¿Os acordáis o conocéis la canción de Tatuaje? Os recuerdo parte de la letra
Mira mi brazo tatuado
con este nombre de mujer,
es el recuerdo del pasado
que nunca más ha de volver.
Ella me quiso y me ha olvidado,
en cambio, yo, no la olvidé
y para siempre voy marcado
con este nombre de mujer.
Alma de
cántaro, ¿Conoces a una perica, te enamoras, y te pones su nombre en el
brazo? Perdona que te diga, pero eres un
poco chorra. Da gracias a que solo te has puesto su nombre y no has incluido
la foto. Todavía tiene remedio. Puedes
ir buscando a otra que se llame igual y decirle con ojos golositos que tu
destino era estar con ella.
Esta imagen te vale tanto si es para María, Marta o si
trabajas en un periódico deportivo Marca y quieres mostrar fidelidad por la
empresa.
Por ésta y
otras razones que pasaré a enumerar, no me gustan los tatuajes. Ojo, que cada uno haga lo que quiera con su
cuerpo, y con lo que se pone encima, ya sea ropa, maquillaje, piercings,
tatuajes, o a su gato en el cuello (hay señoras y/o señores que se ponen
zorros, conejos, pokemon y demás bichos en lo alto). No seré yo el que prohíba
(porque no soy quién) o critique (porque lo que lleven los demás me da
exactamente igual) a alguien por hacerlo.
Antes de
empezar, quiero decir que si ofendo a alguien, no es mi intención, sólo quiero
hacer una gracia sobre este tema. Sólo
quiero contar por qué yo (y solamente yo) no dejaría que me hicieran un tatoo
(siendo consciente) o no aconsejaría que otros lo hicieran.
El dolor
Soy un cagao
y no me gusta el dolor. A ver, me explico.
Que todos nos damos golpes, pero ir a buscarlo… Habrá gente que sí, pero
encima ¿Pagar para que un señor te hurgue durante un rato en cualquier parte de
tu cuerpo con una aguja? ¿Soltar dinero
para que te hagan daño? Espérate unos
meses y ya lo harán en la Seguridad Social (y hasta aquí mi crítica social).
Me voy a hacer un tatuaje
¿De verdad
te vas a hacer un tatuaje? ¿Tú? ¿No querrás decir que vas a hacer que te hagan
un tatuaje? Vale, podemos empezar a
hablar. Ya sé lo que me vais a decir.
También se suele decir, “me voy a cortar el pelo” y normalmente vas a una
peluquería y te lo corta otra persona, que son formas de hablar…. Vale, hay
gente que realmente se diseña los tatuajes que se quieren hacer… y así les va…
o no.
Es que quiero expresar un
sentimiento
Me he puesto
un tatuaje para expresar lo que siento, una forma de protesta o llámalo como
quieras. ¡Pues escribes un diario, como se ha hecho toda la vida! O te creas un
blog y pones tus tontás para que se entere todo el mundo. ¿Pero para expresar lo que te está pasando te
tatúas una frase? Y si se te pasa al día
siguiente o un rato después de hacerte el tatuaje, ¿escribes otra cosa? Que eso no se borra con facilidad chato/a.
¿Ponerme el escudo de mi equipo en
el cuerpo?
Si me
conocéis, o ya habéis leído algún otro post, creo que ya he dicho que me parece
un poco ridículo lo de llevar camisetas de tu equipo de fútbol, o de baloncesto
o de tu equipo de petanca, si tienes más de 10 años. Pero además tatuármelo… Si a veces es un
peligro llevar una bufanda, imagínate ir a la piscina de Villarriba con tu
tatuaje del Futbol Club Villabajo… Al final vas a ir al agua, pero a la del
pilón.
Me voy a hacer otro tatuaje
¿Habéis
visto algunos tíos que tienen el cuerpo como los retretes de un garito? Nombres, frases, teléfonos… sólo les falta la
imagen de un miembro viril pintado por un chaval de 15 años y una frase
¿ingeniosa? Allá tú, pero pareces el
pórtico de la Catedral de Santiago en versión Gandía shore.
