Así fue o podría haber sido

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¿Habéis recibido alguna vez un mensaje de WhatsApp de alguien que no conocéis? ¿Nunca? Un chico me había conocido en una discoteca y quería volver a verme. Le había dicho que me llamaba Susan. Y ahí le tenías, buscando a Susan desesperadamente. Estuve a punto de llamarle y quedar. Pero resulta que nos habíamos visto en un garito de Houston. Claro, ahí teníamos un problema. Típico de Houston. El caso es que, como ya sabéis, yo no me llamo Susan y nunca he estado allí (eso no lo sabíais). Así que tuve que declinar la oferta. En otra ocasión me escribieron para comprarme un reloj. Que yo al mío le tengo mucho cariño, pero es que me ofrecían 10.000 francos suizos. Lástima que no tengo ningún Rolex a la venta. Otros me escriben para cambiarme de compañía. Con lo que me gusta a mí la compañía que tengo. Que no les cambio por nada del mundo. Buena gente, amigos de sus amigos y siempre están ahí. O aquí. Según el momento. Ya me entendéis. Pero esta semana, me pasó una cosa notable. He

Sin orden y concierto

Ya sé que la expresión es sin orden ni concierto, pero es que en el caso que os cuento esta semana no hay orden, pero sí concierto. Al menos había unos señores tocando. Cantar, lo que se dice cantar, poco y mal. Y es que eran los Hombres G. 

Ahora viene la explicación. ¿Qué hacía yo viendo a estos señores? Pues eran las fiestas de mi pueblo (o ciudad, para que no se enfade nadie), y era una excusa para ver a amigos y tomarnos algo juntos. Excusas, dirás.  ¿No será que te gustan?  Pues no te diré que les odie, me parecieron divertidos en su momento y algún disco de ellos compré (todavía se compraba discos en aquella época), pero de ahí a decir que me gustan…


Lo mejor de los Hombres G es que no se disfrazan de mamarrachos para tocar una guitarra. La voz del cantante no ha empeorado con los años (era muy difícil que fuera a peor. Canta menos que un espía ruso) y suenan bastante bien en directo. Nunca han ido de nada, y cumplen lo que proponen, hacer pasar un rato divertido.


Pero no te voy a hacer la crónica del concierto. Hay señores que saben mucho más de música y que te lo explicarían mejor que yo. Pero sí voy a hablar de la fauna que puedes encontrar en los conciertos. Da igual, de qué grupo o cantante/cantanta estemos hablando, siempre hay un determinado grupo de gente muy parecida en estos eventos. Aquí te dejo unos cuantos. 

Los “fanes”
De verdad que es algo que no podría hacer nunca. No tengo paciencia para esperar en una cola por gusto (debería tener más cuidado al escribir según qué cosas. Cola y gusto en la misma frase… Y hasta aquí el humor cacaculopedopis).  Yo, que no he ido a ver a mi equipo de fútbol fuera de Madrid porque me da pereza, como para esperar más de una hora por unos señores que cantan… y ya sabes lo que van a cantar. Al menos en un partido no sabes el resultado… casi nunca.


¡Mira! ¡iguales!
¿O sea que me voy a ver a Iron Maiden y tengo que ir vestido como ellos? Vale, pero tienes 50 años… ellos tienen más y también hacen el ridículo, pero es que estos señores viven de esto. Si al menos fueran al concierto de Beyoncé y todos se “desvistieran” como ella. Lo peor es que hay gente que lo hace y, siendo muy amables, tienen tres tallas más que la cantanta.  ¿A que no hay huevos de ir igual que King Africa?


La del sujetador
En todo concierto en el que haya un cantante masculino está la del sujetador. Mejor dicho, la que se lo quita. Lo peor de todo es que no suele ser la más agraciada y la talla es la 200 D copa alta turbo inyección 25 cilindros (aquí se ve mi desconocimiento en cuestión de lencería). Tu peor pesadilla es que se le escape la prenda y te arree en el careto. 


¡No te he venido a oír a ti!
Señores que se saben todas las canciones del concierto y te las cantan más alto que el propio grupo. Una cosa. He venido a oír al de arriba, al que canta, no a ti. Vale que cantes mejor que él, pero es que esto no es Factor X, ni Operación Triunfo. Ya estás cruzando la pasarela y te vas a tomar por saco.

Guachi chunai forever
Es una versión del anterior, pero este ¿canta? en inglés. Los cursos CCC no le han dado más que para el My Taylor is Rich, pero ahí le tienes. Superfan de los “Guachis and the Night” y sin tener ni idea de lo que dicen y cantando como un poseso (y muy alto) todas las canciones.


Esta me la sé
Ese que tienes a tu lado, sí, ese que parece una persona normal, que ha estado tranquilo durante todo el concierto.  Hasta que llega la canción que se sabe… la que conoce todo el mundo. Se transforma, empieza a dar palmas y bailar (casi siempre de forma arrítmica) como un loco con LA canción. No se la sabe entera, pero el estribillo lo tiene controlado y quiere que todo el mundo lo sepa.


