreznos, no les ponen nombre y apellidos)
Tienen
sección de lectura con lo último en deporte. Un ejemplar del Marca y otro de
As.
Hay
gente normal dentro y fuera de la barra
En el tercer
capítulo, y ya prometo que acabo con los restaurantes, os explicaré lo de la
moda de comer por el mundo sin moverte de tu ciudad. No tenemos ni idea de
dónde está el medio Oriente, pero nos hemos convertido en expertos de la cocina
de… si hombre, de este país tan bonito…. Dejadme tiempo para inventarme algo.
¡Buen tiempo has elegido para hablar de restaurantes y comida, Javier! ¡Si ya hay hasta Roscón de Reyes en las pastelerías... ! Por favor, da a tu club de fans unos días para que hagamos la digestión. De otra forma, a Nochevieja no llegamos... Besotes, Isabel
A veces, cuando me pongo a pensar sobre qué escribir en el blog, se me ocurren muchas cosas. Luego me doy cuenta de que alguien ya ha escrito sobre ello, y el cabrón o cabrona lo ha hecho mejor. Otras veces tengo una idea y cuando llevo un buen rato escribiendo, me digo “pero si de esto ya he hecho un post”. Y otras veces, directamente no pienso. Esta vez voy a escribir sobre cosas que ya se han escrito. Pero vamos a hacerlo de otra manera. Y os explico por qué. Pues “resultadeque” estaba leyendo una crítica de una película y no terminé de entender si me estaban recomendando verla, si era muy mala, o me comprara un Opel Corsa. No comprendí nada. Yo creo que los críticos de cine, como escriben a oscuras en la sala de cine, pues luego no entienden lo que han puesto y tienen que inventar, y de ahí lo de “la levedad inescrutable del personaje tiene connotaciones que nos recuerdan el sufrimiento crónico de la sociedad en un ambiente que recela de todo…” Y ahí estás tú l
Esta semana no me voy a meter con las cosas religiosas, a pesar del título (y de que a veces te ponen las cosas a huevo). Aunque los que pintan algo en la iglesia (no me refiero a la señora que hizo el garabato en Borja), se metan en las cosas de los demás, no lo voy a hacer yo. No hagas a los demás que te hagan como yo quiero al prójimo… (Creo que es algo parecido, pero es que ese día me cambié a Ética y me perdí la clase de “Reli”). Esta semana os quería hablar sobre los nombres. Pero no el nombre del padre o del hijo (de verdad que hay nombres de hijos que son para matar al padre y para que le dé un ataque al Espíritu Santo. No tenéis más que pensar en algún Kevin Costner de Jesús, “Yosuas” y Samantas). Hablaremos de los nombres comunes. Hay padres hijos de… Porque vamos a ver ¿Quién pone el nombre de las cosas? A los animales, a las flores, a las ciudades… ¿Dónde está el responsable? ¿Con quién hay que hablar para que se ponga orden? ¿Y qué es este sindiós de
¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He
¡Buen tiempo has elegido para hablar de restaurantes y comida, Javier! ¡Si ya hay hasta Roscón de Reyes en las pastelerías... !
ResponderEliminarPor favor, da a tu club de fans unos días para que hagamos la digestión. De otra forma, a Nochevieja no llegamos...
Besotes,
Isabel
Sólo queda uno más y ya acabamos con la comida :-)
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