Cómo molan los caracteres élficos o chinos
Si quieres
que te estén preguntando todo el tiempo qué significa lo que te has puesto,
claro que mola. Con los primeros no hay tanto problema, ya que es
prácticamente imposible encontrarte en el gimnasio con un elfo o alguien que lo
entienda, pero ¿dónde no hay chinos? Es
muy probable que el tatuador se quiera descojonar de ti y en vez de ponerte
algo cool, te pone literalmente que eres un “plingao” o “cablonazo”. Mil millones de chinos muertos de risa con tu
tatoo.
Me encantan los delfines
Que sí, que los
cervatillos, las hadas, las mariposas son guays, pero ya has cumplido 70 años y
tienes un delfín tatuado en la ingle… Bueno, más que un delfín con el
“caimiento” de las carnes, tienes una merluza rebozada.
Pues a mí me molan los dragones
Vale,
quieres parecerte a Bruce Lee o a Lisbeth Salander, sí hombre la protagonista
de “Los hombres que no podían encender la cerilla por las corrientes de aire”
(creo que nunca podré aprenderme los títulos de Millenium), y te pones un
dragón en la espalda… ¿Qué chulo no?
También es chulo el Ferrari de Fernando Alonso y no me lo pongo en la
chepa (al Ferrari, no a Fernando Alonso, que tampoco).
Kevin y Joshua
Has tenido
gemelos y les pones estos nombres tan “modennos” a los churumbeles. Y para rematar la faena te los tatúas en los
antebrazos. ¿Cuánto crees que van a
tardar los chavales en ir al registro a cambiarse el nombre? Pues eso, es la versión del tatuaje de María,
o de Marta, o de Marca, que poníamos al principio…
Mi ídolo es Iniesta
A ver que si
no eres más bien oscuro, la tinta blanca no se va a notar. ¿Te imaginas por un momento a alguien con un
tatuaje de Amaya Montero porque es su cantante favorita? Tiene dos problemas. 1.- No tiene gusto
musical 2.- Hay poca gente con el cuerpo suficiente para tatuarse a la pija
acatarrada. ¿Qué te molan los Kiss? Vale, se puede perdonar, ellos también se
pintan bastante. Pero si tu “ídola” es Maria Dolores Pradera, toda tu vida te
van a preguntar por qué te has tatuado a tu abuela con un camisón largo.
Ave María siempre serás mía
Hay mucha
gente que se tatúa un Cristo, o una virgen.
Allá ellos, mira la que lió la señora del Ecce Homo. Como composición, es mucho mejor La Última Cena de
Da Vinci, al fin y al cabo son 13 tíos que se van de cena, pero aún así… ¿Por
qué no sigues con la medallita que te regalaron en la comunión? Total, también es cara y es un recuerdo de la
abuela o de tus tíos.
Soy un novio de la muerte
Hace unos
años, los únicos que llevaban tatuajes eran los marineros, los malos muy malos
y los legionarios (que son una mezcla de los dos anteriores). Ahora, el que no lleva un tatuaje es raro… y
yo quiero seguir siendo raro… y además, no quiero pagar para que me hagan daño.
No sé si mis
razones para no hacerme (yo) un tatuaje os han convencido… La verdad es que hay
muchos que me gustan, pero de momento no lo contemplo.
Por no hablar de los que se tatuaban con la punta del compás y un bolígrafo, que en mi cole había varios cafres de esos. Grandes obras maestras de la composición literaria y del dibujo salieron de aquellas aburridas clases de matemáticas... esa fijación obsesiva por tatuarse sus propios nombres, ¡como si se fueran a olvidar de cómo se llamaban! ¿Y la cara del que se sentaba al lado, mirándole de reojo, con un goterón de sudor corriéndole por la frente y pensando aquello de: (¡Por Dios que no me lo haga a mí!) eso era impagable
ResponderEliminarQué crack! Siempre me ha llamado la atención lo de pintarse el nombre..
ResponderEliminar¡Gracias por el comentario!
Me encontré tú blog buscando un dibujo con mi nombre que es marta. Y bueno pues me reí bastante con lo escribió Jajap. Pero la verdad pensando bien pensaría muy muy bien antes de hacerme un tato
ResponderEliminarGracias Marta! Es que hay que pensárselo más de dos veces antes de hacerte el tatoo ;)
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