Dicen que las mudanzas son una de las
situaciones más estresantes del mundo. Ahí discrepo. En general, no es nada del
otro mundo… la de los demás, pero si te toca a ti, ya es otra cosa. Es una
putada como la copa de un pino (¿De dónde vendrá esta expresión)?
Además de trasladar tus cosas de un lado a
otro, ropa, muebles y demás enseres (¡Qué palabra tan bonita!) que ya de por sí
es jodido, también está el comprar nuevas cosas, papeleo, cambio de
domiciliaciones, dar de alta servicios como el teléfono, Internet, luz. Vamos
que no se lo deseo a nadie. Yo creo que a Dios se le olvidó una plaga de
mudanzas entre las que envió a Egipto para darles un escarmiento. No quiso
cebarse con ellos.
Uno de los protagonistas principales en toda
mudanza son las cajas, cajitas, cajones y demás variantes del mismo elemento
tomadas de millones en millones. No sabías que había tantas cosas en una casa tan
pequeña. Da igual que salgas de un apartamento de 25 metros cuadrados a una
mansión de 200 habitaciones. Las cajas que has sacado no cabrán en ningún
sitio. También te das cuenta la cantidad de ropa que puede tener una mujer,
pero esa es otra historia.
El otro protagonista es sueco, y el que no
pase por allí, antes, durante y después de la mudanza, no sabe lo que se
pierde. O sí lo sabe y por eso no va. No me imagino yo a los millonarios
pasándose por Ikea y luego montando los muebles.
Para esta mudanza, me ha tocado ir más veces
de las que hubiera querido por el “Aiquía” (en inglés, se dice así, como si no
fuera más fácil), y he cometido los mismos errores, una y otra vez.
La bolsa amarilla
Antes de hablar de la jodía bolsa, el primer
error es ir hasta allí. Una vez que
entras es más difícil salir de Ikea que de las drogas. Pero ya estás ahí, y
coges la bolsa amarilla. Y si no la pillas a la entrada, la cogerás luego
(están por todas partes). Aunque sólo vayas a mirar, picas y la coges. El
“porsiaca” que le llaman. Y siempre
compras algo, el portarrollo de cocina, unos cojines muy monos (da igual que
seas tío, también son monos y los comprarás), y el cacharro para que no se
cuezan las partes sensibles cuando te pones el ordenador en las rodillas. Pero ellos
lo llaman de otra manera, Descojönsæn, o algo así.
No seguir las flechas
Te haces el listo y no sigues las flechas
para ir más rápido. ¡Es una trampa!
Acabarás en otro país o en la parte en la que está plagada de niños. Es como Oz
tienes que seguir el camino de baldosas amarillas, no te queda otra. Ya, ya sé
que algunos lo habéis conseguido, pero yo lo he intentado y ahora mismo os
estoy escribiendo rodeado de doscientos niños jugando en una piscina de bolas
(ellos, yo estoy hasta las bolas… sin piscina)
Lámparas maravillosas
Que levante la mano el que no tenga una
lámpara de Ikea. Da igual que sean de papel o plástico. Yo creo que hemos
comprado todo el catálogo. Sin exagerar tenemos 5 modelos diferentes, y
exagerando, dos millones de lámparas.Aquí una muestra.
No sin mis bombillas
Si encuentras a la primera la bombilla que va
con la lámpara te regalan otra. Pero la tienes que buscar también. Mira que te
lo pone en la caja, pero, al menos en Irlanda, no hay ninguna parecida a la que
tienes que coger. E27 75W. ¿O estos son
los planos del tesoro en los que están las bombillas?
Los nombrecitos
De acuerdo, son suecos y no van a poner a los
muebles Jose Francisco o Maria Luisa, pero tiene que haber un término medio.
Los tornillos se llaman “Enroscån” y las arandelas “Rædondeles”. Así no hay quien se acuerde de lo que hay que
comprar. No me extraña que lo más vendido sea la estantería Billy. Si queréis
crear un mueble con vuestro nombre, aquí tenéis una tontá para hacerlo. http://www.blogadilla.com/swedishFurniture/swedishFurniture.html
Vamos a probar las “almondigas”
¿Os acordáis de la noticia de que tenían
carne de caballo? Yo no me lo creía
hasta que las probé y salí al galope a mirar las alfombras “felpudensen”.
Si total son 10 euros
Cada cosa.
Lo que no te dicen es que hay que sumar todas cosa y cuando vas a pagar
te das cuenta de la pasta que te has dejado. El “sólo voy a mirar” supone 200
“leuros”.
El carrito plano
Da igual el que cojas. Están todos bizcos.
¿Quieres ir a la izquierda? Pues gira el carrito 75 grados al norte. Y si ya vas cargado de muebles, es la
descojonación. Pero el carro es listo como un demonio y te lleva directo a las
cajas para soltar la pasta.
¡Qué original!
Era original hasta que te das cuenta que todo
Dios tiene el mismo cuadro en su casa. Sí, ese de Nueva York, pues lo tenemos
todos.
Claro que cabe
Has comprado un par de muebles y caben en el
coche. Pues no. Te faltarán 2 centímetros de coche o te sobrarán de mueble. Lo suficiente para que tengas que
volver con las orejas gachas y pedirles a los señores de Ikea que te lo lleven
ellos, por un módico precio que suele ser el mismo que el mueble que no te cabe.
El montaje
Digamos que el Señor me ha dado pies en vez
de manos. Para que os hagáis una idea soy tan hábil con las manos como Arbeloa
con los pies. El único mueble que había hecho era la cama… ¿A quién quiero
engañar? La cama la hago todos los días, pero esa es otra historia.
Esta vez, me he puesto a prueba y como soy
muy cabezón he montado varios… y al menos las puertas de los armarios se abren…
Todavía estoy intentando cerrarlas J.
Aquí tenéis mi obra de arte (la cama ya estaba hecha). Ana, mi novia, ha hecho
otro montón de muebles, pero no quiero vulnerar los derechos de imagen.
Ahora a ver como le digo a mi padre y a mi
suegro que nos monten la próxima mudanza.
Si queréis un consejo, lo mejor que podéis hacer es... no hacer mudanza y os evitaréis las cajitas, la visita al Ikea, el montaje y terminar hasta los cajones.
lo leera la migi, y se le quitaran las ganas??, jajajaja.
ResponderEliminarGUENISIMO !!!!!
La verdad es que no lo recomiendo a nadie. Ahora veo la luz ;)
EliminarTodos nos quejamos, pero bien que volvemos al Ikea una y otra vez... al final te da más alegrías que otra cosa. O al menos a mejor precio ;)
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