No
es que se me haya olvidado quitar las interrogaciones. Estoy seguro de que me gusta este deporte, de
hecho, alguno/a piensa que demasiado. Lo
que me pregunto es si me gusta todo lo que rodea al fútbol. Ya hay gente que cobra y se dedica a escribir
sobre el deporte rey (¡Toma tópico!). Algunos periodistas deportivos (muy
poquitos), incluso saben escribir.
Como
dicen los jugadores argentinos, al terminar los partidos (y repartir más cera
que una procesión de Semana Santa), “lo que pasa en la cancha se queda en la
cancha”. Por eso, no voy a hablar de fútbol propiamente dicho, sino sobre los
que van al estadio a ver los partidos y para no perder las buenas costumbres
vamos a diseccionar a algunos de ellos.
Sin colores ni equipos. En todas
partes cuecen habas.
El hincha que
te las hincha
La
palabra que mejor les define es energúmenos.
Dícese de aquellos a los que realmente no les gusta el fútbol. Podrías verle en cualquier sitio en el que
hay mucha gente. Gritan por todo,
protestan hasta el saque inicial, el árbitro es el señor con dos apellidos
(para cagarte en su padre y en su madre) al que hay que discutir cualquier
decisión que no favorezca a su equipo (gol desde el área contraria y pedirá
fuera de juego). El equipo y jugadores rivales serán insultados por definición
independientemente de lo que hagan o cómo se comporten durante el partido.
Antis
Es
un conjunto de hinchas. Ahora ya entiendo lo que nos explicaban en el cole como
conjunto vacío. Lo único que tienen en
la cabeza es pelo (ahora ya no van rapados), pero ideas, pocas y malas. Algunos,
se dedican a animar a su equipo, pero la mayoría de las veces es para dedicar
cánticos contra el eterno rival. Da igual que su equipo (pongamos que es el
Escalerilla de Arriba), juegue contra el Unión Deportivo, ellos se dedicarán la
mayor parte de los 90 minutos a meterse con el Escalerilla de Abajo y con sus
jugadores, y con sus madres, padres, novias/os… y así “sustantivamente”.
Aquí
vemos a un ejemplo de un ultra radical
¡Penalti!
Da
igual si el partido aún no ha empezado, él pedirá penalti. Es el mismo que salta cuando el balón no ha
entrado y grita ¡Goooooool! (eso sí, 2 o 3 segundos más tarde, se dará cuenta
de su error). Es el que pide fuera de
juego en el calentamiento de los jugadores, el que pide al entrenador que saque
al jugador que hace 10 años se retiró. Es el “empanao” de toda la vida en un
campo de fútbol.
¡Qué partido
me está dando!
Es
el típico cansino que sin tener idea de fútbol no para de hablar. Suele ir sólo. En su casa le mandan al fútbol para tener un
par de horas de relax. No suele sentarse
en el mismo sitio, porque el resto de aficionados le mandan a tomar por… Sabe
más que el resto de los aficionados, que el entrenador y él si sería capaz de
meter el gol que cualquier crack ha fallado.
Fuente:
Marca (como no podía ser de otra manera)
Borrachos como
orugas
Hace
años había una canción de un grupo de melenudos llamado Obús en el que la letra
decía que iban borrachos como cubas, pero yo siempre entendí que nombraban a
las orugas. Al lío que me disperso… ¿Quién no ha visto un partido alguna vez con
un borracho cerca? Depende del pedo que
lleve le puede dar por la violencia, o por cualquier otra cosa. Podría cantar las canciones típicas del
equipo local… o del visitante (todas mal y a destiempo), animar al equipo
contrario, dar instrucciones a los jugadores (sin sentido e ininteligibles por
otra parte) y quedarse dormido (todo por ese orden).
El guiri
¿Os
sabéis las reglas del beisbol? Pues el tipo
que os describo, tampoco se sabe las del fútbol. Quiere integrarse y a la vez pasar
desapercibido o al menos no llamar demasiado la atención, no hablar demasiado,
pero amigo, ¿Cómo vas a ser del Escalerilla de Arriba si mides dos metros,
fuerte y rubio como la cerveza y llevas esas sandalias con calcetines? ¿O llevas una cámara con teleobjetivo
profesional y los ojitos cerrados? Aunque
llevemos la misma camiseta, usted no es de aquí.
La parienta/El
pariente.
¿Habéis
visto como una letra cambia totalmente el significado de la palabra? Parienta no hay más que una… parientes hay a
porrillos. En cualquier caso, esta subespecie es el que tiene cara de yosólopasabaporaquí, pero a mí el
fútbol, me la pela. Mira a todas partes
menos al campo. Se entretiene mirando a cualquier otro lado y esos 90 minutos sí
que son molto longos.
El nuevo
Es
la primera vez que entra a un estadio.
Les gusta el fútbol, pero nunca habían visto un partido en directo. Le gusta todo, dice frases como: “Pues el
campo es más grande/pequeño de lo que parecía en la tele”. “¡Que verde es el
césped!” Si marcan un gol, espera
impaciente la repetición, y todo, todo, todo lo pregunta. Menos mal que sólo se es nuevo una vez, a la
siguiente ya nada será igual.
Tiernos
infantes
Es
la especie que más me gusta. Algunos se saben las canciones de su equipo e
incluso en ocasiones (estoy hablando de menores de 4 años), saben cuál es su
equipo. Llegan preparados con toda la
equipación, hasta el chupete con los colores del equipo. Una vez mi sobrino fue al estadio, pensando
que era él el que iba a jugar. Cuando
vió que se hacía de noche y no le sacaban dijo “Y yo, me he he vestido así y no
juego…” Criatura, ahora entiendo que se
haya cambiado de equipo. ¡Eso no se
hace!
Lo sabía, lo sabía
Todo lo
sabían. Lo repiten todo miiiiil veces. Nos van a marcar, lo estoy viendo, y así
durante 90 minutos. Si no meten gol a su equipo, no pasa nada, pero como les
marquen, te dirán: “¿Ves? Ya te lo decía yo”.
El triste
No me refiero
a ningún jugador en especial. Es un tío
de mediana edad, con la camiseta del equipo, su bufanda, el chándal… En mi
opinión, si tienes más de 10 años y llevas la camiseta de tu equipo para ir a comprar
el pan, eres un sopla.
Por si no
sabíais de que equipo soy (algunos que os da igual el fútbol, tampoco lo vais a
saber), aquí os dejo una foto de la última vez que me puse una camiseta de mi
equipo.
Nota del editor: Antes de que lo digáis vosotros,
lo digo yo. Los pantalones cortos, eran
así de cortos, yo creé la moda antes de que Hugo Sánchez llegara a España. Y sí, de pequeño era mucho más guapo que
ahora. Y no, la camiseta no era la auténtica,
en aquella época lo único oficial eran los militares.
Ufff. Tampoco quiero pasarme, que el blog es para reírse un rato. Me parece que lo que comentas no es sólo del fútbol, también endiosan a los artistas, a los políticos y a muchos otros deportistas. De todas maneras estoy abierto a todo tipo de contenido... siempre que nos podamos reír de ello. Por eso no quiero hablar de política porque me pongo de muuuuuy mala leche. Gracias por el comentario!
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