¿Qué hago yo aquí?
Es el “acompañaor”.  No le gusta el grupo, pero ha venido con su pareja o amigo/a (esperando ser más que eso), superfan del artista en cuestión. Puedes reconocerlos porque se pasan el concierto mirando el reloj y odiando al resto del público cuando pide más canciones.  Los mataría a todos, pero ahí sigue por amor a la pareja… o porque quiere pillar y sólo ha venido para eso.

Pagafantas sin fronteras
En todo concierto, hay un tipo que sube a la “churri” a los hombros. Su motivación es pillar, cómo algunos ejemplares del qué hago yo aquí, pero estos no suelen ser novios. “Seguro que si subo a ésta, luego pillo…”.  Si vas a pillar, una lumbalgia de puta madre. Y si además, a la churri le da por quedarse en tetas, vas a ser el único que no las veas.

Casi le toco
Es el/la optimista por naturaleza. Ha ido al concierto, está a 300 metros de su ídolo/a, pero le ha visto cómo le miraba, y le ha lanzado un beso.  ¡Y era tan guapo/a!

Pués no están mal
Ha ido al concierto no muy convencido, sólo conocía un par de canciones del grupo y no había oído nada más, pero en directo son una pasada y se ha pasado todo el concierto botando. Al terminar dirá, pse, para un rato no están mal.

Vale, si es gratis
Les da igual quien cante, mientras sea gratis. Entre ellos están los grupos de señoras que se tragan un concierto de rap o heavy por el mero hecho de que no cuesta dinero. También puedes encontrar a los  despistaos viendo a  Maria Dolores Pradera o a la Pantoja con sus melenas y sus pantalones “asustaos”, tarareando la música que escuchaba su madre. Negará todo al día siguiente.

Qué bien lo “pasemos”
Van a echarse unas risas. Hacen gracia nada más que a los que van con él, porque al resto le joden el concierto. En realidad son los graciosetes, que no hacen gracia a nadie. Pero tiene que haber uno en cada sitio.

Los padres de ella
Los padres de las criaturas. La niña o el niño son “superfanes” y ahí les tienes aguantando estoicamente al Justin Bieber de turno o a One Direction. Esos chavales, de mayores, deberían ponerse el tatuaje de Amor de Madre y Padre en la frente en penitencia por lo que les hicieron pasar a sus progenitores. 



Adolescentes en escabeche.
Les han dejado ir al concierto y están solos…. Aprovechan para hacer todo lo que no podrían hacer delante de sus padres… que se niegan a ver al Justin Bieber de turno. Son padres, no santos. Y fuman, y beben, y será el concierto de sus vidas… hasta que se les pase la tontería.

No tienes más que ser un acompañante para darte cuenta de que hay miles de especímenes en los conciertos, pero tampoco es plan de aburriros.  Y ahora, como en los conciertos, aquí tenéis un bis.

¿Eres cantante? ¡Pues canta!
Los cantantes. Tío que he venido a oírte y verte cantar a ti. No tengas morro y cortes cada canción para que cante el público. Porque a) tu cantas mejor… o al menos deberías hacerlo (David Summers, estás disculpado b) el público no se la sabe entera c) son ese grupo de señoras que han venido al concierto porque es gratis y no saben ni en qué idioma estás cantando. 

Comentarios

  1. me parto!!. :-)))

    Y no dan ganas de reventar el higado, al que se cree que el sitio es suyo?? ¿al que piensa (si es que piensa), que no hay mas gente alrededor ?. en fin....
    (no se si se puede generar violencia en el blog, pero es que algunos se la buscan)

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  2. Se te han olvidado los "Cuarentones en escabeche", entre los que me incluyo :), sustituye en el texto Padres por Parejas y lo tienes!! XD

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  3. Me ha 'encantao' Javi! tu post me va a ayudar a autoclasificarme mañana en el Calderón.
    Lo reconozco, soy 'Bonjoviana'.
    Te informo si veo nuevos especímenes, la ultima vez vi una mezcla de 'Casi le toco'+'no te he venido a oír a ti' mezclado con llanto histérico durante 2h = 'pero si no has visto na, pa eso quédate en casa chiquilla'.
    Un abrazo

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  4. Gracias, Javier, por haberme actualizado estos eventos. Yo cerré mi "vena conciertera" a principios de los ochenta, no sin antes haber tenido oportunidad de disfrutar de momentos verdaderamente maravillosos.
    También por aquellos años los asistentes cantábamos --supongo que igual de mal que los actuales-- pero también éramos capaces de escuchar en respetuoso y adorado silencio a Joan Báez con el "Blowin' in the wind" de Dylan, a Georges Moustakis y su "Ma liberté" o a mi llorado José Antonio Labordeta y sus "Aragón blues".
    ¡Cáspita! ¡Acabo de darme cuenta de lo viejuca que soy! ¡Ya no vuelvo a abrir la boca!
    Besotes,
    Isabel Blas

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    Respuestas
    1. Estás hablando de palabras mayores, Dylan, Baez, Moustaki... Por poca voz que tuvieran, estamos hablando de los Hombres G :-))

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